• "He venido a escribirte, es decir, a ser", (extraído del poemario "El lugar de la poesía, Es solo ir diciendo"), de Clarice Lispector | Escritora brasileña.
Nació el 10 de diciembre de 1920.
Para Clarice Lispector, la poesía es una experiencia, la memoria, una praxis. El lenguaje poético revela lo iniciático, lo inventivo, lo indecible:
«Yo no sé escribir, perdí la manera. Pero ya he visto mucha cosa en el mundo. Una de ellas y no de las menos dolorosas, es haber visto bocas que se abrían para decir o tal vez apenas balbucear, y que simplemente no lo conseguían. Entonces yo quisiera a veces decir lo que ellas no pudieron hablar».
Un día me despierto y el agua me llega hasta las rodillas los libros ondean como peces de río una bufanda nada a la deriva la vajilla se hunde solo flotan las tacitas chinas ya es tarde para salvar el manual de insectos que es parte del fondo marino y yo que quería hacer tantas cosas ser bailarina esperar el tren en polainas estirar el brazo como un junco por arriba de la cabeza caer siempre bien parada impuntual pero esbelta rota pero esbelta.
Balcones
Algunas veces me cruzo con el vecino del quinto en la entrada del edificio lo veo desde lejos y espero con la puerta abierta soy así de caballera si le brillan los ojos detrás de los vidrios redondos sé que tuvo un buen día si no más tarde se apoya sobre la baranda como si mirara el mar y no esta avenida trillada por eso me gusta acompañarlo abrirle la puerta por si al cruzar la calle se quedó esperando el semáforo más de la cuenta pensando que en algún momento algo descarriló como si ya no pudiera sentirse demasiado triste o demasiado contento ¿algo descarriló? entonces me consuela abrirle la puerta reconocer el exceso de abrigo o la barba crecida. Yo también me quedé mirando más de la cuenta un perro quieto la persiana de la panadería bajando primero la estridencia y después el silencio mientras cerraban el candado. Nos sostenemos la puerta nada más a veces salimos a la vez a los balcones y actúo un súbito interés por la santa rita por la disposición geométrica de las macetas.
Fuera de temporada
IV.
Hubo demasiada balada nadie fue del todo impermeable a la melaza clonada en VHS. La chica en la playa flequillo en flor el chico apareciendo desde atrás. Nos pusieron esa droga en la bebida ese cassette infame en el cerebro donde alguien salido del viento viene siempre a salvarte.
Epecuén
Se fueron a Carhué a construir casas con pastos perfectos y ojos vacíos. Las ruinas del pueblo inundado solo las visitan los turistas. Acá estaba la pizzería, ahí la escuela esta era la pista de baile y esa pared del fondo la Heladería Flamingo. Hace unos años el pueblo fue tapa de diario, gente de todo el país flotando sobre el agua al mismo tiempo. Ahora junto a la tortuga más rápida la señora más anciana la araña más venenosa están las ruinas de Epecuén: casi dos mil cuerpos quietos como estatuas haciendo equilibrio en la laguna para salir bien en la foto y batir el récord. Alrededor de los árboles blancos secados por la sal vuela el pajarerío nítido. Alguien dice que en los documentales nadie logra descifrar el secreto de las bandadas que dibujan formas geométricas en el cielo: misterio. Un anciano pedalea al atardecer encontró entre las ruinas unas copitas de cristal y un vermut que todavía estaba bastante bueno.
Flor Braier (Buenos Aires, 1979)
Actriz, cantante, compositora y escritora. Radicada en Buenos Aires desde 2004, vivió y se formó en Barcelona.
Poesía Los nombres propios, Buenos Aires, Caleta Olivia, 2018 Bambalinas, Buenos Aires, Vinciguerra
Antologías Poemas y relatos desde el Sur, Barcelona, Ediciones Carena
Óscar de Pablo en la tercera entrega de la curaduría de la autora de Carneada. Lo define como a uno "de esos escritores que parecen haber vivido y leído mucho más de lo que podría caber en menos de cuarenta años".
