martes, 31 de julio de 2018

Cose con apenas visible hilo


La aguja



Svetlana Makarovic, de Mujer Ajenjo



Camina camina la aguja silenciosa
ligera, con pasos minúsculos de acá para allá,
cose con apenas visible hilo
uno con el otro.
Que siga cosiendo, que siga cosiendo
a mí con vos, a vos con él,
cuanto más densa es la costura,
menos palabras pronuncio.
Pincha, tira, tensa
delgado, filoso, hilo ardiente,
cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde,
con mil puntadas estás cosido.
Garganta con garganta, la tuya con la mía,
cada vez más denso, cada vez más fuerza,
la piel se injerta en otra piel,
cada vez más apretado, cada vez más cálido.
Junta las mejillas, las espaldas,
los pechos, los miembros sudados,
ya siento tu aliento de odio,
ya no podés apartarte de mí.
Qué es mío, qué es tuyo,
apuntás con la piedra entre mis ojos –
la aguja se apura, pincha la palma,
que se afloja y la deja caer.
Lo que fue anudado,
no se puede desatar
y lo que fue arrugado,
nunca más se alisa.
A uno se le corta el aliento
y presiente y reconoce.
El camino se revela solo.
Es un camino para uno solo.
Se estremece con fuerza, se lanza,
arranca la piel de los huesos,
se levanta entre los harapos del cuerpo
y se pierde en la oscuridad.
Allá en lo desconocido. Allá en lo alto.
Fue y es y será.
Allá en lo infinito. Allá único.
Esa estrella sobre la montaña.


Uno a otro nos hacemos daño


El mundo es así


Svetlana Makarovic


Nosotros vamos por el mundo,
uno a otro nos hacemos daño,
uno a otro nos hacemos daño,
el mundo es así.

Yo correré y te cazaré,
porque es algo que ambiciono,
porque es algo que ambiciono,
ya es así el mundo.

Te voy a arrancar el ojo
porque me molesta mucho
porque me molesta mucho
ya es así el mundo.

Con tus lágrimas voy a limpiar el piso,
porque me gusta tener la casa limpia,
porque me gusta tener la casa limpia,
ya es así el mundo.

Entre aquellos que se comen uno al otro


Soga


Svetlana Makarovic, de Mujer ajenjo

Soga negra,
ciega,
¡fuera de mi corazón!,
yo te conjuro tres veces
con esta hierba roja de junio,
con este trébol exquisito:

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
entre aquellos, que se comen uno al otro,
para que nunca más vuelvas.

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
que se pisan uno al otro,
para que nunca más vuelvas.

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
de a dos, con su atadura,
para que nunca más vuelvas,
soga negra,
ciega,
tres veces envuelta alrededor del mundo.

Florecé, florecé para mí hierba roja,
mil veces lindo trébol.

Cerezas contra los cadáveres


JUEGO DE NIÑOS


Svetlana Makarovic, de Mujer Ajenjo



Me gusta comer cerezas rojos,
y las negras aún más,
me gusta apartarme del camino de la gente,
cada año más,
estaban de pie en el umbral,
contaron las cerezas,
estas son mías, estas son tuyas, y estas son de él.

Me gusta mirar las amapolas rojas,
y las negras aún más,
me gusta la niebla y el atardecer,
cada año más,
estaban de pie en el umbral,
contaron las vidas,
estas son mías, estas son tuyas, estas son de él.

Me gusta cantar canciones,
insultar aún más,
me gusta también callarme,
cada año aún más,
estaban de pie en el umbral,
contaban cadáveres,
estos son míos, estos son tuyos, estos son de él.

Estas voces comunitarias y acusadas de “salvajes” por los centros de poder


El no-camino de la heroína en Mujer ajenjo, de Svetlana Makarovic


Paula Irupé Salmoiraghi


            Svetlana Makarovic, poeta, dramaturga, narradora y actriz, nació en Eslovenia en 1939 y es considerada actualmente la principal referente de la poesía de los Balcanes en la segunda mitad del siglo XX. Sus posturas respecto del medio literario y político de nuestra época la han transformado en un personaje polémico. De ella dice Julia Sarachu, traductora al castellano de su poesía:
...es quizás la voz más original y potente de la poesía eslava contemporánea. En 1974, con la publicación de su libro Mujer ajenjo sacudió la estructura conservadora de la escena cultural yugoeslava dominada exclusivamente por hombres. Pero solo después del éxito indiscutible de su obra poética y teatral para niños, que la llevó a la fama y a transformarse en un personaje público, fue imposible ignorarla y obtuvo el reconocimiento como poeta. Sin embargo, su relación con el campo intelectual continúa siendo problemática, pues para Makarovič la poesía es “un cuchillo filoso” que el poeta debe usar para herir las formas cosificadas del pensamiento y la hipocresía de la sociedad en la que vive. De este modo, la función del poeta es despertar a su pueblo del letargo de las instituciones y las estructuras de poder naturalizadas que lo adormecen, para devolverlo a la contemplación de la realidad desnuda. (Sarachu, 2018, 767)
 
Mujer ajenjo, poemario editado en Buenos Aires por Gog y Magog, es una selección de toda su poesía hecha por la autora misma. A través del libro vemos cómo el lugar de la poeta y su voz se ven directamente enraizados en las voces populares del folclore y la oralidad, en la tradición ancestral natural que el sistema de violencias patriarcales en que vivimos desfigura y destruye. Dice Makarovic en entrevista realizada por Sarachu:

