Abro el cigarro
como si fuera una hoja de tabaco
y aspiro ávidamente
la ausencia de tu vida.
Es tan bello sentirte fuera,
y nunca jamás escuchado.
Soy cruel, lo sé,
pero la jerga de los poetas es esto:
un largo silencio encendido
tras un larguísimo beso.
ALDA MERINI.
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