jueves, 26 de abril de 2018

En enséñame a deletraear Antofagasta

César Cañedo
(El Fuerte, Sinaloa, 1988)
O negativo

A Pedro Montealegre, In Memoriam


Poetiloca muscuflora rimbomvérgica,
retablista del sexo broadcasteado,
orgiástica saltimbanqui y poetisida,
remáchame de versos y esteroides,
conjúrame la carne que se asienta,
enséñame a deletrear Antofagasta
sin que Ibáñez nos jale de los pelos
abajeños, cresposos, bocaamantes.
Ni pobre, humana prosa, ni alopécica,
la tuya más bien es me voy, me vengo,
chaquetera y ridícula, excelsa y cuaternaria,
exiliada, ida y vuelta, de cordel y timpánica,
fermento de boundage y el S/M,
forzoso aterrizaje sin laureles ni espanto,
calavera que entierra con el bíceps poético
a la fuerza en la tumba de la democración,
rechifla pluralista en fáunico congreso,
decisiones erradas, como el bulto en calzón.
Puñístico que entras ano, trioísta
legítimo, suspensorio del tiempo,
especulador de indecencias y sexshopes,
vena salida de remarle tanto,
sangre ponzoña de negadas fallas,
cazador de dildoposas, arrojado del templo,
niño perdido para no estar en gracia,
“a veces ser feliz sólo es no serlo”,
lubrica más tu pluma
que tu ganso.

César Cañedo, 11 de enero de 2015



No hay comentarios:

Publicar un comentario