martes, 10 de febrero de 2015

Pero no tengo la paciencia ni el arte del plegado

VALERIA PARISO



Podrían ser grillos.
Pero no.
Todas las noches
una mujer descalza
baldea la vereda
para que canten los pájaros.



*



El poema no entiende algunas cosas.
Qué cansancio sobreviene a la tristeza.
Como hoy/ no es posible escribir/
me voy lejos para curar las manos.
¿Quién me cuidará la ausencia
donde termina esta casa?




*




Y de la soledad tenemos que hablar/
del árbol que nos crece adentro
como si fuésemos un patio/ un árbol en un patio
que con los años levanta las baldosas/
Tenemos que hablar/ y ver/
qué haremos nosotros/ con nuestros respectivos
árboles /que tapan con sus ramas/ la puerta de la casa.




*





Como si hubiese juntado mucha lluvia/
baldes y/ baldes y/ baldes de agua sana/
reconstructora líquida
del cuerpo/ sales de olvido/
ella se lava el pelo mientras llora.




*




Si fuese hábil con las manos/ a esta altura/
mi soledad sería un origami/ Pero no tengo/
ni la paciencia/ ni el arte/ del plegado.

Entonces queda así: puesta
como un mantel/ sobre la mesa.







Valeria Pariso

*Donde termina esta casa; El carterista de Bresson; Ediciones de La Eterna, 2015.

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