Óscar de Pablo
Notas y selección de Soledad Castresana.
Nació en la ciudad donde murió Manuel Puig, Cuernavaca. Según los registros, en el 79, pero a mí me cuesta creerlo. Óscar de Pablo es de esos escritores que parecen haber vivido y leído mucho más de lo que podría caber en menos de cuarenta años. Su poesía es prima de la de Alejandro Crotto, intuí cuando empecé a leerlo. Y no me equivoqué: el último libro de De Pablo se abre con dos versos de Abejas.
Es autor de la novela El hábito de la noche (2011), del relato histórico El capitán Sangrefría–Conversación con el fantasma de Rosendo Gómez Lorenzo (2015) y de varios libros de poemas, entre ellos: El baile de las condiciones (2011) y De la materia en forma de sonido (2015).Recibió los premios de poesía Elías Nandino (2004), Jaime Reyes (2005) y Francisco Cervantes (2006), así como el de guión cinematográfico Alejandro Galindo (2010). Estudió Ciencia Política en la UNAM, pero no obtuvo la licenciatura. Dice que su formación política, que tiene mucho peso en su poesía, viene de la militancia en un grupo trotskista.
Dejos dos poemas de El baile de las condiciones, que acaba de ser editado en Argentina por Audisea (contratapa de Crotto, otra vez) y que les recomiendo con entusiasmo. Al final, un video de yapa.
ÉRAMOS RATONES,
temblando en un rincón de casa de mi madre, allá en
la casa enorme de mi madre. Mi madre, una
princesa
sin príncipe y sin rey, ya entonces era frágil
como una veladora; su casa era un rincón adentro de
su casa. Dentro, llena de miedo, repartía a sus
dos hijos
vestigios ínfimos de azúcar y de queso. Siempre fuimos
ratones
allá en la casa enorme de mi madre. Los tres nos
ocultábamos en los resquicios, soñando con
veneno para ratas, pues éramos pequeños
e indeseables ratones, allá en la casa enorme de mi
madre.
No sé quiénes serían los verdaderos dueños, de aquella
casa enorme de mi madre. Los verdaderos
dueños de los que había que huir,
no sé quiénes serían, allá en la enorme casa
enorme de mi madre.
Acaso los ratones.
PANFLETO
(fragmento)
Ya llegará el momento de los himnos: memoria
mientras tanto. Mientras tanto salir, interrogar
la senda circular de las voces, los ruiditos
profundos y marinos
de la lengua tezontle; sacarle a la piedrita del lenguaje
ecos inusitados, contener en sus centros el crujir de
las letras, contener la memoria, pero nunca los
pálpitos de sangre, pero nunca el aliento, pero
nunca. Como rezar, hablar, recordar con la
lengua y así llegar a ser
como la almeja toda, toda lengua. Hablar en el papel
y en el sonido, para no quedar fuera de esta
cábala abierta, de este hervidero popular del
habla, este guiso de pobre —olla de sobras—,
canto latente así, pegado al suelo, memoria
rumorosa y subterránea
de los antiguos árboles de canto.
