de mi edad, o menor
traducidos de tu idioma al mío
Ciertas palabras recurren: enemigo, horno, pesadumbre
suficientes para entender
que esa mujer vive en mi tiempo
obsesionada
con el Amor, nuestro tema:
lo hemos adherido como hiedra a nuestros muros
horneado como pan en nuestros hornos
llevado como tobilleras de plomo
observado con bonoculares como si
fuera un helicóptero
que viene a saciar nuestro hambre
o el satélite
de un poder hostil
Empiezo a ver que esa mujer
hace cosas: revuelve el arroz
plancha una camisa
trancribe un manuscrito hasta el alba
trata de hacer una llamada
desde una cabina telefónica
El teléfono suena con insistencia
en la habitación de un hombre.
Escucha que él le dice a otra
No importa. Se cansará.
Lo escucha narrar su historia a su hermana
que se transforma en su enemiga
y cuando le toque el turno
alumbrará su propio camino hacia la pena
ignorando que este tipo de dolor
es compartido, innecesario
y político.
Versión de María Negroni en La pasión del exilio