MAKAROVIČ: No diría que mi poesía es pesimista, no es una descripción del mundo sino un reflejo del mundo. El mundo es horrible, desde que existe la humanidad existe el deseo de matar al semejante, matar a la otra gente, matar lo que está vivo, matar lo que es más débil, matar todo lo que es diferente. Por eso hay guerra, todo tiempo es tiempo de guerra porque la guerra nace con la humanidad desde el principio; quiero decir, mi postura frente a la guerra es mi postura frente al mundo. Esto lo tomo como una posición realista frente al mundo. No amo al mundo, no quiero a mi vida, porque si hubiera tenido la opción de nacer en este mundo o no, hubiera dicho “por favor, no”. Pero como Dios no existe no tengo con quien quejarme, entonces escribo poesía de la misma manera que un compositor escribe su música. (Sarachu, 2018, 768)

La tradición femenina, marginada durante siglos al lugar de “lo natural” y lo animal como inferior al “hombre” culto, ha sostenido desde siempre la importancia de estas voces comunitarias y acusadas de “salvajes” por los centros de poder (Pinkola Estés, 2010). Esta característica de la poesía de Makarovic da vitalidad a sus versos y a las traducciones de ellos que llegan hasta nosotras:

En sus poemas la sonoridad, la rima y su vinculación con la cultura oral y la lengua materna resultan decisivas. Dado que no hay en Makarovič un procedimiento racional de construcción de una idea objetiva que el traductor puede identificar para comenzar desde allí su intento de reconstrucción, sino una búsqueda, a partir de la materialidad sonora de las palabras, para hacer surgir el poema como reverberación de voces antiguas que actualizan en su interior la experiencia de una genealogía femenina que se retrotrae hasta Ajda, la mujer eslava originaria. (Sarachu, 2018, 796)

Los personajes y motivos que la poeta nos muestra son productos de un trabajo personal y colectivo femenino que trenza introyección, validación y pervivencia de voces ancestrales. Los personajes y creencias paganas le sirven para rechazar el mundo del catolicismo impuesto por encima de la vida salvaje y natural que pervive como sustrato. En sus propias palabras:

… yo a San Juan no lo voy a reconocer, yo llevo en mi corazón al Krešnik pagano, el bello Jorge por ejemplo que es el que enciende, alimenta, las fogatas, lo que el cristianismo después proclamó como pecaminoso. El cristianismo entonces determinó que la erótica, el sexo, debía encuadrarse en una linda ley, pertenecer a una institución bendecida. El Krešnik pagano por otro lado para mí representa el coger universal. Y expresamente utilizo esa palabra “coger” en el sentido de coger a la naturaleza, las plantas, los animales, los pájaros y a la otra gente; utilizo la palabra con toda intención, “jebanje” (coger), es una palabra eslovena, es una palabra eslava y la quiero utilizar con todo el sentido y no peyorativo, porque coger es la esencia, el fundamento, el inicio de toda vida. (Sarachu, 2018, 772)

La poeta articula así lo que Donna Haraway en Manifiesto para cyborg (2018) define como “una imagen condensada de imaginación y realidad material”, un cuerpo (del poema, de la poeta y de las heroínas) que canta “al placer de la confusión de fronteras y a la responsabilidad de su construcción” (Haraway, 2018, 11). Como el cyborg de Haraway, las heroínas de Makarovic son opositivas, utópicas e inocentes, producen acoplamientos en un ecosistema como “polis tecnológica basada parcialmente en una revolución de las relaciones sociales en el oikos, el hogar. (donde) La naturaleza y la cultura son redefinidas: la primera ya no puede ser un recurso dispuesto a ser apropiado e incorporado por la segunda.” (Haraway, 2018, 13)
En los poemas de Mujer ajenjo, hay múltiples formas de heroísmo pero no vemos escenas bélicas, violentas y entramadas en la lógica del premio y el castigo, el vencedor y el vencido, en consonancia con el héroe tradicional estudiado por Joseph Campbell (1972). Aparece un tipo de heroísmo no lineal sino circular, centrado, plural, dotado de capacidad de reproducción, memoria, narración y solidaridad como bienes primordiales. Este arquetipo heroico, que he llamado “heroína” a falta de nombre más apropiado y alejado de binarismos, se relaciona de igual a igual con los vivos y los muertos (“Canción vespertina”) y con todas las “personas” (Viveiros de Castro, 2014) que componen su espacio vital (“Vecino montaña”, “Girasoles”, “Deuda”). A través de las heroínas de los poemas de Makarovic se cumple la canibalización o “tecnodigestión” de las dicotomías, de los “dualismos orgánicos y jerárquicos que controlan los discursos de Occidente desde Aristóteles”:

 la mente y el cuerpo, lo público y lo privado, el organismo y la máquina, lo animal y lo humano, la naturaleza y la cultura, los hombres y las mujeres, lo primitivo y lo civilizado, están puestos ideológicamente en entredicho (...) El hogar, el sitio del trabajo, el mercado, la plaza pública, el propio cuerpo, todo puede ser dispersado y conectado de manera polimorfa, casi infinita, con enormes consecuencias para las mujeres y para otros… (Haraway, 2018, 41)

