lunes, 29 de septiembre de 2014

Las pequeñas palabras de compañerismo gatearon hasta sus tumbas

Divorcio


Anne Sexton



Maté nuestra vida juntos,
haché cada cabeza,
con sus pobres ojos azules pegados a una pelota de playa
que rueda por separado hasta la vereda.
Maté todas las cosas buenas
pero son demasiado obstinadas para mí.
Aguantan.
Las pequeñas palabras de compañerismo
gatearon hasta sus tumbas,
el hilo de la compasión,
querido como una frutilla,
los cuerpos mezclados
que pusieron dos hijas dentro nuestro,
ver cómo te vestías,
temprano,
la ropa separada, prolija y doblada,
sentado al borde de la cama
lustrando tus zapatos con pomada negra,
y te amé entonces, tan sabio fuera de la ducha,
y te amé muchas otras veces
y estuve, por meses,
queriendo ahogarlo,
enterrarlo profundo,
dejar su gran lengua roja
sumergida como un pez,
pero donde sea que mire están encendidos,
el róbalo, la anchoa, la platija
ardiendo entre las algas marinas
como muchos soles golpeando las olas
y mi amor sigue brillando con vehemencia,
sus espasmos no van a irse a dormir,
y yo estoy indefensa y sedienta y quiero una sombra
pero no hay nadie que me tape –
ni siquiera Dios.





Versión de Tom Maver

La alegría de ser un blanco móvil


Dorothea Tanning: 

Mujer saludando a los árboles


Lo normal es que nadie
se dé cuenta al principio.
Me ha dado por maravillarme
de los árboles del parque.
Algo puedo deciros:
son hermosos
y lo saben.
También están exhaustos,
cientos de años
atascados en el mismo lugar:
hermosos paralíticos.
Cuando estoy a sus pies
sienten que los observo,
miran cómo agito mi necia
mano, y envidian la alegría
de ser un blanco móvil.
Los ociosos que pueblan los bancos
empiezan a fijarse.
«Hay gente para todo…»,
se oye decir.
Muchos tienen los ojos
perdidos en el suelo,
como si de verdad no hubiera nada
que mirar, hasta que
ahí va esa mujer
saludando a las ramas
de estos viejos árboles. Alzad
la frente, amigos, mirad arriba,
puede que veáis más
de lo que nunca os pareció posible,
justo ahí donde algo
la saluda tal vez para decirle
que ha visto lo maravilloso.



(La traducción es de Jordi Doce. )

Hasta que se espantaban volando todas las ocas y grullas de la orilla




LI QINGZHAO: TRES POEMAS


COMO EN SUEÑOS
(Ru Meng Ling)


a menudo recuerdo
en medio del crepúsculo
aquel pabellón cerca del río
cuando tú y yo
embriagados
no sabíamos por dónde era
el camino de vuelta
y agotados de placer
en plena noche
cogíamos una barca
que se enredaba sin querer
en una maraña de flores de loto
de la que intentábamos
una y otra vez
zafarnos
una y otra vez
zafarnos
hasta que se espantaban
volando
todas las ocas y grullas
de la orilla



LAVANDO LA ARENA DEL ARROYO
(Huan Xi Sha)


su rostro
como una flor de loto
se abre en una sonrisa
el humo del pato de jade del pebetero
vuela hasta su mejilla también perfumada
mirada de olas que apenas se turban
y traslucen sus pensamientos
de perfil
con un gesto sentido
lleno de gracia y de encanto
ella escribe sobre un papel
el secreto de su corazón:
«cuando la luz de la luna
desvíe la sombra de todas las flores
¡amor mío!
regresa »



CANTO DEL SUR
(Nan Ge Zi)


Vía Láctea:
río de estrellas
girando por el cielo
todos los estores se han bajado
el frío va conquistando
mi lecho y mi almohada
llenos de lágrimas
entonces me levanto
me desabrocho el vestido de seda
solo quiero saber
qué tiempo es ya de la noche
se han desprendido algunos pétalos verdes
de los lotos que ornan mi ropa
y hay menos filamentos de oro en sus raíces
pero todo es igual que siempre:
la estación
este vestido
únicamente mi pena
no es la misma de antes


