5 poemas de Mercedes Cebrián
Mercedes Cebrián es una poeta, narradora y traductora nacida en Madrid, en 1971. Ha publicado los libros Muchacha de Castilla (La Bella Varsovia, 2019), Malgastar (La Bella Varsovia, 2016), Verano azul: unas vacaciones en el corazón de la transición (Alpha Decay 2016), El genuino sabor (Literatura Random House, 2014); Oremos por nuestros pasaportes (Antología) (Mondadori Argentina, 2012), El malestar al alcance de todos (Caballo de Troya, 2004) y Mercado Común (Caballo de Troya, 2006), entre otros. Sus relatos, poemas y ensayos han aparecido en Revista de Occidente, Letras Libres, Poetry London, Quimera o Circumference (Universidad de Columbia), y en antologías como Cuento español actual (Cátedra, 2014), El arquero inmóvil (Páginas de Espuma, 2006) o Pequeñas resistencias 5 (Páginas de Espuma, 2010). Ha sido columnista del diario Público y colabora con los suplementos El Viajero y Babelia de El País y Cultura/s de La Vanguardia. Asimismo, ha traducido al castellano a Sigrid Nunez, Georges Perec, Alan Sillitoe, Miranda July y Alain de Botton. Su versión de Lo infraordinario de Perec recibió en 2008 el premio Mots Passants de la Universitat de Barcelona a la mejor traducción del francés. Ha sido becaria de literatura en la Residencia de Estudiantes de Madrid (2002-2004) y en la Academia de España en Roma (2006-2007). Durante 2018 fue editora invitada del sello Caballo de Troya (Penguin Random House).
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Mal tenis de mesa; mal uso de la raqueta. La pelota
cae al suelo todo el tiempo. Frío dentro
del calor, como el helado de un restaurante chino
refrito en la sartén, frío en el interior
de lo que me vendieron como confortable: si se tratase
de un anorak de plumas podría denunciarlos
por estafa.
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No se quiere a la gente, lo que se quiere es el invierno
de la gente: sus alfombras, sus mantas de franela,
sus radiadores siempre bien purgados.
Y fuera, la tormenta,
inimitable de tan amarilla.
(Parecen elefantes barritando
y en realidad es el viento, es la versión
acústica del Arca de Noé).
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El abrigo de paño gris oscuro
forjó la idea de Europa —nos subimos
el cuello por detrás si refresca
más de lo que esperamos. Ahí se ve
su parte más innoble. Milán es un ejemplo,
agazapada bajo las solapas
de la famosa Italia.
Viena o Milán. Probablemente invierno.
(Pero si solo faltan dos paradas, no merece
la pena que te subas a Europa).
***
Me habéis visto vivir, tropezar en ese idioma vuestro;
me disteis un confort muy similar
al de una manta eléctrica. (España a cambio
os cedió su verano). Y me diréis ahora
qué hacer con los adaptadores, con las series de humor
y las cubreteteras.
***
Venimos siendo carne
picada últimamente, y no es del todo malo
que así sea. Albóndigas, salchichas,
hamburguesas: es increíble
la versatilidad de la carne picada.
Sirve como relleno y al tumbarse sobre ella
nos resulta mullida.
¿Qué opinas de parecer largos fideos rojos?
Si hay un próximo encuentro entre nosotros, será
en ese formato. Buscar ojos y bocas en las caras
es una práctica del siglo diecinueve, hoy la expresividad
procede de los leves matices del rojo
en el músculo muerto.
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