La gata está en celo:
lunes, 31 de octubre de 2022
La gata está en celo
viernes, 28 de octubre de 2022
En lugar de sentirse como si fuera un pájaro migratorio, se sintió como si fuera muchos de ellos
Algunos poemas de Mónica de la Torre
Por: Mónica de la Torre
Traducciones: Cristián Gómez O.
Crédito de la foto: New York Social Diary
(http://www.newyorksocialdiary.com/node/1907663/print)
MIGRATING BIRDS
Victor got a real sense of power
from making his own raisins. He’d buy
pounds and pounds of grapes
and leave them to dry
on the kitchen table.
Theresa didn’t want to hear about
her ex-husband’s cancer. Not on Father’s Day.
She took a train all night
to have breakfast with her cousin.
All Sunday she rode the train back.
Once Martin’s wife had left,
he decided to take advantage of her space.
He built a sauna where her closet was,
sat there every morning, to read the paper
and Buddha.
One night Helga wore her prettiest dress,
though she knew he wouldn’t be there.
She drank dry white, got drunk
(she was on a diet), and fell down.
Later he saw the holes in her pantyhose.
María was usually bumping into
furniture. Each time she got closer to what
she wanted. «What do you want from me?»
«Nothing,» he replied, so she took off
and felt like migrating birds. But many.
PÁJAROS MIGRATORIOS
Víctor se dio cuenta de lo que realmente
era el poder cuando secó sus propias pasas.
Él había comprado libras y más libras de uvas
para después dejarlas secándose sobre la mesa
de la cocina.
Theresa no quería saber nada
acerca del cáncer de su ex-marido. No el día del
Padre. Tomó un tren que la llevó a través de la noche
para tomar desayuno con su prima. El tren de vuelta
se demoró el domingo entero.
No bien su esposa salió por la puerta,
Martín decidió sacarle provecho al espacio
que ella abandonara. Donde estaba su closet construyó
un sauna, donde cada mañana se sienta a leer el periódico
y a Buda.
Una noche Helga se puso el mejor de sus vestidos,
aunque sabía que él no iba a estar ahí. Tomó un vino blanco y
seco, se emborrachó (estaba a dieta), se cayó.
Más tarde él se fijó en los huecos de sus medias.
Por lo general, María siempre chocaba con
los muebles. Cada vez estaba más cerca de lo
que quería. «¿Se puede saber qué quieres de mí?»
«Nada», le respondió él, así que ella se fue
y en lugar de sentirse como si fuera un pájaro migratorio,
se sintió como si fuera muchos de ellos.
ON TRANSLATION
Not to search for meaning, but to reedify a gesture, an intent.
As a translator, one grows attached to originals. Seldom are choices
so purposeful.
At midday, the translator meets with the poet at a café at the intersection
where for decades whores and cross-dressers have lined up at
night for passers-by to peruse.
Not a monologue, but an implied conversation. The translator’s
response is delayed.
The translator asks, the poet answers unrestrictedly. Someone
watches the hand movements that punctuate the flow of an
incomprehensible dialogue.
They’re speaking about the poet’s disillusionment with Freud.
One after another, vivid descriptions of the poet’s dreams begin to
pour out of his mouth. There’s no signal of irony in his voice.
Nor a hint of astonishment, nor a suggestion of hidden meanings,
rather a belief in the detritus theory.
«Se me aparece un gato fosforescente. Lo sostengo en mis brazos
sabiendo que no volveré a ser el mismo.»
«Estoy en una fiesta. De pronto veo que el diablo está sentado frente
a mí. Viste de negro, lleva una barba puntiaguda y un tridente en
la mano izquierda. Es tan amable que nadie se da cuenta de que
no es un invitado como los otros.»
«Anuncian en el radio que Octavio Paz leerá su poema más reciente:
‘Vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . .'»
«Entro a un laboratorio y percibo aromas inusitados. Aún los recuerdo.»
The translator knows that nothing the poet has ever said or written
reveals as much about him as the expression on his face when he
was asked to pose for a picture. He greets posterity with a devilish
grin. To the translator’s delight, he’s forced to repeat the gesture at
least three or four times. The camera has no film.
SOBRE LA TRADUCCIÓN
No buscar significado, sino reedificar un gesto, un intento.