(en “POESÍA COMPLETA.60 POEMAS CI PARA CANTAR”, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2010. Trad. del chino de Pilar González España. El retrato -imaginario- de Li Quinzhao es de Wen Xue)

domingo, 28 de septiembre de 2014

Me gusta pensar en tu horror



SHARON OLDS

FOTOGRAFÍA DE UNA NIÑA


La niña está sentada en la tierra dura,
áspero molde de Rusia, en la sequía
de 1921, aturdida,
los ojos cerrados, la boca abierta,
un crudo viento abrasador le sopla
arena en la cara. Hambruna y pubertad
se apoderan de ella. Echada sobre un saco,
el calor descoloca todo lo que lleva puesto,
curvado el tierno radio de su brazo.
No puede no ser bella, pero
se muere de hambre. Adelgaza cada día, y sus huesos
se hacen largos, porosos. El pie de foto dice
que va a morir de hambre ese invierno
con miles de otros seres. En la sima de su cuerpo
los ovarios liberan sus primeros óvulos,
dorados como el grano.


POEMA PARA MI PRIMER AMANTE

Ahora que comprendo, me gusta
pensar en tu horror: te habían dado una joven
loca de amor, largo cuerpo
lozano y crudo, delgado como un jabón
gastado, pechos redondos y turgentes y
opalinos como pompas de jabón,
colocada entre tus piernas, dieciocho años,
intacta. Me gusta entender tu
horror, ahora, la forma en que la tomaste,
desvirgándola como si destripases un pescado,
marchándote en la mañana hablando de una esposa.
Ahora que sé
algo del miedo al amor
me gusta pensar en su cuerpo incandescente
verduzco como un pez sacado a tierra, retorciéndose
a palmetazos contra una roca – caída en tu
regazo, hombre, estremeciéndose como tu polla,
una mujer enajenada de amor, recién
salidita, punzante como una herramienta a estrenar,
centelleante sobre tus muslos y todo lo que
podías hacer con tanto horror era arrancar su fruto como a un
caracol para sacarlo de su negra concha y después
deshacerte de ella. Me intimida que el horror
se cobre tanto, estoy enamorada de la chica que fue
a ofrecerse, vino a ti y
lo dispuso todo como un manjar en una bandeja, la
dulce carne — sí, sí,
acepto el regalo.


(en “Los muertos y los vivos”, Bartleby Editores, Madrid, 2009. Trad. J. J. Almagro y Carlos Jiménez Arribas. En la imagen, Sharon Olds)

viernes, 26 de septiembre de 2014

Hay niños escritos en todos tus labios

LUCIANA MELLADO


El hueco en el que todo cae
No me preguntes el nombre de los días
no lo recuerdo
no puedo recordarlo.
La poeta como carpintera o suicida
guarda herramientas
para una misma falta.
¿Quién descansa en tu boca?
¿En el plato vacío de tu boca?
Hay niños escritos en todos tus labios,
necesidades, juegos y tus ojos,
el hueco en el que todo cae.
La radio suena y los vecinos hablan
en voz alta de pronto.
Suben la música, una melodía
zumbadora traspasa la pared
que nos separa.
Es inevitable escuchar.
Tu oído no se apaga nunca.
Tu oído es el arma que gatilla
hacia adentro.

Lo único que tengo sano es la mirada


XII
No sé qué querrá la muerte
cuando me encuentre.
Lo único que tengo sano
es la mirada.
Si me deja un último gesto
de amor inesperado
tal vez pueda llevarse mis ojos
de recién nacida.


