viernes, 19 de enero de 2018

El suave animal de tu cuerpo

Gansos salvajes 

Mary Oliver (Ohio, 1935 -2019) 

(De: Dream Work, 1986) 

No tienes que ser buena. 

No tienes que atravesar el desierto 

de rodillas, arrepintiéndote. 

Solo tienes que dejar que ese delicado animal 

que es tu cuerpo ame lo que ama. 

Cuéntame tu desesperación y te contaré la mía. 

Mientras tanto, el mundo sigue. 

Mientras tanto, el sol y los guijarros cristalinos 

de la lluvia avanzan por los paisajes, 

las praderas y los árboles frondosos, las montañas y los ríos. 

Mientras tanto, los gansos salvajes, que vuelan alto 

en el aire azul y puro, 

vuelven nuevamente a casa. 

Seas quien seas, por muy sola que te sientas 

el mundo se ofrece a tu imaginación, 

y te llama, como los gansos salvajes, chillando con excitación 

— anunciando una y otra vez 

tu lugar en la familia de las cosas. 



Versión de Sandra Toro


Wild Geese You do not have to be good./ You do not have to walk on your knees/ for a hundred miles through the desert  repenting./ You only have to let the soft animal of your body/ love what it loves./ Tell me about despair, yours, and I will tell you  mine./ Meanwhile the world goes on./ Meanwhile the sun and the clear pebbles of the rain/ are moving across the landscapes,/  over the prairies and the deep trees,/ the mountains and the rivers./ Meanwhile the wild geese, high in the clean blue air,/ are  heading home again. Whoever you are, no matter how lonely,/ the world offers itself to your imagination,/ calls to you like the wild  geese, harsh and exciting —/over and over announcing your place/ in the family of things. 


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