La yo lírica de Makarovic toma del folclore esloveno la sabiduría transmitida por los cantos y las rondas para alimentar su creatividad y sostenerse como poeta individual enraizada en la tradición popular más que letrada. Tanto el “hada noble” como la “décima hija”, “la bruja”, la alimentada por el burja (“Ser solo”), Verónica que hace huir a Jelengar pero no puede evitar cargar con el perfume del miedo que él produce en todas las mujeres, la no-novia y no-madre de “La noche oscura”, la amiga del ciervo que escapa en “Cacería”, la que puede ser a la vez una flor y un monstruo, la que debe atravesar el pueblo de los babosos que han matado a la hija, la mujer del zarzal, Bvantinova, que está muerta, cuya memoria es un basurero del “hombre” pero aún así es la encargada de parir el atardecer entre las hayas, son heroínas dotadas del poder del conocimiento heredado, de la memoria, del sacrificio por el grupo y de la comunión con personas de todos los reinos naturales. Sus recorridos son cíclicos (“la luna rejuvenece para mí, / rejuvenece, envejece” y “cada cien años nos volvemos a encontrar”) y sus cuerpos son anfibios entre los reinos de la lógica falogocentrada.
Estas heroínas se mueven en la imaginería de  la fragmentación y la reconstrucción de los cuerpos y los territorios. El principio que las hace subvertir el orden de los mitos patriarcales es el poder de la Vida/Muerte/Vida (Pinkola Estés, 2010) como entidad eterna y arquetípica de cuya voz toda poesía es manifestación creativa. Para ellas, el lenguaje poético no es un medio de comunicación sino un placer sagrado, aquello que Ivonne Bordelois (2005) llama “una forma, acaso la más elevada, de amor y de conocimiento” (p. 12) y “un tejido fuerte y resistente, y tan necesario a nuestras vidas como la nutrición” (p. 25).
El devenir poético se suma al todo universal y compartido (“el mundo es la tumba y la cuna”) y no clasificable en nacionalidades, lenguas traducibles u olvidables o cargos jerárquicos definidos por las guerras (“El verdugo”) y las relaciones binarias en las que “seremos lápidas uno para el otro” (P. 75).
En Makarovic, lo infantil y lo animal no son disvalores ni etapas a superar sino que se integran al cuerpo de la heroína como bienes. En “Juego de niños”, por ejemplo:

JUEGO DE NIÑOS

Me gusta comer cerezas rojos,
y las negras aún más,
me gusta apartarme del camino de la gente,
cada año más,
estaban de pie en el umbral,
contaron las cerezas,
estas son mías, estas son tuyas, y estas son de él.

Me gusta mirar las amapolas rojas,
y las negras aún más,
me gusta la niebla y el atardecer,
cada año más,
estaban de pie en el umbral,
contaron las vidas,
estas son mías, estas son tuyas, estas son de él.

Me gusta cantar canciones,
insultar aún más,
me gusta también callarme,
cada año aún más,
estaban de pie en el umbral,
contaban cadáveres,
estos son míos, estos son tuyos, estos son de él.

Lo lúdico aparece unido a lo vegetal (las cerezas) y al placer de los sentidos (deambular, la niebla, el cantar y el silencio), en antítesis con lo clasificatorio y lo bélico que cuenta cadáveres, propio de la épica masculina y nacionalista.
Del mismo modo, en “Soga” y en “El mundo es así”:
Soga

Soga negra,
ciega,
¡fuera de mi corazón!,
yo te conjuro tres veces
con esta hierba roja de junio,
con este trébol exquisito:

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
entre aquellos, que se comen uno al otro,
para que nunca más vuelvas.

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
que se pisan uno al otro,
para que nunca más vuelvas.

¡Fuera!, hacia donde está tu hogar,
entre aquellos, que viven de a dos,
de a dos, con su atadura,
para que nunca más vuelvas,
soga negra,
ciega,
tres veces envuelta alrededor del mundo.

Florecé, florecé para mí hierba roja,
mil veces lindo trébol.

La “hierba roja” y el “lindo trébol” son los que florecen para la heroína que expulsa de sí al elemento violento propio de “los que viven de a dos” y “se pisan uno al otro”, a la vez que se ríe irónica de los que se hacen daño unos a otros mientras sostienen que eso es lo natural e inmodificable:

El mundo es así

Nosotros vamos por el mundo,
uno a otro nos hacemos daño,
uno a otro nos hacemos daño,
el mundo es así.

Yo correré y te cazaré,
porque es algo que ambiciono,
porque es algo que ambiciono,
ya es así el mundo.

Te voy a arrancar el ojo
porque me molesta mucho
porque me molesta mucho
ya es así el mundo.

Con tus lágrimas voy a limpiar el piso,
porque me gusta tener la casa limpia,
porque me gusta tener la casa limpia,
ya es así el mundo.

La poeta, en cambio, la que rehuye los contactos humanos dominados por la frivolidad, la crueldad y el status quo, “se aferra a la palabra vos, /porque yo significa frío” (“Nacido”, p. 105) y de este modo borra sus límites corporales y lingüísticos para zambullirse en un universo pletórico de multiplicidades y calores donde son posibles todas las formas de vida otras, tal como vemos en el poema que cierra Mujer ajenjo (p. 115-116):
La aguja
Camina camina la aguja silenciosa
ligera, con pasos minúsculos de acá para allá,
cose con apenas visible hilo
uno con el otro.
Que siga cosiendo, que siga cosiendo
a mí con vos, a vos con él,
cuanto más densa es la costura,
menos palabras pronuncio.
Pincha, tira, tensa
delgado, filoso, hilo ardiente,
cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde,
con mil puntadas estás cosido.
Garganta con garganta, la tuya con la mía,
cada vez más denso, cada vez más fuerza,
la piel se injerta en otra piel,
cada vez más apretado, cada vez más cálido.
Junta las mejillas, las espaldas,
los pechos, los miembros sudados,
ya siento tu aliento de odio,
ya no podés apartarte de mí.
Qué es mío, qué es tuyo,
apuntás con la piedra entre mis ojos –
la aguja se apura, pincha la palma,
que se afloja y la deja caer.
Lo que fue anudado,
no se puede desatar
y lo que fue arrugado,
nunca más se alisa.
A uno se le corta el aliento
y presiente y reconoce.
El camino se revela solo.
Es un camino para uno solo.
Se estremece con fuerza, se lanza,
arranca la piel de los huesos,
se levanta entre los harapos del cuerpo
y se pierde en la oscuridad.
Allá en lo desconocido. Allá en lo alto.
Fue y es y será.
Allá en lo infinito. Allá único.
Esa estrella sobre la montaña.


BIBLIOGRAFÍA

Bordelois, Ivonne (2005) La palabra amenazada. Buenos Aires. Libros del Zorzal.
Campbell, Joseph (1972) El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. México: Fondo de Cultura Económica.

Haraway, Donna. (2018) Manifiesto para cyborgs. Ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX. Mar del Plata. Letra sudaca.

