jueves, 16 de junio de 2022

El aroma de la madera al arder

 


Puede ser una imagen de fuego y al aire libre


El humo en nuestro cabello.
El aroma de la madera al arder resguarda
los recuerdos más tenaces.
Mesquite, cedro, pino, enebro,
todas son distintas.
El mesquite es el aire seco del desierto y un suave invierno.
El cedro y el pino son memorias frías.
El viento invernal en nuestro cabello desaparece
y en su lugar se anida el aroma del humo.
Todo el día paseamos
acompañados de ese olor reposando en nuestros hombros.
El aroma más dulce retiene los recuerdos más intensos.
No sentamos alrededor del fuego.
Los sonidos de la madera al crepitar y arder
son breves.
Como los recuerdos, el humo impregna nuestro cabello,
nuestra ropa, todas las capas de nuestra piel.
El humo ingresa a lo más profundo
del corazón de la memoria.
No importa que tan lejos
caminemos lejos del fuego,
siempre llevamos esta esencia con nosotros.
En Nueva York, Francia o Alemania,
al volver a sentir el aroma de la madera al arder,
regresamos a casa.


Ofelia Zepeda, del pueblo Tohono O’odham (Papago).

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