Graciela Cros
A esta ciudad con un puerto sin muelles llegan cientos de náufragos
agotados por temporales de incredulidad y falta de confianza.
Largos días en el mar han vuelto azules sus ojos y si se les pregunta
ellos niegan con fervor esa condición. No quieren admitir señales del pasado.
Buscan aquí lo que no hallaron en el Norte pero éste tampoco es el Sur
ni el Este ni el Oeste. Y aunque ellos lo saben prefieren mantener una ilusión.
Hay piratas y mercaderes. Esclavos y terratenientes. Cerdos y peces.
Nada es igual y todo se parece. De sucesivos naufragios han aprendido
y con un banco en la plaza y algo para leer suelen sentirse bien.
“Visita guiada al cráter”
En el Alto hay un volcán caliente que ofrece a los curiosos (viajeros y locales)
una experiencia única en el nuevo turismo de aventura: pelear la sobrevida
en un inmenso cráter con gavilanes, buitres y otras calificadas bestias de rapiña.
Se organizan visitas a este exclusivo centro este circo romano este lugar desesperado
por ahora bajo control.
de Flor azteca, 1991
“Geishas”
I
¿Cuándo llegaremos a Hollywood?
interroga la geisha imprudente
y se estremece el raso de su traje.
¿Acaso buscas revolotear de hadas,
lloviznar de magnolias, ser feliz para siempre
como quieren los niños?
No es así, le digo, no lo creas.
Esa colina no existe.
Aquí sólo hay arena.
Abre tu corazón como abanico y siéntate
a celebrar los brotes del desierto.
No hay otra cosa.
La luz
y estas maripositas en el viento.
VIII
Tiembla su corazón de pájaro
detrás de la brillante vestidura.
¿Cuán importante es?
pregunto a la geisha amenazada.
Esa puerta cerró.
El hombre, al otro lado, no te oye.
El hombre, al otro lado, tiene la llave
que anhelas.
¿Cuán importante es?
No te detengas frente a una puerta clausurada.
Aprende a confiar en la zozobra del propio movimiento.
No es él, al otro lado, no lo es.
Es tu temblor el que amenaza.
de La escena imperfecta, 1996
Siete ángeles españoles
X
Sin embargo
no sé
si lo conozco
suficiente
Él
se empeña
en mostrar
uno
que sospecho
no es
para el resto
─digamos
lo que está afuera del jardín
y la casa─
donde yo
no soy
la que es
para el resto
como Virginia Wolf cuando admite: “Amar la convierte a una en un ser solitario” de “Siete ángeles españoles” en Urca, 1999
Urca*
-ch-
El silencio, tormenta del pasado, botín de incertidumbre,
expande su contorno al revés de la lluvia que
en Urca
se retrae
Ni sonar de teléfono ni puño que a la puerta golpee
ni carta con vistosas estampillas de una ciudad al sur
Curiosa caja china de mudez mercenaria:
con ojos de muaré alguien vigila
y en el silencio oculta
lo robado
En su destierro
el niño se busca en el cristal y nada advierte
La sed lo lleva al agua real
LA SANTA LECHE ANHELA
-e-
Alcione Clara Milton Caetano Chico María Ney
Cometas de materia luminosa
Terciopelo de Río
Suavidades en la estrellada noche
donde rueda
la falsa biografía del cautivo
Y el mar
el mar con su corona única
para sobrevivir al simulacro
en los Jardines de Urca
de Urca, 1999 *Barrio de Río de Janeiro
Diálogo con el celta
“Oficio”
De su padre había aprendido
A distinguir el fuego y la ceniza
De mí
No sé qué
Aprendía
Yo escribía versos
Azar que a algunos pocos
Convierte en poetas
Él me animaba indulgente, afable:
A escribir, a escribir, eso me gusta.
de “Diálogo con el Celta”, en Urca, 1999
Cordelia en Guatemala
“Se habla de las palabras”
Quiso Cordelia dejar de ser una
EXTRANJERA
Fumó en K’iché’, en kaq’chikel, en
tz’utuhil, en mam, en 21 lenguas
cantarinas:
─Todavía no digo la palabra que es mía
Fumó la hija fiel
La perla sentimental
La malquerida del Rey Lear
Fumó para saber:
─También anhelo una palabra predilecta
pero sin patria
¿Cómo he de tenerla?