Makarovic, Svetlana. (2010) Mujer ajenjo. Buenos Aires. Gog y Magog.

Pínkola Estés, Clarisa. (2010) Mujeres que corren con los lobos. Buenos Aires. Planeta.

Salmoiraghi, Paula (2012)  “Cruce de espacios, identidades y tradiciones en Río de las congojas de Libertad Demitrópulos”. Disponible en  http://2012.cil.filo.uba.ar/sites/2012.cil.filo.uba.ar/files/0333%20SALMOIRAGHI,%20PAULA.pdf

Sarachu, Julia (2018) Tesis doctoral: “Interpretación de la historia de la poesía eslovena a la luz de los procesos políticos, sociales y culturales que incidieron en la constitución de Eslovenia como Estado nacional independiente”.

Viveiros de Castro, Eduardo (2014) La mirada del jaguar. Introducción al perspectivismo amerindio. Buenos Aires. Tinta limón.


martes, 17 de julio de 2018

Barco anclado en el espacio

Dónde termina el poema, dónde. 13 poemas de Annita Costa Malufe

por adminv&co

Por Annita Costa Malufe*
Curador de la muestra Fabrício Marques
Traducción al español por Agustina Roca**
Crédito de la foto Silvio Ferraz



Dónde termina el poema, dónde.

13 poemas de Annita Costa Malufe



NUNCA ME DECÍS cuando vas
a volver es como si cerrases la
puerta y dejases algo aquí que
dijese yo no me fui yo
permanezco aquí pero este algo es
del color de este día más este que
despunta trae el sabor de más
este día lama calor vértigo
falta de sosiego que flota
entre edificios gritos de chicos
bochorno un repetido
ritmo no me fui
permanezco busco entre los
barullos y olores un gusto
seco bochorno calentando el cloro
de la piscina la visión de un cuadrado
azul rodeado de personas
nunca me decís cuando vas a volver mas
esto no significa que el día
sea una ronda descansada
fácilmente sustituible por otra
flotar entre los barullos los
gritos de infancia pájaros perros este
tintinear continuo de llantas una
atmósfera reparada como sí sin
interrupciones más bruscas



DÓNDE TERMINA el poema dónde
un punto de suspensión apenas
el poema no termina cuando
la línea roza el borde del papel
tampoco la lengua roza
aquello que alcanza
más allá de la página existe
el poema siempre imaginado
una imagen del poema
deshaciendo hundiéndose un
barco anclando en el espacio
un barco cada vez más renovado
el cuerpo del poema no es
imaginario tampoco la
posibilidad de un límite no
hay límite apenas limitación la
hoja acaba la tinta acaba la
lengua es el punto de discordia
rozar la página anclar más
cada vez apenas por un instante
este inacabado este
que nunca termina



FUE EL DÍA en que ella dijo
no te reconozco
pero eso era mucho antes
él debía estar aún
allí a lo lejos apoyado
en el marco de la puerta como de
costumbre él
debía estar mirando medio
de lejos como quién observa
un paisaje muy amplio
no le diga eso a ella
creo que pude oír pero
no estoy segura yo no
la reconozco no diga así
desde que llegué el
paisaje era muy
amplio y estaba reflejado
en el acuario
frente a la ventana
fue el día en que ella dijo
te podés quedar
quedate la palabra venía
pegada a la imagen
él saliendo con las
valijas bajando escaleras
abajo sin darse cuenta
del peso que dejaba
ropas objetos el sombrero
retratos para atrás como quien
olvida el propio nombre
o el propio rostro

la escena era de un
desalojo el silencio
escaleras abajo
apenas él
en el corredor
de afuera
las voces apagándose
una a una
en sus cuartos
fue el día en que ella dijo
no sos de aquí
y cerró la puerta más
fuerte
el vacío la
propagación
desnivel


él pasaba horas frente a
la calle saludando a los
pedestres
estaba seguro que ella podría
haberse engañado
pero no
siempre inventamos historias
para que nos distraigan nos
hagan compañía

Capa_Nesta-Cidade-e-Abaixo-de-Teus-Olhos

UN PUENTE CORTADO al medio
estar en el borde del andamio estar
en la punta de una grúa
en lo alto de este puente cortado al medio
de este puente que un día quién sabe
uniría dos montañas un puente
sobre el valle desplegado en tonos de verde
pienso que estar en el borde del andamio es
permitir recuerdos que nos suspenden nos lanzan
imágenes que insisten y un olor imperceptible en el aire
siempre un puente que se construye sobre
un valle temporal infinito
infinitamente plegable en tonos de verde y entonces
lo que ocurre es la construcción de un puente
que muchas veces no se concluye y queda como éste
cortado al medio una punta para cada lado
como dos brazos que se estiran al máximo
uno en dirección al otro
uno apoyado a cada lado del gran valle
sin conseguir tocarse



ESTRELLAS DE OTROS PAÍSES estrellas constelaciones distancias escribir estrellas de otros países buscar el punto en que hablan estrellas y se bifurcan en ensayos éxtasis discursos hablas funciones perdidas lapsus busco estrellas habito busco estrellas de otros lados cambiar el lado la dirección el punto en que mi habla encuentra tu habla escuchar entre una estrella y otra el silencio el insondable refugio el punto en que el insondable refugio del silencio pulsea en las palabras mi habla con tu función con tu fáctica función retomar el punto en que puedo escribir estrellas oír otros países constelaciones en que puedo bifurcar discursos perder la sintaxis la distancia mis éxtasis tu coyuntura perder la función perder reencontrar refrenar otros países espere
éste es el punto en que el lenguaje falla el punto en que las estrellas hablan
el insondable silencio entre una estrella y otra
lo puedo oír ahora
espere no se vaya


(aún no puedo oír sus pasos
contengo la respiración en el primer escalón)