Como traductor, uno se encariña con los originales. Rara vez
son tan premeditadas las decisiones.
A mediodía, la traductora se reúne con el poeta en un café que está
en esa intersección donde por décadas travestis y rameras se han puesto
de noche en fila para que echen un vistazo los que caminen por ahí.
No un monólogo, sino una conversación implícita. Se difiere
la respuesta de la traductora.
La traductora pregunta, el poeta responde sin restricciones. Alguien
observa los movimientos de la mano que marcan el flujo
de un diálogo incomprensible.
Están hablando de la desilusión del poeta con Freud.
Una tras otra, vívidas descripciones de los sueños del poeta comienzan
a escaparse de su boca. No hay señales de ironía en su voz.
Ni un asomo de estupor, ni rasgos de algún significado escondido,
sino más bien la fe en la teoría del detritus.
“A phosphorescent cat turns up. I hold him in my arms
knowing I won´t be the same again.”
“I´m in a party. Suddenly I see the devil is sitting right across me.
Dresses black, has a pointed beard and a trident in his left
hand. He is so kind that nobody realizes that is not a guess
like the others.”
“The radio announces that Octavio will read his newest poem:
Cow … cow … cow … cow … cow … cow … cow …”
I go into a lab and perceive unusual aromas. I still remember them.
La traductora sabe que nada de lo que el poeta haya nunca dicho o
escrito revela tanto sobre él como la expresión de su cara cuando
se le pidió que posara para una foto. Sonríe para la posteridad con una
mueca diabólica. Para placer de la traductora, tiene que repetir el gesto
unas tres o cuatro veces por lo menos. La cámara no tiene rollo.
POEM IN SPANISH
The grave has more power than the eyes of the beloved.
An open grave with all its magnets.
This weight on the wings. The sky is waiting for an airship.
I have the feeling that I haven’t got much life left.
Three hours after the celestial attack.
Why don’t I respond when I’m being offended?
Because my religion doesn’t allow me to.
Exterior maps: geography. Interior maps: psychography.
And in your hard cathedral I kneel.
Mountains pass camels pass
like the history of wars in antiquity.
Of all the men I am, I can’t find any of them
without the control of the intruding eye.
Problems. Mysteries that fasten themselves to my chest.
All I want is not to see businesses nor gardens
nor markets nor eyeglasses nor elevators.
In order to serve all radio listeners,
without discriminating between social classes, I speak a tongue
that fills hearts with the law of communicating clouds.
I have my brain or whatever it is full of skull moths.
For the world to go on being what it is it must
—per force—take another form.
True poems are fires. When something cherished burns
instead of the fireman I call, rushes forth the incendiary.
It says: live, live, live!
It is Death.
POEMA EN ESPAÑOL
La tumba tiene más poder que los ojos del amado.
Una tumba abierta con todo su magnetismo.
Este peso en las alas. El cielo está esperando un dirigible.
Tengo el presentimiento de que no es mucha la vida que me queda.
Tres horas después el ataque celestial.
¿Por qué no respondo cuando me ofenden?
Porque mi religión no me lo permite.
Mapas exteriores: geografía. Mapas interiores: psicografía.
Y en tu dura cathedral me arrodillo.
Montañas pasan camellos pasan
como la historia de las guerras en la antigüedad.
De todos los hombres que soy, no puedo encontrar a ninguno
sin el control del ojo invasor.
Problemas. Misterios que se amarran ellos mismos a mi pecho.
Todo lo que quiero es no ver más negocios ni jardines
ni mercados ni gafas ni ascensores.
Con el fin de atender a todos nuestros radioescuchas
sin discriminar entre clases sociales, hablo una lengua
que llena los corazones con la ley de las nubes comunicantes.
Tengo mi cerebro o lo que quiera que sea lleno de las polillas de la muerte.
Para que el mundo siga siendo lo que es tiene
—por fuerza— que tomar una forma otra.
Los verdaderos poemas son llamas. Cuando se quema algo muy querido
en lugar del bomber que yo llamo, sale a relucir el incendiario.
Dice: vive, vive, vive!
Se trata de la muerte.