No cantemos aún, pero nunca dejemos
que se apaguen del todo las brasas de la lengua, pero
nunca olvidemos el humano camino
de la voz hacia fuera. No cantemos aún, todavía no:
.ELLA DUERME (novela negra) .Despierto con una imagen confusa: oso estrábico en cuya balanza no se ha cebado aún la moral ni las falsas esperanzas de los pobres. No hago bulla, aunque no puedo dejar de sospechar que con cada paso que doy una quimera se empecina con esa que eres tú en tu sueño; Alicia asustada, carnada fresca para el pez martillo. Trato de no caer y busco el equilibrio en mi tronco. En su defecto hallo fotografías borrosas que debieran decirme quién soy y qué he hecho, pero su luz es incapaz de penetrar mi fondo marino y entiendo por fin el secreto de la vida abisal. Abro la puerta como un cerrajero proscrito y me escabullo de la habitación lentamente, con la excitación calma que provoca lo prohibido en los hombres. Ella duerme. El escenario se ofrece como óleo que quedó en bosquejo y la casa, en abandono, se comporta como un dios furioso que ha perdido el control de sus actos (mientras un pájaro negro te susurra al oído: niño, todo pasó cuando dormías). Las manchas sugieren siluetas que dispara la máquina de proyección: ahora, tan temprano, es posible hacer gestalt con figuras vacías y empezar a encontrar las respuestas que exige un sábado que se resiste a iniciar (alborada perdida en ventiscas): ¿Ángeles corruptos, murciélagos inmaculados o feroces amenazas de embargo en las cartas sobre la mesa? ¿Desperdicios de fiesta, restos de gordas alimañas o el ruego líquido de un dios para hacernos bailar? Apolo lanza maldiciones bordadas en flores al balneario más pequeño de la costa Pacífico pero ¿qué falda se ha levantado para llamar su atención esta vez? ¿Acaso alumbra a la mujer que duerme un viernes eterno? Acosado por haces de luz y un sabor salino en la boca recojo de la cesta mi primera revelación diurna: nuestra historia despegará en un hermoso vuelo de uvas y tú, ataviada como una oruga nupcial, crearás nuevas lenguas con las voces de asombro recogidas. .El sol anuncia: la sangre gana al sueño. Es momento de salir..Estiro las piernas y me enfundo en rayas para detener el cataclismo de mi cabeza (de cada hebra brota un fin de mundo posible). La calle es fecunda en su fauna aparente, pequeñas estridencias de una noche intacta recuerdan el cambio de vida: de predador nocturno a paseante matinal, de obsesión alcohólica a previsión canábica, de promesa de parte a ilusión falleciente. Los proyectos hacen fila con la resignación que los limeños han puesto en la espera. Ella duerme, y aun a seiscientos metros de casa es posible escuchar la alegría de su sed: ¡fresas, trae las fresas para mí! Registro los tallos, su invitación de madurez, y ausculto el tamaño de las semillas para elegirlas agrícolamente, honrando el cuidado con el que fueron criadas. Fuera, la luna deja ver su coqueta esferidad mientras una corte encubre sus intenciones de fuga. Aplaudo el acto y vuelvo a la cueva con ese andar remoto que concede la labor cumplida, satisfecho de mí mismo, compensado por el vicio ajeno, así de espantosa es la indulgencia cuando se mira en el espejo propio. Juego entonces a ser quien soy: un hombre que el tiempo ha deshecho. ¡Ese fin de los miserables!, exclama el periodiquero, y en su tono asoma ese desdén tan próximo a la astucia que convierte en complicidad lo que sólo son insultos. Con el entusiasmo apaciguado mascullo mi bienvenida, subo a casa y noto mi función delatora. Soy el cascabel del animal, la seña auditiva que alerta: ¡el único entre los muertos vive! .Si he alzado las cortinas o no, no lo recuerdo. Los platos