……………………………………………puedo deletrear en silencio
……………………………………………este miedo
……………………………………………debajo del escritorio
……………………………………………o en un rincón perdido de la sala

no se vaya
no se olvide

…………………………………………… (una espera delante del teléfono
……………………………………………mudo)

el insondable silencio entre una estrella y otra
lo puedo oír ahora

espere
no se vaya



DEJAME IR ERA LA CHICA que decía dejame
ir así mismo como estoy descalza camisa
arrugada dejá dejame era la voz de una mujer
allí lejos muy fina aguda era un pedido él
se anudaba a sus pies no la dejaba así nomás
la mesa puesta para el café ella sabía que el tiempo había sido
este no era un tiempo planeado simplemente
éste ella sabía que él pedía algo imposible dejame
es simple más simple que atrapar a una
imagen soy apenas una imagen atravesando
la ventana la luz blanca apenas una visión necesito
partir así mismo descalza los cabellos
despeinados el tiempo de este modo sobre nosotros
veloz como un evento banal habitual dejame
la voz era fina suplicante él no la dejaba ir los brazos
se ataban a las piernas a la cintura a la piel de una imagen
blanca tan blanca que no se veía sólo él la veía y
la agarraba a distancia un barco incluso sin el tacto
el olor los pies los cabellos despeinados los pies en el piso la historia
agotada por el tiempo súbito un farol pasando por una esquina
la iluminación súbita del farol el vidrio iluminado de pasada
la visión el vapor él se ataba ella pedía dejame ir es simple
necesito ir me estoy yendo así mismo como estoy
los pies tocando levemente el piso a mi frente y detrás


La poeta Annita Costa Malufe La poeta Annita Costa Malufe

EN PRIMER LUGAR las palabras
pueden estar presentes o
decir algo completamente
superfluo ayer mismo
aprendí la grafía correcta
después me preguntaba que
diferencia existe si
ausentes cuerpo manos la memoria
enviciada de todo lo conocido
adivinase los gestos siguientes que
diferencia ocurre al caminar con
ojos cerrados nada de nuevo
apenas las flores que en esta
época comienzan a surgir el
piso que hoy no barrieron
todo diría estamos en otoño
me gusta fotografiar los cambios
de estación pero ellos aquí
son imperceptibles y aún
la imagen de un muro que
tal vez fuese el mismo o
al menos muy parecido



UNA CASA PARA CONTENER el caos
parar delante de esta imagen


……………………………..un embotamiento de los árboles de la calle cerrándose
……………………………..la ceguera la oscuridad sin grieta


parar delante de esta imagen
fijarla por unos instantes


……………………………..la necesidad de una puerta o ventana
……………………………..y un lugar para acomodar los zapatos


deshacer esta imagen
poco a poco pieza por pieza


……………………………..acomodar los zapatos descalzar
……………………………..calzar realzar los zapatos debajo de la cama


puntos de movilidad
puntos en que la casa se deshilacha en que la imagen se disuelve


……………………………..caminar sin zapatos
……………………………..por la casa


la ceguera
de una calle sin luz




una plataforma lanzada al mar es también un punto de apoyo
o un patio




había un patio
rodeado de paredes



……………………………..había
……………………………..un patio rodeado de paredes
……………………………..una especie de lugar aislado en un rincón de la casa
……………………………..en que no se notaba el pasaje
……………………………..un pequeño corredor imperceptible y después una puerta
……………………………..de la que sólo ella poseía la llave



estoy pensando en este lugar
una especie de jardín de invierno
cercado por plantas pero también un
rincón secreto en el que estoy y
nadie más me ve



……………………………..ella penetró en un corredor
……………………………..un pasaje casi imperceptible por el lado de fuera
……………………………..ella penetró y enseguida miró hacia atrás
……………………………..en un gesto automático un gesto que le recordó
……………………………..la prohibición a Orfeo



no mire por un instante no se vuelva
hay
un pasaje imperceptible
una especie de patio
cercado
pero el pasaje es tan sutil
que en un mínimo gesto
de un vistazo
se puede
apagar



NO TE APROXIMES
ella tendría ímpetus de decir pero después
la palabra volvía y se quedaba muerta
más o menos a la altura del pecho un
rápido amortecimiento seguido de
congelamiento de arterias y músculos
más superficiales no te
aproximes no me toques en este
recuerdo algo como dos o tres palabras
superficiales frío en la columna congelamiento
y entonces ya no haría diferencia era
parte del proceso partir de la palabra
muerta después aproximarse tanto
de ese pesquisar cuartos cajones y
hablar muy alto golpear todas
las puertas era parte del proceso integral
el punto de contacto se volvía
invisible hasta el límite que ni siquiera ella
pudiese encontrar la
palabra estaba muerta más o
menos a la altura del pecho un
poco más hacia arriba y de ella se animaba
un ser deforme una especie de
autómata invertebrado de timbre muy bajo
ronco piel fría ojos atentos músculos
rígidos manos muy fuertes y respiración
corta eléctrica casi imperceptible

Capa_quando_nao

ESTE SERÍA EL SONIDO constante cuando
no estoy cerca el sonido mezclando
las letras este sería el entorno del
moblaje la niña no tendría más de
siete u ocho años los cabellos enrulados
en el cepillo cuando no estoy a la altura de
decir huir este u otro sonido ella no
tendría más de siete u ocho años
rodeando el moblaje en medias por el suelo
el sonido constante el embrollo de las
letras la miopía pegada en las paredes no estoy
a la altura de decir no alcanzo la estantería
encima de la pileta los cabellos enrulados
en el cepillo los rituales repetidos entre
los cuartos no estoy a la vista no estoy
cerca cuando no estoy siento
que puedo tocar el suelo huir esquivar
muebles enroscarme en fibras del cepillo letras
mezcladas la miopía esparcida en el
paisaje cuando no estoy este sería el
sonido conocido la imagen que se
acurruca no sé porqué oscurece tan pronto
antes de que el sueño llegue antes mismo
que las calles se vacíen por completo



