VALERIA PARISO
Deseé un mundo con todas las ganas.
¿Qué hacer, siglos después de
que nos fue concedido
el pavor de un amor
que aprendió a decirse?
Yo no sé. No sé.
Como parte de mi ofrenda
te entrego este aturdimiento mudo.
Estoy callando con todo
lo que se grita en mí.
Ya ves,
no es más trabajoso que hacer un barco
o desplumar un pájaro.
Finjo la quietud de la sangre.
Mi silencio no te reconoce.
Con ternura de abrigo
te devuelvo al misterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario