jueves, 26 de junio de 2014

Primero perdí la plumas y luego perdí la voz

Arriba quemando el sol (o Y arriba quemando el sol)


Cuando jui para la Pampa
llevaba mi corazón
contento como un chirigüe,
pero allá se me murió.
Primero perdí las plumas
y luego perdí la voz.
Y arriba quemando el sol.

Cuando vide los mineros
dentro de su habitación,
me dije: "mejor habita
en su concha el caracol,
o a la sombra de las leyes
el refinado ladrón".
Y arriba quemando el sol.

Las hileras de casuchas
frente a frente, sí, señor;
las hileras de mujeres
frente al único pilón,
cada una con su balde
y con su cara de aflicción. *
Y arriba quemando el sol.

Fuimos a la pulpería
para comprar la ración,
veinte artículos no cuentan
la rebaja de rigor.
Con la canasta vacía
volvimos a la pensión.
Y arriba quemando el sol.

"Zona seca de la Pampa",
yo leo en un cartelón. **
Sin embargo, van y vienen
las botellas de licor.
Claro que no son del pobre,
contrabando, o qué sé yo.
Y arriba quemando el sol.

Paso por un pueblo muerto,
se me nubla el corazón,
aunque donde habita gente
la muerte es mucho mayor.
Enterraron la justicia
enterraron la razón.
Y arriba quemando el sol.

Si alguien dice que yo sueño
cuentos de ponderación,
digo que esto pasa en Chuqui,
pero en Santa Juana es peor.
El minero ya no sabe
lo que vale su dolor.
Y arriba quemando el sol.

Me volví para Santiago
sin comprender el color
con que pintan la noticia
cuando el pobre dice "no".
Abajo, la noche oscura,
oro, salitre y carbón.
Y arriba quemando el sol.


Primera versión, de Testimonio.

Lo que queda

PARÉNTESIS


 Lo que queda del día.
Lo que queda del cuerpo.
Lo que queda de la ciudad.
Lo que queda de los amores.
Lo que queda del alma.
Lo que queda de la memoria.
Lo que queda de ganas.
En fin, lo que queda.





 * Maria Elena Walsh

sábado, 14 de junio de 2014

Con el calor es mucho más fácil estar caliente

Marie Gouiric 


Entramos en una época muy fría,
pajera.
Fram lo viene mariconeando desde hace rato:
Que ahora vamos a tener que invernar
y abandonar la luz de la noche, 
que nos queda mucho más linda a todos,
y la cerveza en el parque, que tiene otro sabor.
Mientras él lo dice intentamos los amigos,
tetrificados en su cama de dos plazas,
misma medida que su corazón,
levantarle esa fe bajonera.
El techo a media sombra se vuelve
un lugar cómodo para dejar los ojos,
seguir la silueta de algún auto que con sus faroles mancha la pintura
del monoambiente recién pintado.
Un hecho que aún perfuma
todo el edificio.
Sabemos que Fram tiene razón.
Que está cierto.
Con el calor es mucho mas fácil estar caliente.
Y estar caliente lo es todo.
Pero, buenos amigos somos,
no queremos que se deje.
Le decimos con alegría:
-No Fram, nada que ver.
cualquier luz nos queda mejor-.
Y para comprobarle, nos encendemos la cara
con la pequeña brasa que gira con las agujas del reloj.
Una hipótesis puesta a prueba con un procedimiento simple:
Respiramos y enciende.
Exhalamos y afloja.
Y nos mantenemos hermosos bajo esa verdad.
Después numeramos:
Están las de la mañana en el vapor de la cocina.
Las de las 6:45 de la tarde, medio acuarelas naranjonas, amarillentas
corte estufa casi en piloto, medio apagadita.
Las que se insinúan detrás de los vidrios empañados.
Las de los semáforos enfrentados al 105, por Rivadavia a la altura de Gascón.
Hay bondis que tienen unas violetas, negras les dicen,
que animan el adentro. El blanco muda a la fosforescencia,
que es una luz y no un color.
Los celulares, los grandes, dan un reflejo sobre la jeta
que no gana pero también juega.
Mientras bajo suelo los trabajadores recorren todo lo que hay
derechito por Corrientes
entre Juan Manuel de Rosas y Carlos Pellegrini;
bajan, caminan hasta la C y llegan a San telmo, pasa algo importante:
amanece.
Por eso cuando salen de la boca del túnel
ya es débil el brillo eléctrico de la ciudad
y aún poco suficiente la presencia del sol.
Esa es Fram, otra luz.
Me recuesto y en el techo puedo dibujar
un diagrama de venn que ordene las posibilidades.
Siempre la matemática fue muy útil para comprender mejor.
Por ejemplo:
De un lado los hijos de uno. Del otro los hijos del otro.
En el medio los hijos entre los dos.
De un lado los chicos que me agarré yo.
Del otro los que te agarraste vos.
En el medio van los que nos comimos los dos.
O entre los dos?
O sólo nosotros dos?
O los que no nos dieron bola?
Me pegó confuso.
Qué lindo cuando la matemática se hace preguntas.
La llama del horno, con la puerta abierta
para que caliente la casa,
es también Fram
una iluminación inolvidable.
Qué manera de mentirte,
de chamuyarte luces
para que estés como sos: contento.
Hoy Fram es una tarde de sol, pero igual hace frío.
Te merecés sinceridad. Que demos el brazo a torcer.
Tenés razón amigo. Yo también prefiero los poemas al aire libre.