DEMOLITION DERBY
Sonya’s so good that all the guys pick on her, so the evening’s narrative goes. I’ve
heard she wears yellow t-shirts each time to match her hair. Last time her tennis shoes got
so dusty that she had to throw them out because there was no way on earth that they could
be white again.
Trunks shrink like deflated accordions, like melodramatic arguments after they’ve
met face to face with someone’s indifference. A baby cries and pouts while her mother is
trying to scoop more Velveta on to her nacho. The father is strung out on something,
someone in back of us says. A teenager with severe acne turns around and fires a dart full
of cavities into my gaze. We give in to the pleasure of destruction for the sheer sake of
waste. What inside, the collision, the jerk on the nape that makes the driver wonder whether
this one is it. Swallow me dust while the crowd cheers and claps its French fries away into
the space between a nearby neon and the floodlights gathering an army of many sized
moths.
DERBY DE DEMOLICIÓN
Sonya es tan buena que todos los tipos la molestan, o por lo menos así va la narrativa del atardecer. He escuchado que todo el tiempo ella lleva poleras amarillas que hagan juego con su pelo. La última vez, sus zapatillas quedaron tan sucias que ella tuvo que botarlas, porque no había forma en este mundo de dejarlas blancas otra vez.
Los pantalones cortos se encogen como acordeones desinflados, como melodramáticos argumentos una vez que han sido expuestos a la indiferencia de alguien. Un guagua está llorando y hace pucheros mientras su madre intenta echarle más Velveta en sus nachos. El padre es adicto a alguna cosa, le escuchamos decir a alguien cerca de nosotros. Un adolescente con un severo acné se da vuelta y tira un dardo lleno de huecos atravesando mi mirada. Nos dejamos llevar por las ganas de echar a perder las cosas por el puro placer del desperdicio. Y adentro, la colisión, el tirón en el cuello que le hace preguntarse al conductor si este en realidad es. Que me trague el polvo mientras el gentío celebra y reparte sus papas fritas en el espacio, entre un neón que queda cerca y los reflectores que reúnen un ejército de polillas gigantescas.
OLÍMPICAMENTE
For María del Rosario Espinoza
It was my feet. They were oversized for my age,
restless and strong enough to do more than pick fruit or sell fish.
For kicks, in my hometown of two thousand, I tried taekwondo. I was five.
The neighbors, they thought of me as marimacha.
Women around me were tough, but they were no tomboys.
Dad, a fisherman by trade, was undeterred. He’s good at cultivating.
He and I, we’re driven people. The kind that look
beyond the horizon — westward and eastward in step.
Hence we outgrew the dirt roads of La Brecha (The Gap) in Sinaloa.
Did I choose the art; was it the art that chose me?
But for a white uniform, I had the essentials.
This was my calling: self-defense for which you needed no arms. Only fists.
Rock solid. And limber limbs and a feistiness
not antagonistic. Think dealing blows so less blows
are dealt — aiming to stop the fight, but not destroy your rival, your equal.
Where I am from, some folks do things differently.
My way’s the way of the hand and foot, and unity
of purpose. On the tatami, I write their bodily calligraphy.
OLÍMPICAMENTE
Para María del Rosario Espinoza
Fueron mis pies. Demasiado grandes para mi edad,
intranquilos y lo suficientemente fuertes como para algo más que recoger frutas
o vender pescado. Para las patadas, en mi pueblo natal de dos mil habitantes, probé con el taekwondo. Tenía cinco años.
Mis vecinos me veían como una tomboy.
Las mujeres a mi alrededor eran duras, pero ninguna era una marimacha.
Mi papá, pescador de oficio, no se desanimó. Es bueno cultivando.
Somos gente decidida, él y yo. Del tipo que mira
más allá del horizonte — al este y al oeste, pero sin perder el ritmo.
De ahí que nos quedaran chicos los caminos llenos de desperdicios allá en The Gap (La Brecha), en Sinaloa.
¿Fui yo la que escogí al arte, o fue el arte el que me escogió a mí?
Sin embargo, para un uniforme blanco, ya me sabía lo básico.
Este era mi sello: una defensa personal para la cual no se necesita que los brazos sean armas. Sólo puños.
Sólido como una roca. Y miembros indesmembrables y un espíritu guerreo
que no fuera antagonista. Piensa en repartir golpes para que menos golpes
sean repartidos — el propósito es terminar la pelea, no acabar con tu rival, tu semejante.
