miércoles, 31 de enero de 2024

Yo soy pájaro corsario Que no conoce el alpiste

 Con permiso via a dentrar

Aunque no soy convidao,
Pero en mi pago, un asao
No es de naides y es de todos.
Yo via cantar a mi modo
Después que haiga churrasqueiao.
No tengo Dios pa pedir
Cuartiada en esta ocasión,
Ni puedo pedir perdón
Si entuavía no hei faltao;
Veré cuando haiga acabao;
Pero ésa es otra cuestión.
Yo sé que muchos dirán
Que peco de atrevimiento
Si largo mi pensamiento
Pal rumbo que ya elegí,
Pero siempre hei sido ansí;
Galopiador contra el viento.
Eso lo llevo en la sangre
Dende mi tatarabuelo.
Gente de pata en el suelo,
Fueron mis antepasaos;
Criollos de cuatro provincias
Y con indios misturaos.
Mi agüelo fue carretero,
Mi tata fue domador;
Nunca se buscó un dotor
Pues curaban con yuyos,
O escuchando los murmuyos
De un estilo de mi flor.
Como buen rancho paisano
Nunca faltó una encordada,
de ésas que parecen nada
Pero que son sonadoras.
Según el canto y la hora
Quedaba el alma sobada.
Mi tata era sabedor
Por lo mucho que ha rodao.
Y después que había cantao
Destemplaba cuarta y prima,
Y le echaba un poncho encima
“pa que no hable demasiado...”
La sangre tiene razones
Que hacen engordar las venas
Pena sobre pena y pena
Hacen que uno pegue el grito.
La arena es un puñadito
Pero hay montañas de arena.
No sé si mi canto es lindo
O si saldrá medio triste;
Nunca fui zorzal, ni existe
Plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
Que no conoce el alpiste.
Vuelo porque no me arrastro,
Que el arrastrarse es la ruina;
Anido en árbol de espina
Lo mesmo que en cordillera
Sin escuchar las zonceras
Del que vuela a lo gallina.
No me arrimo así nomás
A los jardines floridos.
Sin querer vivo advertido
Pa’ no pisar el palito.
Hay pájaros que solitos
Se entrampan por presumidos.
Aunque mucho he padecido
No me engrilla la prudencia.
Es una falsa experiencia
Vivir temblándole a todo.
Cada cual tiene su modo;
La rebelión es mi cencia.
Pobre nací y pobre vivo
Por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
Cinchando tuitos parejos
Pa’ hacer nuevo lo que es viejo
Y verlo al mundo cambiao.
Yo soy de los del montón,
No soy flor de invernadero.
Soy como el trébol pampero,
Crezco sin hacer barullo.
Me apreto contra los yuyos
Y así lo aguanto al pampero.
Acostumbrao a las sierras
Yo nunca me sé marear,
Y si me siento alabar
Me voy yendo despacito.
Pero aquel que es compadrito
Paga pa’ hacerse nombrar.
Si alguien me dice señor,
Agradezco el homenaje;
Más, soy gaucho entre el gauchaje
Y soy nada entre los sabios.
Y son pa’ mí los agravios
Que le hacen al paisanaje.
La vanidá es yuyo malo
Que envenena toda huerta.
Es preciso estar alerta
Manejando el azadón
Pero no falta el varón
Que la riegue hasta en su puerta ..




- ATAHUALPA YUPANQUI -
31 de enero de 1908 / 23 de mayo de 1992

La puerta/ no la cosa de madera

 

Rose Ausländer

Trad. Geraldine Gutiérrez-Wienken

.

.

Si Inge Müller es considerada la poeta de la Hora cero, Rose Ausländer es, junto a Nelly Sachs, Paul Celan, Hilde Domin y Mascha Kaléko, entre otros, una de las voces más destacadas de la literatura de postguerra escrita en alemán.

G.G.W

.

.

.

Rose Ausländer:
Hacia la vida. Obra temprana (1939-1967)

.

.

.

La puerta
.

Para Marianne Moore

.
La puerta
no la cosa de madera
La puerta
abierta hacia puertas abiertas
hacia caminos abiertos
hacia el bosque

El bosque
no árboles de madera
El bosque de árboles alentadores
árboles verde-alentador
roce fraterno del aire
aire exhalado
hacia la puerta abierta

La puerta
no la cosa de madera

.

.

.

.

.

Czernovitz
.

«Historia en la concha de una nuez»

.
Ciudad estampada
………..en la verde crinolina
El auténtico vocabulario
………..del mirlo

El pez carpa espejo
marinado con pimienta
guardó silencio en cinco lenguas

La gitana
leyó nuestro destino
en las cartas

Negro-amarillo
Los niños de la monarquía
soñaron con cultura alemana

Leyendas del fantasma de Baal
De Sadagora: los milagros

Después del ajedrez de banderas rojas
cambian los colores

La Valaquia despierta –
se vuelve a dormir
Una bota de siete leguas
al pie de su cama –
………………….huye

En el gueto Dios
ha abdicado

Otra vez el juego de banderas
El martillo parte
………..la fuga en dos
La hoz siega
………..la hora para el heno

.