Tomado reciencito de su muro de facebook

viernes, 13 de junio de 2014

Y versos que escribí en la madrugada

IDEA VILARIÑO


Y SEGUIRÍA SIN MÍ

Me moriré y él seguirá cantando
bueno
digo
Carlitos
y Jorge seguirá haciendo el amor
como si se muriera
y seguirá sin mí este mundo mago
¿este mundo podrido?

Tanto árbol que planté
cosa que dije
y versos que escribí en la madrugada
y andarán por ahí como basura
como restos de un alma
de alguien que estuvo aquí
y ya no más
no más.

Lo triste lo peor fue haber vivido
como si eso importara
vivido como un pobre adolescente
que tropezó y cayó y no supo
y lloró y se quejó
y todo lo demás
y creyó que importaba.

jueves, 12 de junio de 2014

Una pequeña tarea como ésta

CIRCE MAIA

UNIDAD


Una pequeña tarea como esta de
cortar el pan y llevarlo a la mesa,
empieza y luego acaba
-círculo de sentido que se cierra-
La pequeña molécula de un proyecto cumplido.

¿Trivial? Tal vez, pero mira dibujarse
con perfección acabadísima
cada gesto enlazado en el siguiente
anillado en la suave
espiral invisible
que va del pensamiento hacia la mano
del ojo hacia el cuchillo.



miércoles, 11 de junio de 2014

Sin orden ni concierto (o bué, con concierto sí)

Desde que inicié este nuevo blog me he preguntado qué poner aquí que no ponga allá (en tantos otros alláes que ya tengo). Y me he respondido muchas cosas, interesantes y de las otras, pero me las olvidé. La cosa es que siempre blogueo a la sans facon (eso fue una c cedilla) y aunque traté de pensar coherencias tales como: a) una entrada por día b) una poeta por día c) todas mujeres d) hombres y mujeres feministas e) poesía extrictamente contemporánea f) todas y/o algunas de las anteriores combinadas No sé bien qué decidir. Por ahora sigo blogueando como siempre: a la que te criaste, sin c cedilla.

Donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca y no pueda dormir

Para hacer un talismán




Se necesita sólo tu corazón
hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios.
Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría.
Nada más que un indefenso corazón enamorado.
Déjalo a la intemperie,
donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca y no pueda dormir,
donde el viento y la lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío
sin convertirlo en mármol y sin partirlo en dos,
donde la oscuridad abra sus madrigueras a todas las jaurías y no logre olvidar.
Arrójalo después desde lo alto de su amor al hervidero de la bruma.
Ponlo luego a secar en el sordo regazo de la piedra,
y escarba, escarba en él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.
Deja que lo sofoquen las fiebres y la ortiga,
que lo sacuda el trote ritual de la alimaña,
que lo envuelva la injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.
Y cuando un día un año lo aprisione con la garra de un siglo, antes que sea tarde,
antes que se convierta en momia deslumbrante,
abre de par en par y una por una todas sus heridas:
que las exhiba al sol de la piedad, lo mismo que el mendigo,
que plaña su delirio en el desierto,
hasta que sólo el eco de un nombre crezca en él con la furia del hambre:
un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.
Si sobrevive aún, si ha llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios;
he ahí un talismán más inflexible que la ley, más fuerte que las armas y el mal del enemigo.
Guárdalo en la vigilia de tu pecho igual que a un centinela.
Pero vela con él.
Puede crecer en ti como la mordedura de la lepra; puede ser tu verdugo.
¡El inocente monstruo, el insaciable comensal de tu muerte!