COMO SI CAYESE despacio
la lluvia
era un garabato opaco aparente
cargando el vidrio de duda indecisión
un lente empañado como si
cayese tan despacio que el ojo captase
el movimiento haciéndose poco a poco
la mirada en cámara lenta el viaje era
un garabato mis ojos
empañándose lentamente
alguna cosa que se congela un cuerpo
congelado las expresiones del rostro un
susto o apenas la atención necesaria
a las curvas del camino el viaje era lento
el rehacer de un trayecto algo como decir
no me acuerdo de este camino vaya más
despacio el vidrio rasgado de dudas las gotas
diseñando el lente con una tinta opaca como
si cayese despacio el cuerpo se anestesiaba era
la lluvia la posibilidad de escurrir cargar
las expresiones se paralizaban de indecisión o
apenas la necesaria atención delante del abismo



SUTURO PAISAJES intrusos
en las ondas que se desprenden de las paredes

¿cuándo estaremos preparados
para el silencio que devora la madrugada?

estoy quieta
y mis ojos mis ojos, vea bien,
mis ojos se fijan en el techo cuando
simplemente
no tengo nada que decir

los muebles eran de mis padres
en tiempos remotos
no debo deshacerme, entienda, algunas cosas
nos arrastran con ellas
algunas cosas nos arrastran toda la vida

la repetición de tierras
en el rostro
que se cansa de las mañanas
como del exceso de luz en la farmacia

los sótanos como un paño de boca estampado

y yo que tenía tanto que decir
de repente
sumergida en estos olvidos

de repente
no tengo nada que decir

la repetición de lugares
los tiempos remotos
mis ojos se fijan en el techo
devorados por la madrugada

estoy quieta
simplemente
me olvido



ANTES DE QUE EL SUEÑO llegue son tus cabellos
que se esparcen sobre las piernas
las que no tengo más antes incluso
del sueño antes las puertas están vigiladas la
solidez de los candados una resaca de mar
el viaje entre caminos que el agua cava
en arena la sal la vivencia que adhiere
a la piel antes de que el sueño llegue estoy despierto
deambulo de nuevo respondo a alguien que
me llama en la calle de enfrente busco
mis piernas las que perdí entre aguas sal
la solidez que vuelve calcáreo el mar antes
son las imágenes un mar de cabellos sobre
las piernas el sueño interrumpido
la respuesta estoy yendo el farol quemado
en la calle de enfrente al lado de una guía
seguir los caminos fijados en el cemento las piernas
dónde están dónde estás quién
me llama en la calle de enfrente en lo oscuro de la calle
de enfrente vigilada por el farol incluso quemado
antes de que el sueño llegue despierto el cuerpo estaría muerto
y cómo sería estar muerto al menos un trago el último
cuando me pienso muerto
pienso en alguien haciendo el amor con vos
cuando no estoy cerca pienso
en la solidez de los candados en la necesidad de
perder las piernas debajo de las sábanas



cuando me pienso muerto
pienso en alguien haciendo el amor con vos
cuando no estoy cerca
Charles Bukowski


---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
(poemas en su idioma original, portugués)

La poeta Annita Costa Malufe La poeta Annita Costa Malufe

Onde termina o poema onde.

13 poemas do Annita Costa Malufe



VOCÊ NUNCA ME DIZ quando vai
voltar é como se fechasse a
porta e deixasse algo aqui que
dissesse eu não me fui eu
permaneço aqui mas este algo é
da cor deste dia mais este que
desponta ter o gosto de mais
este dia lama calor vertigem
ausência de assento flutuar
entre prédios gritos de criança
mormaço uma repetida
batida eu não me fui
permaneço procuro entre os
barulhos e os cheiros um gosto
seco mormaço esquentando o cloro
da piscina a visão de um quadrado
azul rodeado de pessoas você
nunca me diz quando vai voltar mas
isto não significa que o dia
seja uma ciranda recomposta
facilmente substituí-la por outra
flutuar entre os barulhos os
gritos de criança pássaros cães este
tilintar ininterrupto de pneus uma
atmosfera refeita como se sem
interrupções mais bruscas



ONDE TERMINA O POEMA onde
um ponto de suspensão apenas
o poema não termina quando
a linha roça a beira do papel
tampouco a língua roça
aquilo que ela alcança
para além da página há
o poema imaginado sempre
uma imagem de poema
desfazendo-se afundando um
navio atracando-se no espaço
um navio a cada vez refeito mas
o corpo do poema não é
imaginário tampouco a
possibilidade de um limite não
há limite apenas limitação a
folha acaba a tinta acaba a
língua é ponto de desacordo
roçar a página ancorar mas
a cada vez apenas por um instante
este inacabado este
que nunca termina



FOI NO DIA EM que ela disse
eu não te reconheço
mas isso era muito cedo
ele devia estar ainda
ali ao longe encostado
no batente da porta como de
costume ele
devia estar olhando meio
de longe como quem observa
uma paisagem muito ampla
não diga isso para ela
acho que pude ouvir mas
não estou certa eu não
a reconheço não diga assim
desde que cheguei a
paisagem era muito
ampla e estava refletiva
no aquário
em frente à janela
foi no dia em que ela disse
você pode ficar
fique a palavra vinha
colada na imagem
ele saindo com as
malas descendo escada
abaixo sem dar conta
do peso deixando
roupas objetos o chapéu
retratos para trás como quem
esquece o próprio nome
ou o próprio rosto

a cena era de um
despejo o silêncio
escada abaixo
apenas ele
no corredor
lá de fora
as vozes vazando
uma a uma
de seus quartos
foi no dia em que ela disse
você não é daqui
e fechou a porta mais
forte
o vazio a
propagação
desnível


