jueves, 25 de julio de 2019

Acercan su oído de arena a los vientos nocturnos

Aprenderás que hay muertos diferentes
Los hay inquietos como luciérnagas ingenuas
despertando a la noche para un juego de luces que sólo existen en su sueño
y son tan inocentes que no debieran haber muerto
Los hay indiferentes como cruces caídas cara al cielo
porque no esperan ya ni el recuerdo que se echa
como un mendrugo al perro deshauciado
Muertos un poco locos de esperanza los muertos
que creen en la palabra que les dieron
y acercan su oído de arena a los vientos nocturnos
esperando escuchar su nombre en boca de otros muertos
Muertos de ceño torvo los muertos acreedores
que no quieren saber que han muerto muerto muerto
y pegan sus manos como estrellas de un hueco mar sobre el pecho del durmiente
y desvían un poco en el reloj del corazón la manecilla
Muertos ya todos polvo Muertos ciegos de muerte
Muertos de sí mismos vaciándose
que están ya más cerca que nadie de la vida
Josefina Plá, “Aprenderás que hay muertos diferentes” (Invención de la muerte, 1965).

Cual semilla languideces en el suelo

Representación de la diosa Inanna.
Representación de la diosa Inanna.

HISTORIA LITERATURA

El primer poeta de la historia fue mujer y gobernó la ciudad más importante de Sumeria

Hija del rey acadio Sargón I, fue Suma Sacerdotisa de la ciudad de Ur, donde escribió los primeros poemas que conoce la humanidad.

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Los diferentes géneros literarios siempre han clasificado de forma independiente al arte producido por las mujeres. Existe la literatura fantástica, la literatura erótica, la literatura juvenil y la literatura de mujeres; como si los libros escritos por ellas necesitaran una clasificación propia.
"Nuestra diferencia respecto de los varones es esta: somos extranjeras de su civilización. Los varones con poder han construido su cultura, excluyéndonos como seres humanas y, en un mismo movimiento, incluyéndonos como femeninas", responde la escritora feminista chilena Andrea Franulic. Algo similar ocurre con el término 'poeta', a priori neutro, pero que la historia ya se ocupó de crear el concepto de 'poetisa'. La Fundeu explica cómo muchas escritoras han rechazado a lo largo de la historia la feminización de la palabra 'poeta', la cual "lleva a veces asociada la connotación de 'poeta menor'".
En resumen, la poesía, al igual que cualquier ámbito artístico y literario, es independiente al género de la persona. De hecho, si se buscan los primeros resquicios poéticos de la humanidad, cabe destacar cómo el primer poeta fue una mujer llamada Enheduanna.

Suma Sacerdotisa de Acadia

Enheduanna nació alrededor del año 2.300 a.C. y era hija del rey Sargón I de Acad, quien expandió por Mesopotamia el Imperio Acadio. De esta manera, el emperador derribó las murallas de la ciudad sumeria de Ur, la cual se convertiría tras Uruk en el núcleo de población más importante entre los ríos Tigris y Éufrates

La princesa fue elegida sacerdotisa de Nannar, el dios-Luna sumerio. Por aquel entonces el poder religioso y el político estaban unificados, por lo que Enheduanna ejercía competencias en relación al gobierno de Ur. Su estatus le sirvió para ser una de las primeras mujeres en la historia de cuyo nombre se tiene identificación. Además, es considerada actualmente la primera poeta de la humanidad. 
Restos arqueológicos del complejo en el que vivió Enheduanna.
Restos arqueológicos del complejo en el que vivió Enheduanna. Irak
La poesía de Enheduanna se basaba en temática religiosa escrita en cuneiforme sobre tablillas de barro. Por una parte, escribía al dios Nannar y a su templo de Ur y por otra dedicaba himnos a a la diosa Inanna, protectora de la dinastía de Akkad. El escritor Eduardo Galeano dedicó unas palabras a la pionera mujer en su novela Los hijos de los días: "Enheduanna vivió en el reino donde se inventó la escritura, ahora llamado Irak, y ella fue la primera escritora, la primera mujer que firmó sus palabras, y fue también la primera mujer que dictó leyes, y fue astrónoma, sabia en estrellas, y sufrió pena de exilio...". 
Y es que, pese a establecer un gobierno duradero, hubo un tiempo en el que el pueblo se rebeló y fue exiliada de su nuevo hogar. Fue durante el reinado de su hermano Rimush, donde se implicó más a fondo políticamente. No obstante, no pasaría mucho tiempo hasta que la princesa volviese a su posición de Suma Sacerdotisa y terminase sus días representada casi como una semi-diosa, donde continuó dedicando aquellos poemas a la diosa Inanna. Poemas que, 4.000 años más tarde, han sido traducidos por los especialistas en Mesopotamia.
Con tu veneno llenas la tierra
Aúllas como el dios de la tormenta
Cual semilla languideces en el suelo
Eres río henchido que se precipita bajo la montaña
Eres Inanna
Suprema en el cielo y la tierra.

De mí murmuran y exclaman

ROSALÍA DE CASTRO
DICEN QUE NO HABLAN LAS PLANTAS



Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?