Valeria Pariso, en PAULA LEVANTA LA PERSIANA, Ediciones AqL

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Pasar dos veces por el mismo lugar

En un tren



Es preciso pasar dos veces
por el mismo lugar
porque no se pasa
dos veces
por el mismo lugar
así el sol
así la lluvia
así también la montaña
con su engañosa inmovilidad
así mis ojos hoy
tan abiertos.



*Mónica Tracey (Junín, Prov. de Buenos Aires, 1953)

domingo, 21 de septiembre de 2014

Y mañanas rientes y espinosas

81


Yo también le escribía versos blancos
de lirios y arandelas, yo también
le dedicaba ninfas extraídas
de los libros y lamias de los libros
y volutas robadas de los libros,
con mucha Berenice y navego
en el lago dorado de tus ojos,
y ella los leía con las gafas
para leer poemas,
y me regalaba una sonrisa exacta
de dos por siete centímetros,
y me decía
“Son muy bonitos”,
y los dejaba en el montón
de los poemas bonitos,
con los poemas que le había dedicado
Pache
y los que le había dedicado Aitor
y los que le había dedicado Harkaitz
y los que le había dedicado Javi
y Manu
y Víctor
y Unai
y Gabriel
y Juanra,
por eso empecé a darle versos negros
de rosas con plutonio, le empecé
a dedicar arañas recortadas
y mañanas rientes y espinosas
con mucho de Iratxe y qué te crees,
a ver qué pasa, quién juega a otoños
y quién vive un sueño,
y ella comenzó a quitarse las gafas
para leerlos,
y le salía una risa millonaria
de dientes y calambres,
y me decía orgullosa
“Esta soy yo”,
y los dejaba en la mesilla
de los poemas aparte,
en el montón nuevo de poemas
que solo sabía escribirle
yo.



BATANIA / NEORRABIOSO, El montón de los poemas aparte, La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa, Madrid, 2014, pág. 112 y 113

sábado, 20 de septiembre de 2014

Buenos Aires Poetry II

HOMENAJE A RIMBAUD

Presentan segundo número de la revista Buenos Aires Poetry

El segundo número de la revista Buenos Aires Poetry, una publicación independiente de poesía, ensayo y crítica literaria, fue presentado anoche en el Museo del Libro y de la Lengua por su director, Juan Arabia, y el investigador Emmanuel Taub, quienes dialogaron sobre la novedad de esta edición: un especial dedicado al poeta francés Arthur Rimbaud.
La revista, dirigida por el poeta, traductor y editor Juan Arabia, y diseñada por Camila Evia, creadora del sitio web Doppelganger, es una novedad en el terreno de las publicaciones literarias por sus traducciones, sus intervenciones críticas, su poesía local e internacional, y por su cuidada propuesta estética, que la presenta como objeto de arte.

Esta edición, además del especial sobre Rimbaud, presenta varios hallazgos: un ensayo sobre el poeta James Macpherson y el origen escocés del Movimiento Romántico; otro sobre Herman Melville, autor de "Moby Dick", a cargo del sociólogo Lewis Mumford, y el texto "Rimbaud Occidental", del Doctor en Filosofía Antonio Lastra.

"Hay un poco de saldo de cuentas en este número especial dedicado a Rimbaud -sostuvo Arabia en la presentación-; un saldo de cuentas con la persona que mas aprecio en este país, Jorge Luis Borges, quien me enseñó todo, pero que escribió algo sobre Rimbaud que me parece injusto".

Por eso, explicó, "el prólogo es la respuesta al texto de Borges (Dos interpretaciones de Arthur Rimbaud). Es curioso porque Borges era amante de Paul Verlaine, que fue un gran descubridor de Rimbaud, pero evidentemente una parte de él todavía no aceptaba que existiera alguien como Rimbaud, con una forma muy moderna de escribir y de vivir".

"Por otro lado -señaló el director de la revista-, encontré un texto de Martin Heidegger, 'Rimbaud Vivant', que me pareció bellísimo y que no está traducido en nuestro idioma. Lo traduje al inglés para edición y en el próximo número saldrá en castellano".