están donde los dejé. Todas las avenidas importantes van al mar.Ella duerme en mi cama vacía. . . JAMES WHALE. El laboratorio se dispone, las luces se apagan, el reflejo de la luna ondula sobre el agua de noche. Un armatoste fundido en el sótano estalla rayos de luz agria, el contraste sobre la pared crea águilas evanescentes que agitan alas lisérgicas, el hambre revolotea sobre el corazón científico de la ciudad. La bata de doctor griego se funde sobre la sombra del moño, sonríe lo que queda de una enfermera húngara. He aquí un homenaje al imperio desde la miseria de un suburbio feudal. Se acciona el convertor sónico, baja la palanca, un genio de manos cortas y pelo revuelto lanza maldiciones sobre aldeanos temerosos mientras acciona el transformador. Ellos, desde las persianas quebradas de sus casas, auscultan al loco que arrebatará los focos de sus vidas. .Yo soy la alquimia, la energía de la noche vóltica. Mi obsesión insufla vida a la carne yerma..En la camilla, el espantajo yace con el pecho abierto: corazón de buey, cerebro profano, piernas equinas, brazos robot, frente plana, piel sáurica. Las fauces, dientes lagartos que trillan el menor intento de bondad. El sexo, la pieza intacta de la última carnicería. El pararrayos atraviesa el cielo y otorga distinción al experimento; James Whale recoge la copa y brinda en su honor. ¿No es amar consumar la obsesión propia? Viejo Prometeo, ¿dónde el fuego sino en tu entraña?, ¿cómo el heroísmo si no hay dolor? Estalla la tormenta y el aniego insemina; pronto las nubes alcanzarán la tropósfera y la estática cargará la luz que divide el hielo. La historia requiere una descarga fecunda. Y la historia, siempre, se cumple con la rapacidad de un deicidio: .Frecuencia: 1 megaherz. Temperatura: 27 000 °C. Velocidad: 44 000 metros por segundo..El rayo truena como una carcajada y el Caído desciende para burlarse de los hombres. Posa su mano en la encarnación y permite que fluya eso que no es posible llamar vida; la hostia negra consagra el hechizo de la misa sulfúrica. El mal besa en los labios con un cariño que en la penumbra se confunde con amor. La mansión retumba con el íncubo: los postigos se astillan y la madera vence, los libreros caen, las chispas arden, el papel incendia, las vigas ceden. Un piso sobre otro sobre vísceras corruptas. La máquina explota en tuercas y los electrodos se disparan como tentáculos de Kraken: el doctor al piso, el fuego proyecta una sombra sobre la casa, la sombra crece para reinar como una maldición rumana sobre un pueblo perdido. La ambición reserva su última mirada a observar lo magnífico de la creación. .Entonces, todos los demonios de la tierra le rodearon, Les vió el cadáver triste, emocionado: incorpórose lentamente, abrazó al primer hombre, echóse a andar.. .ORION . …………………………………………………..a mi padre .Cliff Burton apareció como un náufrago en la Costa Verde el 28 de septiembre de 1996. …………………………………………………..Los pescadores se dieron cuenta pues sus ojos rivalizaban con el sol apagado del cielo y su pecho hundido recordaba al de Olaya …………………………………………………..ante ………………………………la proeza. Vestía pantalones acampanados, un polo negro …………………………………………………………….manga …………………………………………………………….cero, y de sus dedos brillaba el metal de calaveras piratas forjadas al contraluz de una costa desierta. ………………………..El pelo bajaba por su cintura …………………confundiéndose con algas ………………que luego dejaban sus pies …………a manera de huellas, mientras sus labios se abrían como el bostezo de una morsa ………………………………del que emergen ………………………………filudos dientes cariados, ………………………………ahora enfrentándose ………………………………a la lluvia multicolor ………………………………de las piletas.
