miércoles, 21 de octubre de 2015

Remeras con brillos y pantalón de hombre

TRES POEMAS CON MUJERES CHINAS

I
La chica del super habla bien.
Escribe “carefree” en un cartel
y sabe de memoria cuánto vale todo.
Su familia puso una cámara en el comedor
y nunca la apaga.
Así ve a su hermana comer con palitos,
quedarse dormida sobre la mesa.
“Che, te olvidas las papas”, me dice.
Y también “Estás borracha”
cuando le pago una botella de vino.
Sonríe.
Me gusta la gente que dice lo que piensa
en el idioma que encuentra más adecuado.



II
Dijiste “lloré” y es difícil pensarte así.
Los hombres fuertes lloran en silencio.
Desnudos son ceniza de papel.
Tu cuerpo se extiende ante mí
como una tela perfecta.
Con mis dedos deshago cada uno de sus hilos
y los acomodo a mi antojo,
mientras silbo.



III
La chica del laverap
usa remeras con brillos
y pantalón de hombre.
Hay más trabajo cuando llueve.
La ropa no seca.
La primavera no llega.
Nada le importa.
Tiene chancletas de raso de todos los colores.



*
Ivana Romero (Firmat, Santa Fe, Argentina, 1976)
de Caja de costura, Eloísa Cartonera, 2014
http://emmagunst.blogspot.com.ar/…/ivana-romero-poemas-3.ht…
Ziyi Zhang (Crouching Tiger, Hidden Dragon)

Miles de preguntas chocan contra mis ojos desde adentro


Tres


ANNE CARSON



Tres mujeres silenciosas en la mesa de la cocina.
La cocina de mi madre es oscura y pequeña pero del otro lado de la ventana  
está el páramo, paralizado con hielo.
Se extiende hasta donde alcanza la vista



a lo largo de kilómetros planos hasta un cielo blanco sólido no iluminado.  
Mamá y yo estamos masticando lechuga cuidadosamente.
El reloj de la pared de la cocina emite un bajo zumbido irregular que salta



una vez en el minuto justo de las doce.
Tengo a Emily pág. 216 abierta y apoyada sobre la azucarera  
pero furtivamente estoy observando a mi madre.



Miles de preguntas chocan contra mis ojos desde adentro.  
Mi madre está estudiando su lechuga.  
Paso a la pág. 217.



“En mi fuga a través de la cocina tropecé con Hareton  
quien ahorcaba una camada de cachorros  
desde el respaldo de una silla en la puerta. . .”



Es como si a todas nos hubieran bajado dentro de una atmósfera de vidrio.  
De tanto en tanto un comentario atraviesa el vidrio.  
Impuestos en el lote de atrás. No es un buen melón,



falta para los melones.
La peluquera del pueblo encontró a Dios, cierra la tienda cada martes.  
De nuevo hay ratones en el cajón de los repasadores.
Pequeñas bolitas. Mordieron  



los bordes de las servilletas, si supieran  
lo que cuestan las servilletas de papel hoy en día.  
Esta noche llueve.



Mañana llueve.
Ese volcán en las Filipinas otra vez activo. Esa que no me acuerdo el nombre  
Anderson se murió no Shirley no



la cantante de ópera. Negra.  
Cáncer.
No estás comiendo tu guarnición, ¿no te gustan los pimientos?



Por la ventana puedo ver hojas muertas que atraviesan las tierras planas  
y residuos de nieve herida por la mugre de los pinos.  
En el centro del páramo



donde la tierra desciende hacia una depresión,  
el hielo ha comenzado a abrirse.  
Llegan aguas abiertas y negras



cuajadas como la ira. Mi madre habla repentinamente.  
Esa psicoterapia no te está ayudando tanto, me parece.  
No lo estás superando.



Mi madre tiene esa manera de resumir las cosas.  
A ella nunca le había gustado Law
pero le gustaba la idea de que yo tuviera un hombre y que continuara con mi vida.



Pues él es de los que toman y tú de las que dan espero que funcione,  
era todo lo que dijo después de haberlo conocido.  
Dar y tomar eran sólo palabras para mí



en ese momento. Nunca antes había estado enamorada.  
Era como una rueda que bajaba rodando una colina.  
Pero temprano esta mañana mientras mamá dormía



y yo estaba abajo leyendo la parte de Cumbres Borrascosas
donde Heathcliff se aferra a la celosía durante la tormenta sollozando  
¡Entra! ¡Entra! al fantasma del tesoro de su corazón,



caí de rodillas sobre la alfombra y también sollocé.  
Ella sabe cómo ahorcar cachorros,  
esa Emily.



