viernes, 2 de enero de 2015

Incrustar cada tanto el nombre propio

La conversación


Silvina López Medin



Había memorizado
las formas de encajar
el cuerpo en las palabras
cómo hacer un relámpago
de una mínima risa
incrustar cada tanto
el nombre propio
en busca del punto firme
de la piedra
donde comienza el salto a la otra orilla.
Había hecho todo
pero todo
fuera de ritmo
como quien ve un cartel que señala
una montaña y piedras
piedras que caen,
no sabía detener ese derrumbe.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario