martes, 27 de octubre de 2020

Ellos todavía controlan el mundo

 Adrienne Rich | Vuelvo de estar con vos...

⚪
Vuelvo de estar con vos por donde la luz temprana
de la primavera destella en las paredes de siempre:
el Pez Dorado, la casa de saldos, la zapatería…
Arrastro la bolsa de las compras, corro el ascensor
donde un hombre viejo, tenso, almidonado, deja
que las puertas casi me cierren encima.
Le grito –¡Párela, por el amor de dios!
y él me dice –¡Histérica!– por lo bajo.
Me instalo en la cocina, descargo los paquetes,
hago café, abro la ventana, pongo a Nina Simone
que canta Here Comes the Sun… abro el correo
mientras bebo el café delicioso, la música deliciosa,
con el cuerpo todavía liviano y pesado a la vez, todavía con vos.
Del correo se cae una copia de algo que escribió
un hombre de 27 años, un rehén, torturado en prisión:
Mis genitales fueron objeto de tal despliegue sádico
que me mantienen siempre despierto del dolor…
Hacé lo que puedas para sobrevivir.
Sabés, creo que a los hombres les encantan las guerras…
Y mi enojo incurable, mis heridas insuturables
se abren más con las lágrimas, lloro de impotencia,
ellos todavía controlan el mundo, y vos no estás en mis brazos.
⚪
Adrienne Rich (Baltimore, 1929- California, 2012). Traducción:
Sandra Toro Smith
.
Foto: Toronto Star.
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domingo, 25 de octubre de 2020

Tal vez nunca germinen más vida que la nuestra

 

tSpo1nes5S Sorhhedg 
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Miryam Hache | Mi amiga dice que deberíamos congelar nuestros óvulos


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Mi amiga dice que deberíamos congelar nuestros óvulos.
Por eso de que estamos en el pico de la fertilidad y luego ya nunca más
y luego ya.
A mí, que me gustan tantos lxs niñxs,
me parece sensato,
y entonces miro por la ventana y veo solo gente corrida por el viento
o fui solo viento,
porque no podría entrar
siquiera
en la patética mercantilización de la vida
que prosigue alimentada de monedas cada vez más etéreas yo,
si quisiera,
no podría abonar la cuota,
ni el procedimiento,
ni la expectativa de un refugio firme después del tiempo yo,
volví a coger con hombres de otros países,
y he vuelto a tener amigas de veintipocos años
y ya ni sé si son ellas las avanzadas al mundo
con sentimientos de rebeldía tan acordes a estar vivas,
con la disconformidad del que piensa tan en la lengua,
o si yo las elijo para preservar la idea
de un futuro posible,
para proyectar juntas,
la idea de un futuro posible,
donde todos somos lo que queríamos ser,
lo que debíamos ser,
y yo no era esta que sube a la cima de un cerro a buscar la redención
o la iluminación en un retiro colectivo al desierto
yo,
ya había entendido el absurdismo de Camus,
y era Sísifo el héroe del sin sentido en en el ocaso
del centro,
de todos los centros trazados en mapas.
⚪️
Pero hace años que Sísifo ya no sube montañas,
y se desplaza entre raves y ciudades,
entre nosotras y planicies,
y a nadie le importa
porque estamos leyendo nuestras cartas astrales online.
⚪️
Andamos yermas pero hemos probado casi todas las drogas,
y no, no sé amiga,
si me sigue preocupando
si criaré a los hijos de los otros
o si no criaré a nadie nunca jamás
y no serán mis células reproduciendo la vida
entremezclada a las fauces del capital.
Nosotras andamos
tan sin hijos
pero tan acompañadas
que quizá la vejez
llegue trenzada de hábitos comunales y parques.
¿Yermas?
Vos que arrancaste mil proyectos
y viajaste a todas esas ciudades
y yo que leí tantos libros y tuve tantos trabajos,
y nosotras que vamos ungidas de brotes por todas las películas que hemos visto,
y todas las fiestas y tardes de lagunas al sol,
y nuestros cuerpos
que han dormido en todos esos aviones y barcos
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tal vez nunca germinen más vida que la nuestra,
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y se deshaga aquella idea de un futuro estable
en la explanada de una tierra tan firme
como su manto de basura,
como la cadencia de la enfermedad de aquellas madres,
de algunas madres,
que solo supieron ser madres,
y se anularon como artistas,
y se anularon como mujeres.
⚪️
Nuestras propias y santas madres
que devinieron estampas de madres
y nos rompieron el corazón.
⚪️
Tal vez aquella idea vetusta sobre el futuro que vendría
deje de importarnos
y yo pueda acostarme con hombres y mujeres de tantas edades
y entremos en un círculo vital,
en un hilo de música
en el que pueda escribir:
El futuro no existe y ya no me importa.
Y sigamos metidas en la armonía del bucle sin tiempo,
y todo aquello que debíamos ser
se nos quede adentro
del olvido más cierto.
⚪️
Miryam Hache
(Buenos Aires), He visto a las mejores mentes de mi generación trabajando en un call center.
Foto: Billie.

viernes, 16 de octubre de 2020

¿No informa al extraviado que lo suyo es naufragio, sin atenuantes?

  Usted, el de la garganta toda roja de bufanda


Ernesto Aguirre (De La bragueta del almirante, San Salvador de Jujuy, 3 Ramones, 2015)


La poesía, digamé,

¿es máquina tragamonedas?

¿no acepta solo miradas redondas como apuestas?


La poesía

¿es karaoke?

¿no canta letras de todo lo que suena?


La poesía ¿es Banco de Acción Social?

¿no es el poema una tómbola de letras?

¿no es impredecible la palabra a la cabeza del sorteo?

¿y las diez primeras?

el monto del premio ¿no es imprecedible?


La poesía

¿es el faro del fin del mundo?

¿no informa al extraviado que lo suyo es naufragio,

sin atenuantes?


La poesía,

¿es casa de Gran Hermano?

¿no muestra a sus inquilinos en las íntimas miserias

de la diaria convivencia?


La poesía,

¿es televisión digital?

¿no transmite imágenes de alta definición?


Usted, el de la bufanda toda roja de garganta,

la poesía, digamé,

¿es sedimento de pulpa que precipita

en envase no retornable?


jueves, 15 de octubre de 2020

Y a su vez

 Otros animales



Paula Maffía



Qué nos diferencia

a vos y a mí de

otros animales,
cuando nos dormimos
juntas,
entrelazadas
las dos desnudas
ensimismadas
A nuestro calor
Y a su vez,
Qué increíble que
Una bandada de 30,
40 pájaros
Pueda cruzar el océano
Y que vos y yo
No sepamos
conciliar una coordenada,
No podamos
Pedirnos perdón.

lunes, 12 de octubre de 2020

En mis sueños era el futuro

 

Luciano Lamberti


Poemas



1-

Yo pensaba en los que están despiertos
mientras los otros duermen, en los vigilantes,
en los que sostienen al mundo cuando nadie
lo ve, y el mundo corre el peligro de esfumarse.
Ellos no duermen, tienen los ojos blancos y el corazón
sintonizado en el futuro. Yo duermo
en medio de la tierra seca,
esperando al rayo desde el estómago gris de la nube
sabiendo que hay alguien velando por mí.



2-

Estaba en la tierra caliente y levanté los ojos.
Le hablé a la piedra encendida por siempre en la altura.
Le pedí: la consumación de todo lo visible,
la combustión espontánea, el granito calcinado por su beso.
¿Para qué? Para que no quede más que el amor,
la tenue sombra de un corazón desangrado,
el canto del grillo.



3-

Vos eras como el viento que atraviesa el monte.
Vos robaste la piedra encendida para que nadie se perdiera en el monte.
Eras la montaña que brama, la montaña que canta.
Vos no dejabas a nadie sin levantar una piedra
y ver el grillo. Nos llevabas a cuestas
hacia el rancho y la sombra.
Los últimos se quedaron balando y mirándose los pies.
Nos apagaste el corazón para dormir.


4-


En mis sueños traías fruta en las manos,
era el futuro. En mis sueños nos juntábamos a tu alrededor
para cantar, una luz de piedra encendida saliendo de tu corazón,
comiendo al lado de animales desnudos.
Vos venís, vos estás viniendo, se oye bramar
la tierra. Vos curás la primera herida que desfigura la cara.




Nota: Luciano Lamberti nació en 1978. Publicó Sueños de siesta (La Creciente), San Francisco / Córdoba (Funesiana) y cuentos en varias antologías.


viernes, 9 de octubre de 2020

Distinguir la necesidad del deseo

 

8 h
 
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Louise Glück obtuvo el Premio Nobel.
Una poesía amorosa, introspectiva, exploratoria, melancólica y despiadada con el ser humano que la constituye.
Dejo dos poemas, gracias a la maravillosa traducción del amigo Ezequiel Zaidenwerg, que todo lo mejora.
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OLMOS
Me pasé todo el día intentando distinguir
la necesidad del deseo. Ahora, a oscuras,
siento sólo una amarga tristeza por nosotros,
los que construimos cosas con madera,
los que la cepillamos, porque me puse a mirar
con atención estos olmos,
y advertí que el proceso que da origen
a este árbol que se retuerce inmóvil
es una tortura, y entendí
que no produce más que formas retorcidas.
....
EL ESPEJO
Viéndote en el espejo me pregunto
cómo será ser tan hermoso
y por qué en vez de quererte
te cortás, afeitándote
como un ciego. Creo que dejás
que te mire para poder encarnizarte con vos mismo
aún más, urgido de mostrarme
cómo te lijás la piel con saña y sin dudar,
hasta que yo te vea como sos:
un hombre ensangrentado, no
el reflejo de mi deseo.