No es como tomarse una aspirina, sabes, le respondo débilmente.  
La Dra. Haw dice que el duelo es un proceso prolongado.  
Ella frunce el ceño. ¿Y qué se logra



con todo ese remover el pasado?  
Oh—extiendo las manos—
¡Yo me impongo! La miro directamente a los ojos.  
Ella sonríe. Sí lo haces.



Versión de Eugenio Polisky


Si no eres la persona libre que quieres ser

PATENTE DE CORSO: ANNE CARSON

04 oct 2012



Presentamos, en versión del poeta, narrador, ensayista y traductor venezolano Luis Moreno Villamediana, algunos textos de la poeta canadiense Anne Carson (Toronto, 1950). Carson enseña literatura actualmente en la Universidad de Michigan. Ha merecido distinciones como el Premio de Poesía Griffin 2001 por Men in the Off Hours y el Premio T.S. Eliot 2001 por The Beauty of the Husband










Anne Carson (Canadá, 1950). Es poeta y ensayista. Entre sus libros más importantes se halla Autobiography of Red (1998), Decreation (2005) y NOX (2010). También es importante su estudio Economy of the Unlost: Reading Simonides of Ceos with Paul Celan (1999). Ha traducido a los trágicos griegos y a Safo. Su obra se ha hecho merecedora del Lannan Literary Award, el T.S. Eliot Prize y el Pen Award for Poetry in Translation, entre otros.









Podrías 1



Si no eres la persona libre que quieres ser, busca un lugar donde puedas contar la verdad sobre ello. Contar cómo te va con todo. La franqueza es como una madeja que se produce a diario en el vientre, tiene que desenrollarse en algún lado. Podrías susurrar de cara a un pozo. Podrías escribir una carta y mantenerla guardada en la gaveta. Podrías escribir una maldición en una cinta de plomo y enterrarla para que nadie la lea por mil años. No se trata de encontrar un lector, se trata de contar. Piensa en una persona de pie, sola en un cuarto. La casa está en silencio. La persona lee un pedazo de papel. No existe nada más. Todas sus venas se pasan al papel. Toma la pluma y escribe en él unos signos que nadie más va a ver, le confiere así como una plusvalía,



y todo lo remata con un gesto

tan privado y preciso como su propio nombre. 









Could 1



If you are not the free person you want to be you must find a place to tell the truth about that. To tell how things go for you. Candor is like a skein being produced inside the belly day after day, it has to get itself woven out somewhere. You could whisper down a well. You could write a letter and keep it in a drawer. You could inscribe a curse on a ribbon of lead and bury it in the ground to lie unread for thousands of years. The point is not to find a reader, the point is the telling itself. Consider a person standing alone in a room. The house is silent. She is looking down at a piece of paper. Nothing else exists. All her veins go down into this paper. She takes her pen and writes on it some marks no one else will ever see, she bestows on it a kind of surplus, she tops it off with a gesture as private and accurate as her own name.









Entonces 3



Piensa en Jane Wells. El papel que tiene en la mano es una carta de Rebecca West, la amante de su esposo. Su esposo, H. G. Wells, socialista del sexo, quería que sus mujeres se aceptaran/las unas a las otras. Había muchas de tales mujeres. Jane estaba al tanto de/sus idas y venidas, a veces las invitaba a tomar té, les enviaba telegramas de felicitación cuando daban a luz a los hijos bastardos de H. G., y recibía sus notas de solidaridad al enfermarse. “Qué indispuesta ha estado usted… Cómo lo siento… Me alegra que…”, le escribió Rebecca West. Me pregunto por cuánto tiempo estuvo Jane Wells estudiando esta carta antes de tomar el lápiz y añadirle algunos subrayados apenas visibles y signos de exclamación que la volvieron un/documento distinto. Me pregunto también por qué lo hizo. Es muy poco probable que esperara que otra persona alguna vez leyera aquella hoja. Pero hubo consideraciones de privacidad y precisión que la movieron a pulirla en cierta forma, a dejar registro de su estado de ánimo, a balbucir en el papel la falsedad de las frases

de aquella otra mujer.

“La Franqueza—mi Guía—es el único ardid”, escribió Emily Dickinson. (Carta a T. W. Higginson, febrero de 1876.)









