lunes, 29 de febrero de 2016

Mi madre cuando nacía ya estaba cansada

VERÓNICA BARRIONUEVO



Mi madre cuando nacía ya estaba cansada
pero no de su ser hija no de sus hijos
sino de arrojarse contra la sórdida 
mañana
en leves paños
de llevar una cortina como un velo invisible
que la separara del mundo en las horas de la anestesia
estaba cansada de arrojarse contra el día
el interminablemente reescrito día
y de abastecerse de él para reescribir otros días y por siempre
de no conocer el idioma, un idioma de nueces
que tendría que musitar a luces de velas
con todas las respuestas cuya pregunta es la vida
mi madre cuando nacía
ya estaba cansada
de todos los días que la alejarían del núcleo
de ese asalto sin permiso de las horas de la infancia
a las que intentaba aferrarse
afanosamente
porque mi madre cuando nacía ya estaba cansada
de las vueltas de pez y del aire de afuera.

viernes, 26 de febrero de 2016

Quisieron domarnos a fuerza de tumbas

Afirmo la inmortalidad de los pájaros



Amo la vida el polen las acacias
dormirme cada noche
como si fuera a morir
y fuera hermoso y fuera cierto
afirmo la inmortalidad de los pájaros
afirmo que no tenemos ascendientes
aunque nos han dicho que sí
y quisieron domarnos a fuerza de tumbas
y fechas y depredadores oscuros
quién se animará a condenar a las estrellas
estamos comprometidos
tenemos el deber sagrado de no estar satisfechos jamás
voy hacia el mar como hacia la muerte
pongo ojos a una serpiente
afirmo el derecho de los atardeceres
de los que no pueden nacer ni morir.




Selva Casal

domingo, 21 de febrero de 2016

Qué debe hacer el que ha nacido y vive para cantar

POETA



No sé qué debo hacer, hijastro y ciego,
en un mundo de padres y videntes,
donde por anatemas, por barrancos,
se despiertan pasiones, y un resfrío
andan llamando al llanto.
Qué debe hacer el que ha nacido y vive
para cantar. El tenso como un hilo.
Por un puente llegando hasta Siberia,
el puente de los sueños, tan ligero,
en un mundo de pesas.
¿Qué debe hacer, cantor y primogénito,
cuando en gris se convierte lo más negro?
La inspiración conservan bien aislada.
¿Qué debe hacer el desmesurado
en el mundo de todas las medidas?


Marina Tsvietáieva, Antología poética, Hiperión.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Escribir un poema me calienta

NATALIA LIEDERMAN

4- ¿Qué te provoca escribir un poema?
Escribir un poema me calienta, en todas las acepciones del verbo. Y ese calor me compromete con lo vivo. Esto que dice Gelman de que escribir es tirar contra la muerte: exactamente eso, en acción en el momento exacto de la escritura. Un tironeo furioso. Y los poemas pequeños universos en los que uno, más allá de toda pérdida, siempre gana. Porque logra arrancarle algo al tiempo. Se me ocurre la fantasía de crear vida a partir de lo muerto: pienso en el doctor Frankenstein y en su monstruo, hecho con fragmentos de cadáveres. Hacer un poema es un poco la excitante experiencia de dar vida a algo que luego adquiere, tal como sucede con el monstruo, su propia voluntad (una voluntad incluso contraria a la del propio creador). Aterrador y hermoso.


De Un poeta y 10 preguntas

Sueño que monto pájaros gigantes

NATALIA LIEDERMAN


Intacta


a Brenda Andino




todavía me brillan los ojos
cuando veo los lomos de los animales
dorándose al sol
todavía me río a carcajadas
y a contraluz
sueño que monto pájaros gigantes
me aferro locamente
a sus plumas doradas todavía
puedo también deslizarme por la tierra
comerme las flores
y nada de esto
duele








esto de que me mandes
a la concha de mi madre
me parece inofensivo.
¿nunca quisiste regresar
a la noche tibia y sencilla?
¿no quisiste invertir el camino ir
apoyándote despacio
en la forma blanda de los objetos conocidos
hasta llegar a cero?




De El rayo verde. Antología poética 2014. Viajero Insomne editora.