Subió Burton la cuesta con pesadez. Retumbaba la ciudad histórica a sus pasos mientras la Escuela Militar se remecía ………………………………bombardeada ………………………………por la posma. La armada cobró vida …..a la voz de un sargento que gritó al cielo ………………………………“¡el Llamado!”, provocando que un cadete ………………………………apenas recluso que embellecía la academia con una camiseta en el que Margaret Thatcher era asesinada …………contestara …………con ahogo: ………… “¡Clifford Lee Burton!”. .Con sólo oír su nombre una manada de chacales le rodeó y siguió con la misma fidelidad que obtuvo Oberlus en la Isla de Carlos, ………………………………dirigiéndose la improvisada tropa ………...hacia el Centro de Lima por el camino central de la Vía Expresa donde su espontáneo orden y andar armónico llamó la atención de locos ………………………………drogos ……………………………………y mendigos que vieron en la marcha fantasma la última oportunidad de salvar sus almas emprendiendo una revolución, ………………………fuera ésta la que ………………………………fuera. .Cerca de la Plaza San Martín viró Burton a la izquierda de un kiosko y llegó al Bar Yacana ………………………donde exigió una Rickenbacker 4001JG ………………………que hizo tronar de la misma forma en la que rugirán las cornetas de los jinetes ………………………………………...cuando se abran las puertas del infierno. …………………………………………A esto el ejército desarrapado contestó con alaridos de satisfacción y solicitó de inmediato a quien era ya por entonces un ángel embravecido ……………………………………………………que por favor consuele a la ciudad ……………………………………………y a sus habitantes ……………………………………………………con un solo de bajo a lo que él respondió meneando la cabeza ……………………………………………y graduando la distorsión ….en el punto justo de Mesmer. ……………………………………………Siguieron luego los gritos, ……………………………………………………chillaron las hienas, ………………………………y hubo también quién optó por brindar ……………………ofrendándose desnudo ……………………mientras las notas invadían calles ……….quintas ……………………y callejuelas y el sonido se hacía tan grave y en tan baja frecuencia fecundaba a las flores que de ellas empezaron a brotar trémolos ……………………………………………………húmedos ……………………y armónicos irreproducibles ……………………y fecundó también a las putas del jirón Camaná ……….que empezaron a aullar el coro ……….de una misa gótica. .Y cuando el último acorde se desvaneció en el vaho ……………………………………………………con ese singular efecto sedante ……………………………………………………San Francisco 1983, Burton caminó hacia la costa donde se hizo uno con el mar y luego con la nada y luego fue sólo un hombre a punto de explotar desapareciendo en el abismo como un príncipe al filo de la noche cósmica.
.JERÓNIMO PIMENTEL: (Lima, 1978) Estudió Periodismo en la Universidad Católica. Integra el grupo La Pandilla Interior. Es redactor de la revista Caretas. Ha publicado Marineros & boxeadores (2003), Pequeños poemas para caras largas de Armando Chang (2003), Frágiles trofeos (2003), La forma de los hombres que vendrán de Matías P. Delgado (2010) y La muerte de un burgués (2010), que fuera presentado en lima recientemente y al cual pertenecen los textos que publicados aquí por por cortesía del autor..JUAN CARLOS ZEBALLOS / Pintura. Óleo sobre tela. 100 x 100 cm.
Nunca fuimos las creaturas vitales de este mundo. Millones de seres nos precedieron en la existencia. Líquenes, simbiosis de hongos, células procariotas ganaron territorio en la historia.
Ahora somos supervivientes en el borde salvaje, despojos de carnes viejas de ojos lustrosos. Vivimos en la necrópolis donde hubo aldeas. Hay calzadas en ruinas, redes virtuales impredecibles, ganado experimental, software oxidado y vegetales monstruosos acechando la periferia.
La naturaleza ha mutado como hembra turbada, el candor del pistilo se fue. Ya no acaricia las sienes humanas. Ahora es una madre hambrienta de civilización, se devora datos precargados, y nos vomita los algoritmos fundidos con savia.
Animales deformes habitan calles otrora aglutinadas. Ahora los peces tienen largo pelaje, las enredaderas confabulan con inteligencia artificial, las escamas de los lobos brillan mientras ellos aúllan. Intoxicamos al universo botánico.
La cascada de la perfidia cae sobre la vida. Moja con negras gotas mi nuca. Aún escondida en las cuevas recónditas me hallará Ninsar, comerá de mi cráneo y de los dispositivos. Estamos lejos del pacto con la naturaleza. ¬
Roxana Mirana Rupailaf (1982 – Osorno) es una poeta mapuche-huilliche del sur de Chile. Es profesora de Lenguaje y Comunicación y obtuvo su titulo en la Universidades de Los Lagos (Osorno) y Götingen (Alemania). Posteriormente, continuó sus estudios graduados en la Universidad Austral de Chile.