Then 3



Consider Jane Wells. The paper she has in her hand is a letter from her husband’s mistress, Rebecca West. Her husband, H.G. Wells, a sexual socialist, liked his women to acquiesce in one another. There were many women. Jane kept track of their ups and downs, occasionally had them to tea, sent them congratulatory cables when they bore bastards to H.G. and received their notes of sympathy if she fell ill. “How ill you have been . . . how sorry I was . . . how glad I am . . . .” wrote Rebecca West. I wonder how long Jane Wells stood studying this letter before she took out her pencil and added the few faint underlinings and exclamation marks that make it a document of a different kind. I wonder why she did this. Unlikely she expected anyone to ever read the page. But there were considerations of privacy and accuracy that moved her hand to perfect it in a certain way, to have her mood recorded, to whisper on paper some resistance to the falsity of the other woman’s sentences. “Candor—my Preceptor—is the only wile,” wrote Emily Dickinson. (Letter to T.W. Higginson, February 1876.)









Doble 2



Piensa en Helena. Oh, Helena fue un desastre. En Grecia todos los hombres se habían enamorado de ella; se escapó a Troya; allí igualmente los embrujó a todos. En parte se debió a su belleza/a su preciso espíritu en parte. Homero ni siquiera describe esa belleza, pero de su espíritu nos da muchos detalles. Ocurrió en una de esas larguísimas tardes de la guerra. Homero corta la escena de batalla y muestra el sosiego de

la recámara de Helena:



Helena [estaba]

en su alcoba tejiendo un gran paño

de trama doble y rojo, y sobre él esparcía

las muchas contiendas entre los troyanos

que-domaban-caballos

y los aqueos broncíneos

que a manos de Ares sufrían

por el bien de ella.

(Homero, La Ilíada 3. 126–9)



[Encontró a Elena, pues, en su palacio
Trabajando un bordado refulgente

De un gran velo por una y otra parte,

Y en él representa las fatigas

Y penosos trabajos que los Griegos

Y Troyanos sufrían por su culpa,

Causados por las manos del Dios Marte.

(Traducción en verso endecasílabo castellano de D. Ignacio García Malo.)]



[Acha-a tecendo em casa dupla trama,
Luzida e larga, onde as acções bordava

Que arnezados Acheus e equites Phrygios

Sutentavam por ella encruecidos.



(Traducción de Manoel Odorico Mendes.]



Por supuesto, en Homero tejen todas las mujeres, esa es la quintaesencia del trabajo femenino—porque en cada hogar tiene que haber algún paño bordado. Porque los designios de una mujer son tan enrevesados y reveladores como cualquier tejido. Porque hay una madeja en el vientre. Helena, sin embargo, teje algo especial—de trama doble y rojo, y aún más extraño en ese justo instante. Desde la antigüedad los críticos han admirado la paráfrasis recíproca de Helena y Homero. A su modo están ambos hondamente cautivos, son hondamente astutos, hacedores de signos. En la narración de él la de ella está “esparcida”—gracioso verbo, como si habláramos de sal o de semillas—en una especie de eterno retorno de

la fulana franqueza. Helena no es un objeto cualquiera que un hombre coge y usa por el bien de su arte,



ella nos mira desde dentro.









Double 2



Consider Helen. Oh Helen was a package. She had all the men of Greece in love with her, fled to Troy, charmed everyone there too. It was partly her beauty, partly her accurate private mind. Homer doesn’t bother describing her beauty but he gives us a close-up of her mind. It was one of those long afternoons of the war. Homer cuts from the battlefield to everything quiet in Helen’s chamber:



Helen [was]
in her chamber weaving a great cloth
doublefolded and red and she sprinkled into it
the many contests of horsetaming Trojans and bronzeclad Achaians
which for her sake they were suffering at the hands of Ares.
(Homer, Iliad 3. 126–9)



Of course all the women in Homer weave, it is the quintessential female work—because a household needs cloth. Because the designs of women are as tangled and purposeful as webs. Because of that skein in the belly. Yet Helen’s weaving is special—double and red and weirdly now. Since antiquity critics have admired this reciprocal paraphrase of Helen and Homer. They are both in their different ways deeply unfree, deeply wily, makers of marks. Into his telling hers is “sprinkled”—funny verb, like salt or seeds—in a sort of infinite regress of candor. She is not just another object taken up and used by a man for the sake of his art, she glances out.











También



La esposa de H. G. Wells no se llamaba “Jane”; Amy Catherine era

su nombre verdadero. A H. G. no le gustaba el Amy Catherine ese, de allí que la rebautizara Jane, un nombre que encarnaba/según él/la habilidad doméstica. Estuvieron casados casi cuarenta años y Jane cumplió lo que de ella se esperaba. Sin embargo dice él que a veces vio que

“[Amy Catherine] me observaba desde los ojos marrones de Jane, y de inmediato se desvanecía”. (H. G. Experimento en autobiografía.)









