IRENE GRUSS
Me revienta cuando callas
porque te tengo y no
alcanzame el tenedor, dadme la lira, dádmela
que muero porque no muero, Dios
nació en un día de estruendo
mudo y al revés,
por qué no al revés, ah, Hölderlin,
ya encontraremos el rumbo de las islas perdidas...
y todo a pulmón, a honrar la vida
y la filosofía cruel de amar, del saber
y el después partir
con un cuchillito que apenas cabía en mi mano,
oh, madre, esa boca sombría, y tú
que tenemos que hablar de muchas cosas
vosotras, inevitables gozosas,
ay me
vos no sabés lo que es el amor, Carl,
Emily, abarajame la punta del pie, la peronilla
y el peroné.
Será justicia.
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