ele passava horas de frente para
a rua cumprimentando os
pedestres
tinha certeza de que ela poderia
ter se enganado
mas não
sempre inventamos histórias
para nos distrair nos
fazer companhia

capa_comosecaisse

UMA PONTE CORTADA ao meio
estar na beira do andaime estar
na ponta de um guindaste
no alto desta ponte cortada ao meio
desta ponte que um dia quem sabe
ligaria duas montanhas uma ponte
sobre o vale desdobrado em tons de verde
penso que estar na beira do andaime é
permitir lembranças que nos suspendem nos lançam
imagens que insistem e um cheiro imperceptível no ar
sempre uma ponte que se constrói sobre
um vale temporal infinito
infinitamente desdobrável em tons de verde e então
o que se passa é a construção de uma ponte
que muitas vezes não se conclui e fica como esta
cortada ao meio uma ponta para cada lado
como dois braços que se esticam ao máximo
um em direção ao outro
um apoiado em cada lado do grande vale
sem conseguir se tocar



ESTRELAS DE OUTROS PAÍSES estrelas constelações distâncias escrever estrelas de outros países buscar o ponto em que falam estrelas e bifurcam-se ensaios arroubos discursos falas funções perdidas lapsos busco estrelas povôo busco estrelas de outros lados mudar o lado a direção o ponto em que minha fala encontra a tua fala escutar entre uma estrela e outra o silêncio o insondável refúgio o ponto em que o insondável refúgio do silêncio pulsa nas palavras a minha fala a tua função a tua fática função retomar o ponto em que posso escrever estrelas ouvir outros países constelações em que posso bifurcar discursos perder a sintaxe a distância meus arroubos a tua conjuntura perder a função perder reencontrar refrear outros países espere
este é o ponto em que a linguagem falha o ponto em que estrelas falam
o insondável silêncio entre uma estrela e outra
posso ouvir agora
espere não se vá


(ainda não posso ouvir teus passos
seguro a respiração no primeiro degrau da escada)


………………………………………………posso soletrar em silêncio
………………………………………………este medo
………………………………………………embaixo da escrivaninha
………………………………………………ou num canto perdido da sala

não se vá
não se esqueça

……………………………………………… (uma espera diante do telefone
………………………………………………mudo)

o insondável silêncio entre uma estrela e outra
posso ouvir agora

espere
não se vá

Capa_um_caderno

ME DEIXE IR ERA A MOÇA que dizia me deixe
ir como estou assim mesmo pés no chão blusa
amarrotada deixe me deixe era a voz de uma mulher
lá longe muito fina aguda era um pedido ele
se amarrava a seus pés ele não a deixava não assim
a mesa posta para o café ela sabia que o tempo tinha sido
este não um tempo planejado mas simplesmente
este ela sabia que ele pedia algo impossível deixe-me
é simples mais simples do que se prender a uma
imagem eu sou apenas uma imagem adentrando
a janela a luz branca apenas uma visão preciso
partir assim mesmo de pés no chão os cabelos
desalinhados o tempo deste modo sobre nós
súbito como um evento banal corriqueiro deixe-me
a voz era fina suplicante ele não a deixava ir os braços
se atavam às pernas à cintura à pele de uma imagem
branca tão branca que não se via apenas ele a via e
a prendia mesmo longe um vapor mesmo sem o tato
o cheiro os pés os cabelos em desalinho os pés no chão a história
rompida pelo tempo súbito um farol passando numa esquina
a iluminação súbita do farol o vidro iluminado de relance
a visão o vapor ele se atava ela pedia deixe-me ir é simples
preciso ir estou indo assim mesmo como estou
os pés tocando de leve o chão à minha frente e após


EM PRIMEIRO LUGAR as palavras
podem estar presentes ou
dizer algo completamente
supérfluo ontem mesmo
aprendi a grafia correta
depois me perguntava que
diferença faz mesmo se
ausentes corpo mãos a memória
viciada tudo muito conhecido
adivinhar os gestos seguintes que
diferença faz caminhar de
olhos fechados nada de novo
apenas as flores que nesta
época começam a surgir o
chão que não varreram hoje
tudo diria estamos no outono
gosto de fotografar as mudanças
de estação mas aqui elas
são imperceptíveis e ainda
a imagem de um muro que
talvez fosse o mesmo ou
ao menos muito parecido



uma casa para conter o caos
parar diante desta imagem


………………………um entorpecimento das árvores da rua se fechando
………………………a cegueira o escuro sem fresta


parar diante desta imagem
fixá-la por uns instantes


………………………a necessidade de uma porta ou janela
………………………e um lugar para acomodar os sapatos


desfazer esta imagem
pouco a pouco peça por peça


………………………acomodar os sapatos descalçar
………………………calçar recalçar os sapatos debaixo da cama


pontos de mobilidade
pontos em que a casa se esgarça em que a imagem se dissolve


………………………caminhar sem sapatos
………………………pela casa


a cegueira
de uma rua sem luz




uma plataforma lançada ao mar é também um ponto de apoio
ou um pátio




havia um pátio
cercado de paredes



………………………havia
………………………um pátio cercado de paredes
………………………uma espécie de lugar isolado no canto da casa
………………………em que mal se notava a passagem
………………………um pequeno corredor imperceptível e depois uma porta
………………………da qual apenas ela possuía a chave



estou pensando neste lugar
uma espécie de jardim de inverno
cercado pelas plantas mas também um
canto secreto em que estou e
ninguém mais me vê



………………………ela penetrou num corredor
………………………uma passagem quase imperceptível pelo lado de fora
………………………ela penetrou e em seguida olhou para trás
………………………em um gesto automático um gesto que lhe fez lembrar
………………………a proibição a Orfeu



não olhe por um instante não se volte
uma passagem imperceptível
uma espécie de pátio
cercado
mas a passagem é tão sutil
que em um mínimo gesto
em um relance
pode
se apagar