Fumó para saber:
─También yo quiero mi cayuco, como el Viejo
Noé, como mi amado Cara de Caballo
Fundacional tenía el ánima y quiso
aprovecharlo
Cruzó portales perfumados, vereditas alegres
Atravesó las milpas, los manglares
Comió higos silvestres, aguacates y mangos
Sol de Panajachel, rogó Cordelia, Luna de Sololá
Brisa de Chuchumatán
Vengan conmigo a bordo del Pequod
he fabricado
MI ARTEFACTO
Como el V iejo Noé, como mi amado Cara de
Caballo, ahora tengo mi cayuco:
¡VENGAN A BORDO, HICE TRAER EL
CLAVICORDIO!
ENTERRÉ A MI PADRE
(Le han puesto un número, es el 1160)
NO TENGO PATRIA
OLVIDÉ LA INFANCIA
La muerte me visita porque soy
EXTRANJERA
Porque aún
NO DIGO
MI PALABRA
Aquí
Donde no soy quien era
No soy más que un nombre, un sonido
ESCUCHEN
SUENA ASÍ:
COR – DE – LIA
Aquí
Donde no soy quien era
No soy más que una idea, un concepto
ESCUCHEN
SUENA ASÍ:
COR – DE – LIA
De este más allá en el que soy
LA EXTRANJERA
Debo hacer mi más acá
Reunir astillas, briznas de Cordelia
¿ESTO ME HA SIDO DADO
O
SOY YO QUIEN LO CREA?
de Cordelia en Guatemala, 2001
“Aves”
7
Soy una dama asimétrica
que paga con dolor
la sumisión de sus vértebras
Soy una Garza Blanca una Bandurria Mora
una Cachaña en bandada que vuela cara al viento
Hablo en dialecto sudaqués
y la gente me encuentra pintoresca
Soy monolingüe sudaca argentino-patagónica mapuche
En otra vida fui consejera espiritual
luchadora en fango gimnasta olímpica
gata de casa de escritor mujer africana lapidada
En ésta
soy lenta
como semilla da bambú
Los impacientes no me soportan
Ignoro si sembré lo que esperaba cosechar
Ignoro si pretendo cosechar lo que nunca sembré
Soy un personaje de Ficción que escribe una novela
en la que hay un personaje de Ficción que escribe una novela
y así hasta aburrir
Si me lo pide el editor
agrego o quito
un Capítulo
Éste es mi sino.
de Libro de Boock, 2004
“La parte más negra”
Un día aparece y uno siente que todo terminó.
Se pudo fingir hasta ese momento pero ya no podrá hacerlo
ni por un segundo más.
No es una mancha que se expande.
Un gas que asfixia.
Es una sensación de luz cortada.
No quedan huellas.
Uno no sabe quién es ni dónde está.
Te arrancan los ojos, te cortan la lengua, te tapan los oídos, te despellejan vivo.
No hay referencias en ese vacío.
Al rato, como si alguien encendiera la luz,
la parte más negra se esconde, es decir, adelgaza
tanto como para hacernos creer
que desapareció.
Los que estamos en el ajo
sabemos que esto no ocurre.
Una vez que se presenta nunca más deja de hacerlo.
Esto pasa de vez en cuando, por eso vuelven a aumentarme la dosis.
Si no, la parte más negra se descuelga como arañita laboriosa
y eso, aquí, es difícil de llevar.
Inédito, 2005
Tomado de http://bellezabellezaenteramadrequetesacudes.blogspot.com.ar/2007/03/graciela-cros-algo-se-quiebra-se-diluye.html
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