Too



“Jane” wasn’t Mrs. H.G. Wells’s real name, Amy Catherine was her real name. H.G. didn’t like Amy Catherine, he rechristened her Jane, a name he thought embodied domestic ability. They were married close on forty years and Jane fulfilled H.G.’s domestic expectations. Yet sometimes he says he saw “[Amy Catherine] look at me out of Jane’s brown eyes, and vanish.” (H.G. Wells, Experiment in Autobiography.)









Su



Con el propósito de comparar, pongo aquí el texto de una maldición hallada en un listón de plomo

que

mide 8 x 3 cm y está escrito de uno y otro lado y/enrollado y perforado por un clavo/y/

que

fue desenterrado en Boecia; no tiene fecha conocida, quizá sea del siglo cuarto A. C.:



[lado A]
Me uno a Zois de Eretria esposa de Kabeiras ante la Tierra y Hermes a/su forma de comer su forma de beber su forma de dormir su risa su sexo su forma de tocar la lira su forma de entrar en una habitación su placer sus nalguitas sus ojos perspicaces 



[lado B]
y ante Hermes me uno a su andar sus palabras sus manos sus pies su malévola charla su alma entera a todo eso me uno 









Her



For comparative purpose here is the text of a curse tablet on lead, measuring 8 x 3 cm, written on both sides, rolled and pierced by a nail, found buried in Boeotia, original date unknown, possibly 4th century BC:



[side A] I bind down Zois of Eretria wife of Kabeiras before Earth and Hermes her eating her drinking her sleep her laughter her sex her playing the lyre her way of going into rooms her pleasure her little buttocks her thinking eyes


[side B] and before Hermes I bind down her walk her words her hands her feet her evil talk her entire soul I bind them down





Tomado de http://circulodepoesia.com/2012/10/patente-de-corso-anne-carson/

sábado, 10 de octubre de 2015

Todo animal eres tú mismo en evolución de ser

TODO ES MÍO EN EL SENTIDO EN QUE NADA ME PERTENECE


GONZALO ARANGO




No matar
La realidad del universo
es el misterio.
Lo que existe es necesario.
No mates ningún ser
ni inocente ni monstruo;
todo animal eres tú mismo
en evolución de ser.

* * *
Manos unidas
Una mano
más una mano
no son dos manos;
Son manos unidas.
Une tu mano
a nuestras manos
para que el mundo no esté
en pocas manos
sino en todas las manos.

lunes, 5 de octubre de 2015

Tu mujer quiere llamar a tu hija Antonia

Carina Sedevich 


Antonia era mi abuela



Tu mujer quiere llamar a tu hija Antonia
y no sabe que Antonia era mi abuela
que además heredaba el nombre de su madre
para dárselo también a la menor de sus hijas.
Antonia era mi seudónimo
en los concursos de poemas.
Te recuerdo que mi abuela Antonia
se murió de tristeza
el año antes de que yo naciera.
Te recuerdo que era pobre y era enferma.
Te recuerdo que yo escribo desde mi caverna
como un hombre viejo:
que sólo el vino me anima
y la soledad me da paz.
Te recuerdo que perdimos a Mateo
y que cuando sangré tu última hija
Antonia era uno de sus nombres.
Te recuerdo que me dejaste sola
con mi sangre de Antonia
una mañana.
Llamala Antonia como en una novela.
Y acunala. Llamala Antonia en la plaza
y en la escuela. Y retala: “¡Antonia, no hagas eso!”
“¡Comé, Antonia!”, “¡Antonia, se hace tarde!”.
Tengo toda su vida en mi cabeza.
Porque Antonia era mía: era bisnieta
de aquella Antonia que bordaba.
Era nieta de mi madre, que te extraña
todavía.
Era hija de la loca que escribía.
Llamala Antonia, que será justicia.
Justicia de mis muertos que la esperan.
Justicia de la vida que la trajo.
Justicia para este pobre poema.