Su escritura ha alcanzado gran reconocimiento nacional e internacional, incluyendo traducción de sus poemas y publicaciones en varias revistas internacionales. En 2006 y 2008 ganó el premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Hasta ahora ha publicado cinco libros: Tentaciones de Eva (2003), Seducción de los venenos (2008), Shumpall (2011 and 2018), Kopuke filu-serpientes de Agua (2017), y Trewa Ko (2018). Además, su poesia ha sido incluida en varias antologías de poesia Epu Mari ulkantufe ta fachantu/20 poetas mapuche contemporáneos (2003) y Antología de poetas americanos (Canada, 2005).
Hoy dejamos dos poemas inéditos («No podrán arrancarnos…» y «El guindado provoca…») que la poeta nos comparte sobre el estallido y revolución en Chile. Además, dejamos tres poemas seleccionados por su autora y relacionados a esta situación actual. Foto por Alvaro de la Fuente.
1 No podrán arrancarnos las visiones no podrán arrancarnos las visiones el galope de la sangre en el camino es una mancha de luz que hiere el día el sacrificio del líquido caliente en el ritual antecede a las palabras reiteradas en la danza de los cuerpos que gritan sus nombres se pronuncian a sí mismos como única promesa como última promesa del regreso No No No Nunca podrán arrancarnos las visiones
2 El guindado provoca una sucesión de pesadillas recortes de la muerte cuerpos que se deshacen rostros que se arden yo no puedo evitar que sufras pero puedo darte la fuerza de mi risa yo no puedo evitarte lo real la herida el golpe de los otros la injusticia La mancha de la guinda en el mantel La imagen de la fruta que se expande por los cuerpos Debe ser el azúcar de las guindas o la mezcla del brebaje con el vino lo cierto es que vinieron pesadillas entraron por mi boca me inundaron de visiones yo no puedo evitarte lo real pero puedo ofrendarte mi alegría
3 La ciudad es una trampa esta ciudad es un agujero un laberinto negro donde nadie espera donde nada espera Yo que soñé el abrazo y el abrazo no estuvo sí, la palabra sucia salida de la boca de los brutos Esta ciudad está llena de brutos de violencia de ojos que son cuchillos de piedras que todos quieren arrojar sobre los cuerpos esos cuerpos que son el aleteo limpio de la imaginación esos cuerpos que son agua oxígeno de calles consumidas por el humo por el fuego el azar de golpearnos por doquier Amoratarnos vaciarnos el adentro lamer toda la esquina reconstruir el cuerpo zurcir la escena. Esta ciudad este país está lleno de brutos
4 «Mi Fragmento: Mi país se llama Chile Aquí, yo floto herida naufrago El jardín de placentas que pronuncia mi nombre se llama Chile Ya no puedo escaparme del Edén porque mi paraíso de muertes y atentados Mi cárcel de aire y de tortura Las cabezas con gusanos que yo amo están aqui Mi fragmento Mi fragmento Lo que me pertenece Lo que me quitaron Mi mudez se llama Chile Mi látigo Los asesinos Mi duelo La venganza de laureles Maleficios Troncos rotos Sacrificio de gallinas Es la sangre revuelta con la tierra Corazones sudando en mi bandera sin estrella Ya te digo Ya te digo Yo no puedo escaparme del Edén»
5 Voy a incendiar esta ciudad sus casas Voy a quemarte lentamente los cabellos para que no olvides la herida Mi herida el puñal con el que tantas veces trataste de matarme Voy a quemarte el rostro los rostros en los cuales te miraste el deseo Arderán como muñecas plásticas las palabras con las que nunca pudiste acariciarme Voy a incendiar esta ciudad tus pasos todo árbol de un de pronto será llamas Yo misma me quemaré las manos y los ojos el vestido a pedazos se caerá mi cuerpo oscuro y no me dolerá no voy a quejarme porque la ciudad (tu ciudad) arderá conmigo