.

.

.

.

La primera herencia

.
Ala del huevo quebrado. Esperma
en el escroto de la criatura
sin comienzo y sin final sus nombres
pronunciados aquí en menor, allá en mayor

¿El ayer dorado? Pero ellos olvidaron la muerte
la primera herencia en el átomo
la obligación de procrear. Los segundos devoran
nuestras células, nuestras catedrales más claras

Ante el espectáculo de nuestros fuegos de estacas
nos vemos ciegos y heridos
hermano, no me preguntes por el final –
quien lo sepa, carece de boca

.

.

.

.

.

Con preguntas

.
Vengo
con preguntas espinosas
sol anémico
viento y cardos

con la reina de las hormigas
con su indignado ejército
con preguntas de dónde y adónde

con la colina bajo la piedra
con una vela temblorosa
labios sebosos
preguntas de humo

con el amor estrangulado
con el fragmento de vidrio
robado de tus ojos
y arriba el grito de los buitres

vengo
hacia quién
con preguntas
por qué para qué

.

.

.

.

.

Escandaloso silencio

.
Algunos se salvaron

De la noche
se arrastraron manos
con sangre rojo-teja
de los asesinados

Fue un escandaloso espectáculo
una imagen de fuego
música de fuego
Entonces la muerte calló
Calló

Se hizo un escandaloso silencio
Entre las ramas
sonrieron estrellas

Los salvados esperan en el puerto
Naves estropeadas reposan
Parecen cunas
sin madre y sin hijo

.

.

.

.

.

Sobrevivimos

.
Perdidos
reencontrados
bajo una luna hinchada

Nos instalamos
en el tiempo de Lucifer
tras la estrella enrejada
en el oxidado Reich lleno de alambres de púas
cuelgan copos pájaros celestiales

demasiado metal entre nosotros

Sobrevivimos
incluso al peligro de las rosas y al
terrible ejercicio
de la armonía

.

.

.

.

R.

.
Rose Ausländer
 (Rosalie Beatrice Ruth Scherzer) nace el 11 de mayo de 1901 en el seno de una familia judía de habla alemana en Czernovitz/Bucovina, una ciudad del Imperio austrohúngaro que luego pasó a Rumanía y ahora pertenece a Ucrania. En 1916 huye con su familia a Viena, a causa de la Primera Guerra Mundial. En 1919 inicia estudios de Filosofía y Literatura en la Universidad de Czernovitz. En 1920 muere su padre. Al año siguiente emigra a E.E.U.U. con su futuro esposo Ignaz Ausländer.  Trabaja en Nueva York como empleada bancaria. Cuatro años más tarde se divorcia de Ignaz Ausländer. En 1931 regresa a Czernovitz para cuidar de su madre enferma. En 1939 aparece su primer libro El arcoíris. En 1941 las tropas nazis ocupan Czernovitz, la poeta queda cautiva en el gueto de la ciudad. Ahí conoce a Paul Celan. Realiza trabajos forzados. En 1946 emigra, por segunda vez, a Nueva York. Un año más tarde muere su madre en Satu Mare, Rumanía. De 1949 a 1956 escribe sus poemas exclusivamente en inglés. En 1957 viaja a Europa: En Paris visita varias veces a Paul Celan. En 1966 recibe la renta de indemnización como perseguida del régimen nazi. En 1967 recibe el Premio Droste de la ciudad de Meersburg por su tercer libro Los 36 Justos. A partir de este libro, la poeta recibe numerosos reconocimientos en Alemania. En 1971 se instala definitivamente en la Casa Nelly Sachs en Düsseldorf, destinada a la comunidad judía. Allí escribe una decena de libros. Rose Ausländer muere el 3 de enero de 1988 en Düsseldorf.

.

Geraldine Gutiérrez-Wienken. Ciudad Guayana, Venezuela, 1966. Cursó estudios de Odontología en la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Es doctora en Filología Alemana y magíster en Ciencias de la Literatura por la Universidad Heidelberg, Alemania. Obtuvo la beca Merck para participar en el taller literario de la Casa de la Literatura de Darmstadt. Fundadora de la editorial «hochroth Heidelberg», una editorial consagrada a la traducción y publicación de poesía de América Latina y España, en Alemania. Ha publicado los siguientes poemarios: Espantando elefantes (La Liebre Libre, 1994), Con alma de cine (IX Premio de Poesía del Ayuntamiento de Ciudad Real, 2007) y Castañas de confianza (Eclepsidra, 2012).

