«Es Todo » – Marguerite Duras
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Marguerite Duras es el seudónimo de Marguerite Donnadieu; cineasta, escritora; nació en la Indochina francesa -Gia Dinh- en 1914, donde pasó su infancia y adolescencia, experiencia que la marcó rotundamente; durante la segunda guerra mundial participó en la resistencia francesa. Su obra literaria reúne unas cuarentas novelas, una decena de piezas de teatro y guiones cinematográficos. Entre sus novelas se destacan Moderato Cantabile (1958), Destruir, dice ella (1969) y El amante (1984), merecedora ésta del Premio Goncourt. Estos escritos, fueron recopilados por Yann Andréa -su amante-, durante el último año de vida de su vida.
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Sábado 10 de diciembre, 3 pm,
calle Saint-Benoît
Vas derecho hacia la soledad.
Yo no, yo tengo los libros
………………………………………………………Silencio. Y después
Me siento perdida.
Muerte es equivalente.
Es aterrador.
Ya no quiero hacer el esfuerzo.
No pienso en nadie.
El resto se acabó.
Tú también.
Estoy sola.
………………………………………………………Silencio. Y después
Ya no vives de la desgracia, sino de la desesperación.
……………………………………………………...Silencio. Y después
Y. A.: ¿Quién eres?
M. D.: Duras, es todo.
Y. A.: ¿Qué haces Duras?
M. D.: Hace literatura.
………………………………………………………Silencio. Y después
Encontrar qué escribir aún.
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París, 25 de diciembre de 1994
La lluvia de los niños cayó mientras hacía sol.
Con la felicidad.
Fui a ver.
Luego fue necesario explicarles que era normal. Desde hace siglos. Porque los niños no comprendían, no podrían comprender todavía la inteligencia de los Dioses.
Luego fue necesario seguir caminando en el bosque. Y cantar con los adultos, los pequeños, los gatos.
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París, 28 de diciembre.
Una carta para mí.
Bastaría cambiar o abandonar, sin volverse nadie.
La carta.
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31 de diciembre de 1994
Feliz año a Yann Andréa.
Me fastidian tus cartas breves.
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3 de enero, calle Saint-Benoît
Yann, aún estoy aquí.
Es necesario para que parta.
Ya no sé dónde meterme.
Te escribo como si te llamara.
Tal vez puedas verme.
Sé que no servirá de nada.
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3 de julio, 3 pm, Neauphle-le-Château
Bien sé que tienes otras ambiciones. Bien sé que estás triste. Pero me da igual. Que me amas, eso es lo más importante. El resto me da igual. No me importa en absoluto.
Luego, esa misma tarde.
Me siento abrumada por existir.
Esto me produce deseos de escribir.
Escribí muy fuertemente sobre ti cuando te fuiste -sobre el hombre que amo.
Te encuentras en el encanto más vivo que yo haya visto.
Eres el autor de todo.
Hubieras podido hacer todo lo que he hecho.
Te escucho decir que renunciaste a esta frase, a esta frase de aquí.
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