De donde vengo, hay gente que hace las cosas de otra forma.
Mi camino es el camino de la mano y del pie, la unidad
del propósito. En el tatami, escribo su caligrafía corporal.
Lo dañado es el reverso del daño
Las que estamos
dañadas tenemos
la capacidad de repetir el daño
o revertirlo, ese es nuestro superpoder ...
El amor a lo dañado es el reverso
del daño, el lazo de la verdad
que lo retiene. No dejes
de recordarme eso,
mujer maravilla,
cuando vuelva la fiebre. Ah mi corzuela, mi escarcha que se retira al final del invierno, mi carpintero real, que cuando crezcas no creas en la venganza, ese modo voraz de comerte a vos misma de nuevo.¡No pasará, mi corazón, y si pasa volvé a leer este libro para salvarte, como hoy me salva a mí!
lunes, 24 de octubre de 2022
No puedo hacerme santa, porque siempre tengo en la mano el arma del deseo
Alda Merini._ “Soy una pequeña abeja furibunda. Me gusta cambiar de color. Me gusta cambiar de medida”
Publicado: abril 1, 2012 | Autor: dejenmevivir | Archivado en: Artes, Poesía | Tags: Alda Merini, ‘Vacío de amor", Federico Gozzellino, Giovanni Nuti, poesía |Deja un comentarioAlda Merini. Milán el 21 de marzo de 1931, 1 de noviembre del 2009. Poetisa
‘Vacío de amor’ y ‘Tu sei Pietro’ , publicado en 1961. Pasa periodos de silencio marcados por sus constantes entradas y salidas del manicomio. En 1979 vuelve a escribir, ‘La Tierra Santa’ se publica en 1984.
La Tierra Santa es el manicomio, el lugar de los marginados, de esos seres distintos a los que la sociedad no quiere ver, pero también es un trasunto de su propio cuerpo, del que en la vejez hizo bandera –son célebres sus fotos leyendo desnuda– como una reivindicación más de la diferencia, como un grito contra las imposiciones estéticas, que ocupó buena parte de su vida.
Siempre llevaba un collar de perlas, vivía y murió en la indigencia por elección personal
Empezó a escribir siendo una niña, y uno de sus primeros poemas se lo dedicó al legendario banquero Enrico Cuccia. “Una vez me lo crucé por la calle y le dije: ‘Yo tengo hambre’. Él contestó: ‘Buena señal’. Y tiró derecho”.
“La poesía nace de un terreno de dulzura, de amor. Las verdades me vienen de los sueños, los muertos me visitan”
En el autorretrato que incluyó en ‘La garza ladrona’ junto con otros diecinueve perfiles, entre los que están los de escritoras como Emily Dickinson o Silvia Plath y los de autores que, como Quasimodo, habían tenido un papel relevante en su carrera de escritora
…
En mí moraba el alma de la meretriz
de la santa de la sanguinaria y de la farisea.
Muchos le dieron nombre a mi modo de ser
y sólo fui una “histérica”.
…
no sabéis las terribles consecuencias del amor
que os harán caer en desgracia
…
Pero aunque aplastada sobre el suelo
para ti canto ahora
mis canciones de amor
He encendido una lumbre
en mis noches de luna
para llamar la atención de los que pasan
…
Poseen un único cuerpo para todos
y una memoria universal,
¿por qué tenemos que extirparlos
Su obra misma es su única respuesta.…
Manicomio es palabra mucho más grande
que las oscuras vorágines del sueño,
aun así volvía alguna vez a un tiempo brizna de azul o lejana
canción de ruiseñor o se abría
tu boca mordiendo en el azul
el feroz engaño de la vida.
Impía, una mano de enfermo
lenta ascendía hacia tu ventana
silabeando tu nombre y, finalmente,
ya borrado el número inmundo, entera hallabas la seriedad de tu vida.
El manicomio es una inmensa caja de resonanciadonde el delirio deviene eco
el anonimato medida,
el manicomio es el Monte Sinaí,
maldito, en el cual recibes
las tablas de una ley
por los hombres ignorada.
[…] pero de noche, oh noche
en el jardín del manicomio
a veces hacía el amor
con un desesperado igual que yo
en una gruta de espanto.