Capa_Fundos-para-Dias-de-Chuva

NÃO SE APROXIME
ela teria ímpetos de dizer mas depois
a palavra voltava e ficava morta
mais ou menos na altura do peito um
rápido amortecimento seguido de
congelamento das artérias e músculos
mais superficiais não se
aproxime não me toque nesta
lembrança algo como duas ou três palavras
superficiais o frio na espinha o congelamento
e então já não faria diferença era
parte do processo partir da palavra
morta depois se aproximar o quanto
desse vasculhar quartos gavetas e
falar muito alto bater todas
as portas era parte do processo integral
o ponto de contato tornava
invisível até o limite de nem mesmo ela
poder encontrar a
palavra estava morta mais ou
menos na altura do peito um
pouco mais para cima e dela se animava
um ser disforme uma espécie de
autômato invertebrado de timbre muito baixo
rouco pele fria olhos atentos músculos
rígidos mãos muito fortes e respiração
curta elétrica quase imperceptível



ESTE SERIA O SOM constante quando
não estou por perto o som embaralhando
as letras este seria o contorno da
mobília a menina não teria mais do que
sete ou oito anos os cabelos enroscados
na escova quando não estou à altura de
dizer fugir este ou outro som ela não
teria mais do que sete ou oito anos
contornando a mobília de meias no chão
o som constante o embaralhamento das
letras a miopia grudada nas paredes não estou
à altura de dizer não alcanço a prateleira
em cima da pia os cabelos enroscados
na escova os rituais repetidos entre
os cômodos não estou à vista não estou
por perto quando não estou sinto
que posso tocar o chão fugir desviar das
mobílias me enroscar nas fibras da escova letras
embaralhadas a miopia espraiada na
paisagem quando não estou este seria o
som conhecido a imagem que se
acotovela não sei por que escurece tão cedo
antes mesmo do sono chegar antes mesmo
que as ruas se esvaziem por completo



COMO SE CAÍSSE devagar
a chuva
era um rabisco fosco aparente
carregando o vidro de dúvida hesitação
uma lente embaçada como se
caísse tão devagar que o olho captasse
o movimiento fazendo-se pouco a pouco
o olhar em câmara lenta a viagem era
um rabisco meus olhos
embaçando-se lentamente
alguma coisa que se congela um corpo
congelado as expressões do rosto um
susto ou apenas a atenção necessária
às curvas da estrada a viagem era lentamente
o retraçar de um percurso algo como dizer
eu não me lembro deste camino vá mais
devagar o vidro riscado de dúvidas as gotas
desenhando a lente com uma tinta fosca como
se caísse devagar o corpo se anestesiava era
a chuva a possibilidade de escorrer carregar
as expressões eran paralisadas de hesitação ou
apenas a necessária atenção diante do abismo



costuro paisagens intrusas
nas ondas que se desprendem das paredes

quando estaremos preparados
para o silêncio que engole a madrugada?

fico quieta
e meus olhos os meus olhos, veja bem,
os meus olhos se prendem no teto quando
simplesmente
não tenho nada a dizer

os móveis foram dos meus pais
em tempos remotos
não devo me desfazer, entenda, algumas coisas
nos carregam com elas
algumas coisas nos carregam por toda vida

a repetição das terras
no rosto
que se cansa das manhãs
como do excesso de luz da farmácia

os porões como um pano de boca estampado

e eu que tinha tanto a dizer
de repente
submersa nestes esquecimentos

eu de repente
não tenho nada a dizer

a repetição dos lugares
os tempos remotos
meus olhos se prendem no teto
devorados pela madrugada

fico quieta
simplesmente
me esqueço

Capa_ensaio_para_casa_vazia

ANTES DO SONO CHEGAR são seus cabelos
que se espalham sobre as pernas
as que não tenho mais antes mesmo
do sono antes as portas estão vigiadas a
solidez dos cadeados uma ressaca de mar
a viagem entre caminhos que a água cava
na areia o sal a vivência que adere
à pele antes do sono chegar estou acordado
perambulo novamente respondo a alguém que
me chama na rua em frente procuro
minhas pernas as que perdi entre águas o sal
a solidez que retorna calcário mar antes
são as imagens um mar de cabelos sobre
as pernas o sono interrompido
a resposta estou indo o poste queimado
na rua em frente a beirada de uma guia
seguir os caminhos fincados no cimento as pernas
onde estão onde você está quem
me chama na rua em frente no escuro da rua
em frente vigiada pelo poste queimado mesmo
antes do sono chegar desperto o corpo estaria morto
e como seria estar morto senão um gole o último
quando me penso morto
penso em alguém fazendo amor com você
quando não estou por perto penso
na solidez dos cadeados na necessidade de
perder as pernas embaixo dos lençóis



quando me penso morto
penso em alguém fazendo amor com você
quando não estou por perto
Charles Bukowski





*(Sao Paulo-Brasil, 1975). Poeta y ensayista. Fue semifinalista del Premio Portugal Telecom y semifinalista del Premio Oceanos. Ha publicado en poesía Fundos para días de chuva (2004), Nesta cidade e abaixo de teus olhos (2007), Como se caísse devagar (2008), Quando não estou por perto (2012), Um caderno para coisas práticas (2016), Ensaio para casa vazia (2016); y en ensayo Territórios dispersos: a poética de Ana Cristina Cesar (2006) y Poéticas da imanência: Ana Cristina Cesar e Marcos Siscar (2011).

 

 

 

**(Buenos Aires-Argentina, 1949). Poeta y traductora. Obtuvo el XXXI Premio de Poesía Vila de Martorell y el XI Premio Internacional de Poesía León Felipe. Ha publicado en poesía Rituales (1981), El ojo del llano(1987), Sonámbulas (2007), Balada para mi madre (2009), El Escenario (2013), Tejer y destejer: antología de poetas brasileñas. Selección y traducción Agustina Roca (–en edición–, 2018).