LA DONCELLA
Audre Lorde
Una vez, yo fui mortal
junto a un océano
que tenía los nombres de la noche
pero el primer hombre vino
con su trineo de fuego
impulsado por el sol
Fui transportada
hasta el hueco lunar para una virgen
condenada a iluminar
un mundo árido de mañanas interminables
que espantan a la misma luna
Por dondequiera que corrí
en busca de algún camino a casa
la mañana había bifurcado
los ríos horrendos
que anidan evaporantes en el lecho espumoso
de mi madre mar.
El tiempo forzó la luna
hasta empreñarla
y me encontraron mortal
junto a un cráter
recitando
la mar de nombres de la noche.
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