…
y busco un recuadro de vientoy encuentro un rombito de sol
en el que apoyo los pies desnudos.
…
De esta gracia secreta
luego no habrá memoria
porque también la enfermedad tiene un sentido
una desmesura, un paso
también la enfermedad es matriz de vida. […]
…
El triste ritual de la mañana,
cuerpos desilusionados, carnes desencantadas,
en torno al lavabo
el negro hedor de las cosas infames.
Oh, este tremolar de obscenas carnes,
este frío oscuro
y el caer más inhumano
de una enferma contra el piso.
Éste, el cúmulo que la estratosfera
jamás conocerá, ésta, la infamia
de los cuerpos desnudos puestos a arder
bajo la luz atávica del hombre.
…
Los poetas trabajan de noche
Los poetas trabajan de noche
cuando el tiempo no les urge,
cuando se calla el ruido de la multitud
y termina el linchamiento de las horas.
Los poetas trabajan en la oscuridad
como halcones nocturnos o ruiseñores
de canto dulcísimo
Y TEMEN OFENDER A DIOS.
Pero los poetas, en su silencio,
hacen mucho más ruido
que una dorada cúpula de estrellas
…
Soy una mujer. (A Salvatore Quasimodo)
Soy una mujer que desespera
que no encuentra paz nunca en ningún lugar,
a la que la gente desprecia, a la que los paseantes
miran con despecho y con furor;
soy un alma colgando de una cruz
pisoteada, burlada, escupida:
me han quedado sólo los ojos
que yo elevo al cielo a Ti gritando:
¡quítame del regazo cada suspiro!
…
Quizás se necesita ser mordidos
por una abeja venenosa
para mandar mensajes
y rogarle a las piedras
que te manden luz;
por esto yo descendí
los jardines del manicomio,
por esto de noche saltaba
los recintos prohibidos
y robaba todas las rosas
y después…
antes de morir a mi día
o noche, o larga noche
de soledad ausente,
o devastados jardines
donde yo sola vivía
porque mañana estaría
muerta todavía de horror
pero la noche, oh la noche
en los jardines del manicomio
a veces yo hacía el amor
con un desesperado como yo
en una gruta de horror.
…
Carta de amor
Escribe una carta de amor solamenteque tenga la semilla de un gran suspiro y después olvídala en la memoria para que yo la pueda escuchar. De noche, cuando duermes, aunque tú no lo sabes, vengo a buscarte:
mi límite frío de sueño
se compagina con el tuyo,
vivimos sobre dos desiertos
que al atardecer se transforman en colinas
y desnudo mis senos en la noche
ansiosa de que tú los mires.
…
A quien me preguntacuántos amores he tenidole respondo que mire en los bosques para ver
en cuántas trampas ha quedado mi pelo
…
Nadie en el manicomio ha dado jamás un beso
si no es al muro que lo oprimía
y esto quiere decir que la santidad es de todos,
como de todos es el amor.
…
Pero una mujer cambia de vestido cuando se esposa
y deja caer el himen sobre el corazón de quien ama.
Así yo he perdido mi corazón un día
y no lo encontraré ya más.
Este amor tan sudado
me ha dado un hijo
…
Yo ya vieja
como una pelota desinflada, expulsada de toda religión, tirada a la basura detodos los tiempos,
yo desmemoriada y sucia mujer que no ve los diques del amor.
Vigilaba sobre la nada de todas las cosas pero era la lógica del infinito.
Para amar no se necesitan leyes sino sólo sueños.
Adiós desde la frontera.
…
El aforismo es el sueño de una sutil venganza
El poeta no rechaza sus sombras
El pecado me hace descansar
No puedo hacerme santa, porque siempre tengo en la mano el arma del deseo
Cuando sale el sol que se arrepienten amargamente de no haber pecado.
La lobotomía es el toque final de un gran peluquero
Se va al manicomio para aprender a morir
Agradezco a mis enemigos, porque son los más atentos a aquello que escribo.
Los colores maduran la noche
La hormiga es un ejemplo de seriedad natural
He intentado gritar con las manos
Dormía, y soñaba que estaba en el mundo
Yo como sólo para nutrir el dolor
Quien me mira rimará eternamente confuso
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