Carina Sedevich (Santa Fe, 1972), Escribió Dickinson. Alción Editora. Córdoba. 2014.

viernes, 2 de octubre de 2015

Si en tus bolsillos quedaba un poco de mí

KAREN LUY

Mudanza I

Barranco. Alfredo Silva y San Martín, 2do piso, ventana a la calle, cortinas de madera que a las 6 eran naranjas y a las 5 azules. Música, siempre música, un dvd y algunas cervezas y vinos. Ensalada de brócoli y tomate, puré de papas y milanesas de a sol. Un solo cuarto, una sola cama. Piensan que la luz de la luna es suficiente para vivir felices. A las 7 de la mañana el hermano menor tocando su guitarra, arrastrando sus efectos, fumando y esperando que el día trajera la noche rápido para adelantar el alcohol. Y si no, la noche se convertía en día. El verano fue divertido, pero trajo muy rápido al otoño. Las hojas se terminaron por caer.
IV.
Luego vino una mona lisa
y me entregó sus noches
sus días y sus 9 mentiras
así como sus 8 verdades

Le tiré un par de cachetadas a tu recuerdo
y decidí volver el cuello hacia atrás
los ojos negros
la mirada siempre clara

Me volví más que humana sobre tu cadáver
te eché todo el polvo de Dakar,
toda la arena de Hawai
y te guardé para que no pudieras revisar
si en tus bolsillos quedaba un poco de mí.

Te hice bolita.
IX.

Cuento te encuentro me entro y me descuento
Pésame, éntrame y escóndeme. Déjame.

Ahora revélame, cuántas veces más habrá que tentar la muralla.

Siéntame, tiéntame, envuélveme y vuélveme a sentar.
Estrújame, escúpeme, crújeme y frúnceme de tu risa.
Fíngeme tu cariño. Finge que no estás y que no estoy.
Esfinge de pelo muerto, coge dos flores y déjalas remedarse.

El remedio no es lo importante.
Muérete cerca pero revívete lejos.
No hay leyes en esta tierra que nos lo expliquen.

Entiérrame
Entiérrame
Entiérrame

Por dios entiérrame.



Tomado de http://mujeresniniasescritoras.blogspot.com.ar/2007/12/mudanza-karen-luy-de-aliaga.html

La casa es un escándalo femenino

+++JULIANE ANGELES OIRÁ LA INVASIÓN+++

Del 13 al 18 de octubre


VI FESTIVAL DE POESÍA DE LIMA



Los retratos de casa invadirán la ciudad
POEMA RETRATO
La casa es un escándalo femenino
un sufrimiento ordinario para las demás casas
de nombres comunes
sin terrazas
Es buena la humedad en nuestros rostros secos
porque el agua sube débil hasta el cuarto piso
y para calmar la sed de un gato y un perro
hay que darse prisa o seremos mordidos.
La casa es silencio
todos duermen para no escucharla
pero en realidad
nadie tiene ese talento.



JULIANE ANGELES (Lima, 1986)
Periodista egresada de las Universidad San Martín de Porres. Llevó talleres de poesía en las ciudades de Lima y Buenos Aires. En la actualidad participa en el Taller de Poesía de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabaja en el grupo El Comercio. Además pinta acuarelas y dibuja libremente. En julio de 2015 publicó su primer poemario "Epigrama".

A las 7:15pm una cucaracha compra el olvido

+++KAREN LUY A LAS 715 INVADIRAÁ LA CIUDAD QUE ESTÁ CALIENTE++++


Del 13 al 18 de octubre


VI FESTIVAL DE POESÍA DE LIMA



Las tetas invadirán la ciudad
6:30pm
le regalo mis tetas a miraflores
me saco el polo que marzo humedece
le sacudo el polvo de enero de 1535 ese sabor a hierro
pero la ciudad ya está calata y me mira
se sonroja en un atardecer
avanzan serpientes rojas escupen bocinazos
en una hora punta que revienta como la ola que no es mía
a las 6:45pm se apaga Lima
y siento que ya nada me basta
mi perra lame mis huesos, los esconde entre macetas
le pongo play a la canción sin pausa
me como el pan de ayer, relleno el vaso que no pesa
que nunca pesa
a las 7pm la ciudad está caliente
y amarilla como un enfermo
a las 7:15pm una cucaracha compra el olvido
sus alas color caramelo color miel adormecen el paladar de la memoria
y a todos los limeños nos meten la mano, nos rompen un sueño
7:30pm te pones la máscara tú o me la pongo yo
a las 8pm entre guerras y combates eso ya no va a importar.

KAREN LUY DE ALIAGA. Lima, 1979
Ha publicado los poemarios Mudanza (La toronja hidráulica, 2006) y 2472 kilómetros al norte (Paracaídas Editores, 2015). Participó de la antología Voces para Lilith: Literatura contemporánea de temática lésbica en Sudamérica (Estruendomudo, 2011) Perteneció a la Escuela de Escritura Creativa del CCPUCP. Actualmente trabaja en un libro de diez historias cortas del escenario lésbico limeño, “Delecálogo”.