viernes, 12 de febrero de 2016

Te esnifas el tiempo y sus relojes


El día de los enamorados


Ven.Ven desnuda y sigilosa
para que el domingo cruel
y su inútil noche
tengan sentido
Ven y no digas nada
mientras te despojas de tu breve tanga negra
y yo no te pregunto dònde has estado
ni tú que estuve haciendo
La noche es breve para quienes sueñan prolongarla
y olvidar el día
y yo no conozco
otra manera de eternizarla
màs que acariciarte
màs que me acaricies
y en medio de los besos
me digas te esnifas el tiempo y sus relojes
y yo te conteste
un día es largo como un siglo
si no estás si no te toco
si no me tocas
y la tanga en el suelo
es un recuerdo inútil
de épocas pasadas

miércoles, 3 de febrero de 2016

La vulva de un fantasma que esperó salir

Tres poemas de El animal no domesticado / Laura García del Castaño

Fotografía: Hugo Suarez

En el correo la mujer que vende sobres es ciega
sus ojos son pisadas de un animal
que huyó hace tiempo
Me reconoce cada vez que llego
Esta mañana me dijo
vos sos la chica que escribe poemas
a quién le enviás hoy?
Me dio un sobre pequeño donde calza justo un libro
aunque en su mirada no calce una sola visión
Sus ojos son blancos como la espalda de un dios
íntimo con ella
que se rehúsa a mirarnos
de ellos no cae agua nieve
caen esquirlas de un volcán
que trama en las profundidades
Estos son tus poemas? preguntó
tomó el libro pero no como un libro
sino como si tomara un cráneo, un ramo, una espada
algo frágil y feroz, distante a nosotros
Abrió en la página treinta y con sus dedos recorrió los versos
de derecha a izquierda como si desandara un viaje
Se frenó en la palabra ciervo
la acarició una y otra vez
como si hubiese decidido domesticarla
Su índice se superpuso a la palabra
que ya no se vio
como si el ciervo hubiera entrado en ella
como si nunca se hubiese ido
como si sus patas firmes en un nuevo territorio
hubiesen borrado por un instante
las anteriores pisadas.


///



Rezak Motanic observa incrédulo lo que parece un cráter lunar
Agencia AP, 27/11/2013.

En la radio anunciaron cortes parciales de agua
mientras una laguna desaparece en Bosnia
y aquí, el perro bebe de un pozo que ha cavado él mismo
Justo allí está el desagüe que viene del fondo de la sala
cuando se baldea el patio
Algo escapa con el agua y el perro bebe incansablemente
En el reflejo del charco parecen dos animales
saludándose desde mundos paralelos
a través del cráter que ha dejado el paso de un gigante.



///

Estás solita? me preguntás
No, estoy con Hugo que ha venido a pintar la sala
a lavar la cara de su dios malo
en un precario acto

Un soldado corpulento con rostro de insecto
lo observa
lijar con fuerza
desprender el seco aguijón de un niño
la vulva de un fantasma que esperó salir
ser acariciado    
Cubre el piso del goteo con diarios viejos
con obituarios
de gente que goteó aquí su última lava
El color es beige y es cálido para este monte
Ha prendido la radio
La música tapa el crepitar de los peces
La pared absorbe como el lecho de un pantano
Debajo de los cuadros las manchas son oscuras
Pasa la brocha
Deja sin pérgola a las palomas de la putrefacción
Estás solita? me preguntás
y qué hacés?                          
Leo sobre la muda de especies tras los incendios del lunes


Veo aquí una constelación de hombres
que emigra en plena mañana como murciélagos
Pienso
qué es el color beige para una habitación sin luz
y qué pensará de este precario acto
la noche.



Laura García del Castaño (Córdoba, 1979)

En El animal no domesticado. 
Pan Comido Ediciones. Córdoba, 2014.

¿Cómo se administra una avalancha?

el secreto del amor



LAURA GARCÍA DEL CASTAÑO


Te hablé del amor?
del lomo que brilla debajo
de la crin filosa  que a tu mano se enhebra
Cómo se ama? Cómo se administra una avalancha?
Has visto una carrera de galgos?
El secreto está en la largada, me dijo un experto
En bestias de aspecto sencillo y voluntad poderosa
En rostros escuálidos de oídos sordos y piel clarividente.
El secreto de la nieve está en apretarla hasta que duela.
Él es un viejo hábil
Le gustan las mujeres que cambian de gris 
a azul metalizado, como la reina mora.
Es un pastor de la conversión, 
un fanático de las mutaciones que exigen derrumbamiento
Un jardinero de la espera.
Esperar que la maleza estalle
Esperar que al galgo le brote la gloria dentro
Esperar que el amor flote en un vaso
como un insecto inevitable
Los galgos no son perros cualquiera, 
son esquimales altivos que hablan otro idioma
Guerreros de flacidez absurda
Ángeles de otra siembra, poco corpulentos,
nada creíbles
y sin embargo miran un punto
siempre hacia adelante.
Correr por correr, desagotando la huída
Correr hacia una meta
trazada por un experto en mutaciones
Te hablé del amor?
De su crin fabulosa que se aprieta como la nieve?
 un día es un perro 
marrón, silvestre, cabizbajo
Al otro es un galgo, 
alto, azul y prepotente
No. El secreto de las carreras
está en sus mezquinas alianzas para dejarse atrás.
Las cabezas se estiran
Sobre la línea se traicionan
cambian
 de azul  metalizado
 a ceniza


de Los demonios del mar