La obra que ilustra esta publicación  fue realizada por la artista venezolana Lauri Zambrano

El deseo que te convierte en un juguete

 "Cuidate

del deseo
que te convierte
en un juguete
que un niño destroza"



•Rose Ausländer•

martes, 30 de enero de 2024

Nos olvidaron, pues olvidamos cómo se vuela

 

nancy willard / preguntas que me hizo mi hijo, respuestas que nunca le di










1. "¿Cumplen años los gorilas?"
Sí. Como el arco iris, suceden.
Como el aire, nadie los observa.

2. "¿Hacen ruido las mariposas?"
El alambre en la lengua de la mariposa 
zumba oro.
Algunos hombres oyen a las mariposas
incluso en invierno.

3. "¿Forman parte de nuestra familia?"
Nos olvidaron, pues olvidamos cómo se vuela.

4. "¿Quién ligó mi ombligo? ¿Lo ligó Dios?"
Dios hizo el hilo: ¡Hombre, vive para siempre!
El hombre hizo el nudo: Ya es suficiente.

5. "Si se me cae un diente en el teléfono
¿irá por los cables y le morderá la oreja a alguien?"
He visto lóbulos a los que había mordido un diente de acero.
Le gusta lo que dura.
No le gusta la carne.
Deja un anillo de oro en la herida.

6. "Si me paro sobre la cabeza
¿se enroscarán dentro de mi cabeza las legañas?"
¿Conoce el sueño a su propio padre?
¿Puede el trigo volver al prado donde nació?

7. "¿Puedo comerme una estrella?"
Sí, con la boca del tiempo
que con todo disfruta.

8. "¿Podemos fotocopiar la luna?"
Este es el primer mandamiento:
Soy la luna, tu luna.
No te postrarás ante ninguna otra luna.

9. "¿Quién inventó el agua?"
Las manos del aire, que querían lavarse la una a la otra.

10. "¿Qué ocurre al final de los números?"
Veo a tres hombres correr hacia un prado.
Al final de la alta hierba, se convierten en luz.

11. "¿Pueden acabarse los años?"
Dios dijo: Romperé el corazón del tiempo.
El tiempo iba cada vez más lento, como un viejo fonógrafo.
Está tan plano como una alfombra.
Tranquila en sus hilos, estoy aprendiendo a volar.

***
Nancy Willard (Ann Arbor, 1936-Poughkeepsie, 2017)
Versión de Jonio González

/

Questions my son asked me, answers I never gave him


1. Do Gorillas have birthdays?
Yes. Like the rainbow, they happen.
Like the air, they are not observed.

2. Do butterflies make a noise?
The wire in the butterfly’s tongue
hums gold.
Some men hear butterflies
even in winter.

3. Are they part of our family?
They forgot us, who forgot how to fly.

4. Who tied my navel? Did God tie it?
God made the thread: O man, live forever!
Man made the knot: enough is enough.

5. If I drop my tooth in the telephone
will it go through the wires and bite someone’s ear?
I have seen earlobes pierced by a tooth of steel.
It loves what lasts.
It does not love flesh.
It leaves a ring of gold in the wound.

6. If I stand on my head
will the sleep in my eye roll up into my head?
Does the dream know its own father?
Can bread go back to the field of its birth?

7. Can I eat a star?
Yes, with the mouth of time
that enjoys everything.

8. Could we Xerox the moon?
This is the first commandment:
I am the moon, thy moon.

Thou shalt have no other moons before thee.
9. Who invented water?
The hands of the air, that wanted to wash each other.

10. What happens at the end of numbers?
I see three men running toward a field.
At the edge of the tall grass, they turn into light.

11. Do the years ever run out?
God said, I will break time’s heart.
Time ran down like an old phonograph.
It lay flat as a carpet.
At rest on its threads, I am learning to fly.

lunes, 8 de enero de 2024

Entono una oración para que el viento nos eleve pero no sirve de nada

 POEMA (Louise Glück)

Día y noche llegan
de la mano como un niño y una niña
que se detienen solo para comer moras de un plato
decorado con dibujos de aves.
Suben la alta montaña cubierta de hielo,
luego salen volando. Pero tú y yo
no hacemos esas cosas…
Subimos la misma montaña;
entono una oración para que el viento nos eleve
pero no sirve de nada;
tú escondes la cabeza para no
ver el final…
Hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo
es donde nos lleva el viento;
trato de consolarte
pero las palabras no son la solución;
te canto una canción como las que me cantaba mi madre…
Tienes los ojos cerrados. Adelantamos
al niño y a la niña que vimos al principio;
ahora están parados en un puente de madera;
a su espalda alcanzo a ver su casa:
qué rápido vais, nos gritan,
pero no, es el viento en los oídos
lo que escuchamos…
Y luego simplemente caemos…
Y el mundo pasa de largo,
todos los mundos, cada cual más hermoso;
te acaricio la mejilla para protegerte…
(“Poema” de Louise Glück en “Recetas invernales de la comunidad”, Visor, 2021. Traducción de Andrés Catalán)
Puede ser una imagen de una persona y árbol
Todas las reacciones:
Sandra Cornejo, Pablo Queralt y 48 personas más