Emi Carabajal (Ni nardos ni caracolas en feis y saludo lorquiano)
Troyanas
Esta es la tierra
No importa el augurio que los profetas vaticinen
Ni la gloria distante que los dioses nos reserven
Es aquí el suelo
Aquí la hierba
Aquí el trigo y la amapola
Es aquí su oscura firmeza
La humedad fructífera
El rumor de las especias
Aquí la siembra y su canto impostergable
Cuando broten las semillas que nos dio el bosque frigio
Y Cartago se impregne de nuestros aromas
Es esta la tierra
¿Qué adelanta el sino que los vates le consagren
O el periplo que los reyes nos impongan?
Es aquí la piedra y su cerrazón impenetrable
Es aquí la sangre espesa de la arcilla
El oro volátil de la arena
Aquí los niños hundirán los pies en el dúctil corazón del barro
Y aquí nuestras manos fatigarán la cerámica
Hasta dar en el ánfora que la habita
Aquí los hombres más recios han de abrir las montañas
Para extraer frutos subterráneos que doblegarán al fuego
Para crear formas nuevas
Aquí los más piadosos han de surcar los campos
Para enterrar los muertos
Y resguardarlos del mundo
Y sus vaivenes
La tierra es esta
No importa el límite que se dirima en las batallas
O en los acuerdos de los nobles
Es aquí la inmensidad de los trigales
Agitadas crines de un corcel dorado
En que el viento galopa
Aquí el silencio infinito de la piedra
Aquí el brotar irrefrenable de las amapolas
Es grande nuestra tierra
Han de caber todos los muertos
Incluso aquellos con que sembramos el mar
Entonces la dicha irrumpirá en un aire transparente
Y un verde hipnótico nos concederá el olvido
Esta, hermanas, es la tierra
Desoigan las prédicas
Los himnos
Ignoren los títulos con que los sabios la invistan
Son las manos que la siembran
Las que sabrán su nombre
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