Olga Orozco

jueves, 5 de junio de 2014

La danza salvaje de la alegría les destruía el corazón

ALEJANDRA PIZARNIK


EL DESPERTAR
A León Ostrov




Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor 
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo 

miércoles, 4 de junio de 2014

A lo que letra por letra

TAMARA KAMENSZAIN


El padre de Lucy copiaba un libro ajeno



Se inclina sobre el cuaderno y con esfuerzo
va copiando una a una las palabras
del libro que tiene al lado.

Lucía Laragione



El padre de Lucy copiaba un libro ajeno
mientras decía que lo estaba escribiendo.
En ese gesto senil la desmemoria del escritor
fuerza un homenaje doméstico
a lo que letra por letra tuvo para su vida
la trascendencia del asunto impreso.
Mi madre también se copia de lo que era
mientras yo plagiando al plagiario
trato de pasar en limpio ese diario de vida
que la autora de mis días escribe como puede.

En lo abierto de una forma impensada

DIANA BELLESI

Ekstasis
Moverme en lo abierto
como lo hace el cazador
bailar y silbar como el viento
en lo abierto
como la roca en el torrente y la piedra
en el granizo y el mosquito
con sus ojos abiertos
solamente a ello y nada más
en lo abierto
de una forma impensada
sin ver
ya nada, ya nada

La gente lee libros mágicos

IRENE GRUSS


Jinetes del apocalipsis


No hay lugar para la huida, ángel
del deseo.
Ellos, que dicen que son fantasmas,
siguen haciendo malas artes,
influyen, lo hacen bien,
estorban la huida, ángel
del deseo. Me corrompen.
Adonde fuera, el sol o la lluvia
me perseguirían como un testigo;
adonde me quedara,
ellos,
que dicen que son fantasmas,
mandarían cartas anónimas, desapasionadas
o donde la pasión
ocupa un lugar antiguo, de pacotilla.
Ahora, dicen,
el cielo se resquebraja tanto como
el suelo,
la gente lee libros trágicos,
sueña con llanuras que parecen desiertos.
Ahora, dicen, todo ha terminado.
Y yo quería un lugar,
un toque
de infancia,
una frase verdadera.


De La mitad de la verdad. Obra poética reunida 1982/2007. 

Con esta boca

OLGA OROZCO


Con esta boca, en este mundo...




No te pronunciaré jamás, verbo sagrado,
aunque me tiña las encías de color azul,
aunque ponga debajo de mi lengua una pepita de oro,
aunque derrame sobre mi corazón un caldero de estrellas
y pase por mi frente la corriente secreta de los grandes ríos.

Tal vez hayas huido hacia el costado de la noche del alma,
ese al que no es posible llegar desde ninguna lámpara,
y no hay sombra que guíe mi vuelo en el umbral,
ni memoria que venga de otro cielo para encarnar en esta  dura nieve
donde sólo se inscribe el roce de la rama y el quejido del viento.

Y ni un solo temblor que haga sobresaltar las mudas piedras.
Hemos hablado demasiado del silencio,
lo hemos condecorado lo mismo que a un vigía en el arco final,
como si en él yaciera el esplendor después de la caída,
el triunfo del vocablo con la lengua cortada.

¡Ah, no se trata de la canción, tampoco del sollozo!
He dicho ya lo amado y lo perdido,
trabé con cada sílaba los bienes que más temí perder.
A lo largo del corredor suena, resuena la tenaz melodía,
retumban, se propagan como el trueno
unas pocas monedas caídas de visiones o arrebatadas a la oscuridad.
Nuestro largo combate fue también un combate a muerte con la muerte, poesía.
Hemos ganado. Hemos perdido, porque ¿cómo nombrar con esa boca,
cómo nombrar en este mundo con esta sola boca en este mundo con esta sola boca?

Quien no atine a sofocar su amor por lo prohibido

SUSANA THENON


JUEGO

Despojémonos de todo aquello
seguro
que se proyecta al exterior
con trazos lentos
y definitivos.
Todos empleados en la tarea
de ser, vivir, sentir
sin otros lazos.
Y quien no atine a sofocar
su amor por lo prohibido,
reclame su derecho al dolor,
su penitencia.
Despojémonos de todo cuanto
nos conformó a imagen y semejanza
nuestra
y gustemos sabiamente para el recuerdo
el minuto absurdo y libre.

De “Edad sin tregua”, 1958.

Cuando la llevaba al río

INICIO: Hay poesía. De otros y otras, que para la mía ya está Paula-poeta.

¿Erótica? Digo, la poesía en este blog. No sé. ¿El título obliga? No sé. Se me ocurrió (el título) manejando rumbo a una de mis escuelas un martes a las 10 de la mañana y no pude resistir la tentación.
Iremos viendo de qué salimos/andamos/venimos/estamos sucias.