martes, 30 de mayo de 2017

Canjear los puntos de la tarjeta por un “masajeador personal”

Consejos para mi madre

Número uno: contemplación.
Descolgar el espejo
llevarlo a la habitación y enfrentar una silla.
Acomodarse allí.
Quitarse la ropa,
por completo.
Le diría que se mire fijo a los ojos,
que se entretenga viendo cómo frunce los labios
cómo se tensionan los muslos
cómo se arquea la espalda.
Nos vemos sumamente hermosas en esos momentos de goce.

Número dos: uso del espacio doméstico.
Usar el grifo del bidet
variar entre agua fría y caliente a gusto.
Recostarse en la bañera con la vulva apuntando a la canilla
 y dejar correr el agua.
Esa acrobacia da lugar a un placer casi insoportable.
Le diría que ese es uno de los rincones que más extraño de la casa familiar.
Que ya que lo tiene ahí, que lo aproveche.

Número tres: descanso.
Pasar las tardes en su cama revuelta entre las sábanas,
abandonada al placer de los pliegues.
Dejar que el olor del propio cuerpo impregne todo.
Dormirse húmeda,
luego de apretar dientes, dedos, párpados
y perforar almohadas.
Le diría que así como las calles y las casas,
las camas son nuestras.

Número cuatro: objetos personales.
Cambiar fármacos por dildos
igual de coloridos, sintéticos y penetrantes.
Canjear los puntos de la tarjeta por un “masajeador personal”.
Tres velocidades, en lo posible.
Vaciar un cajón de la mesa de luz,
tirar recetas de cocina, fotos viejas y facturas de servicios.
Le diría que allí guarde sólo juguetes y aceites
que los tenga a la mano
fáciles de encontrar.

Número cinco: ocio y sanación.
Boca arriba, boca abajo
de costado
o como quiera.
Que lo haga mucho.
Que lo haga por diversión.
Hasta que las articulaciones de la muñeca duelan
o  los ojos ardan de tanto porno en internet.
Que simplemente lo haga
como una forma personal y amorosa de combatir su tristeza.



Laura Milano

Nació en Ceres (Santa Fe), hace 33 años. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y actualmente es doctoranda en Ciencias Sociales. Publicó el ensayo “USINA POSPORNO: disidencia sexual, arte y autogestión en la pospornografía” (Ed. Título). Investiga sobre arte, sexualidad y activismo; al tiempo que ama profundamente ponerle el cuerpo a todo eso junto. 

Imagen: Frida Castelli


lunes, 29 de mayo de 2017

¿A qué se parece el amor?

LA FORMA DE LA MUERTE

May Swenson


¿A qué se parece el amor? Ya conocemos
la forma de la muerte. La muerte es una nube
enorme y monumental. Al principio se levanta
un párpado del ojo de la luz:
hay un estruendo, un capullo blanco

que eructa la mandíbula del miedo,
una nube alta que se revuelve del blanco al gris
como un cerebro monstruoso que estalla y se incendia,
después se torna negra, desbordándose,
llenando todo el cielo con la ceniza del terror

y , densa, envuelve entre el mar limpio
y la luna, la cabeza verde de la tierra.
Atrapados en el capullo de su aliento que asfixia
conocemos la forma de la muerte:
la muerte es una nube.

¿ Y cómo es el amor?
¿Es una partícula?¿una estrella-
completamente invisible, más allá del microscopio y del Palomar?
¿Una dimensión inimaginada, superior a la longitud de la esperanza?
¿Es un clima hermoso y remoto que jamás nos atreveremos
a descubrir? ¿Cuál es su color? ¿y su alquimia?
¿Es una gema que puede extraerse de la tierra?
¿O dragarse del mar? ¿Puede comprarse?
¿Puede sembrarse y cosecharse?
¿Es una bestia asustadiza que hay que acechar?

La muerte es una nube
inmensa, un estruendo.
El amor es pequeño y nada estridente.
Anida en cada célula
no se puede partir.

Es un rayo, una semilla, una nota, una palabra,
un movimiento secreto de la sangre y el aire.
No es ajeno, está cerca –
en nuestra piel-
una funda para mantenernos limpios de miedo.

Las mujeres deberían ser pedestales

sábado, 13 de mayo de 2017

Ya no me alimentó la placenta

Quiero volver a ese día, en que
se rompió en mí la lealtad
a la familia, cuando me liberé,
liberada de todos, de todo lo humano,
y derivé como un astronauta suelto. 
Quiero volver a la hora
en que una cuerda de mi mente se cortó
y ya no me alimentó la placenta de la nucleada
o extendida familia sino a la hora en que me aborté
a mí misma o que fui abortada de esa casa.


Sharon Olds - Oda a la lealtad rota

domingo, 7 de mayo de 2017

Frases pantano

Deborah Hadges




imposible tener ideas claras
en noches como esta
frases pantano
luciérnagas que se apagan con silbidos y el agua
que no deja de correr

el reflejo suele ser más que una mirada
como puede mirar un animal su pata al rascarse
se pregunta
si no estuviera el agua estancada o el vidrio en la ventana
cómo saber qué cuerpo
responde al movimiento

hay luz a lo lejos o hacia algo
alguien ríe y pregunta
por qué no
dejarse hundir

los ojos
no se acostumbran nunca al fondo



De 8´17. Ediciones modesto rimba. 2016.