Arabia contó, además, que en este especial "hay partes de la entrevista" que le hizo John Ashbery "en relación con Rimbaud, ya que fue quien realizó la traducción de las 'Iluminaciones' qué, según el crítico Harold Bloom, son las mejores del idioma inglés. Hay partes también de la entrevista a Robert Darnton, el máximo historiador cultural de la francia prerrevolucionaria".

"Darnton descubrió algo que es muy importante -apuntó el editor-. Antes de la Revolución Francesa se estaba dando una gran circulación de libros prohibidos, inmorales, que contenían mucho de la cultura obrera popular. Darnton descubre que esta literatura fue clave en la formación para la revolución".

"Le pregunté si encontraba ecos en Rimbaud de esta literatura ilegal que formó de alguna manera la Revolución Francesa, y él me dijo que no encontraba eso en Rimbaud, pero que sí veía una espectacular adopción de bohemia, algo que sirve para comprender el fenómeno", comentó.

Según Darnton, señaló Arabia, "Rimbaud era consciente de que estaba adoptando una forma bohemia de vida. Sabía que lo que estaba haciendo ya tenía una historia".

Además, como homenaje al autor de Una temporada en el Infierno, el especial reúne los poemas "Oda a Jean Arthur Rimbaud", de Pablo Neruda; "Los ojos de Rimbaud", de Luis Benítez; "La hija de Rimbaud", de Mario Meléndez, y "El hombre de la suelas de viento", del propio Arabia.


Ni un rayo de luna filtrado me haya

Tú me quieres blanca
Alfonsina Storni
Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:

Habla con los pájaros
y levántate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

viernes, 19 de septiembre de 2014

V de Vagina


El colibrí entró a mi casa

las12
VIERNES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2014
POESIA

Canto revolucionario

En lucha contra la ola oscura del tiempo, la poesía de Diana Bellessi reverbera y deja filtrar enseñanzas amables sobre la naturaleza y el lenguaje.
 Por Daniel Gigena
“Diana Bellessi es una figura muy importante por varias razones. Por un lado, cobijó a las poetas de mi generación como una hermana mayor que nos aglutinó, nos enseñó algunos principios de la conciencia de género, nos brindó su saber y en muchos casos ayudó a parir nuestros libros. También hizo lo mismo con generaciones más jóvenes. Es una maestra en el mejor sentido de la palabra. Excelente traductora, dio a conocer tempranamente a las principales poetas norteamericanas. No es un talento ‘injustamente ignorado’, ya que en estos años recibió muchísimos homenajes: fue declarada Ciudadana Ilustre, ganó el Premio Nacional, viajó al Salón de París, se publicó su obra reunida en Adriana Hidalgo. Faltaba un homenaje: el nuestro.” Quien habla es la poeta Mónica Sifrim, editora del flamante sello editorial Cienvolando, que acaba de publicar en la Argentina Variaciones de la luz, un libro fulgurante de la autora nacida en Zavalla, provincia de Santa Fe, en 1946. Este libro, el primero de una editorial que próximamente publicará la novela póstuma de la crítica, docente y narradora Gloria Pampillo, había sido editado en España por Visor, pero no era accesible para lxs lectores argentinxs.
Desde el itinerario juvenil aventurero hasta la formación de un jardín personal hecho de miniaturas que en los poemas crecen hasta un despliegue “transido de belleza”, de la curiosidad por las formas orales de América latina al asombro por los mínimos milagros universales de todos los tiempos, la obra de Bellessi aúna la sonoridad del canto con utópicos mensajes revolucionarios. Una revolución que se hubiese gestado en una casa del Delta envuelta en lluvia y neblina, rodeada de verde y de pájaros, con la sombra de la presencia materna (la madre es, en los poemas de Variaciones de la luz, un motivo recurrente cargado de ofrendas y misterios del pasado resueltos ingeniosamente).
“Cae serenamente la lluvia en la mañana/ y es tan hermosa quizás porque la luz/ se ve como promesa cuando el día recién/ empieza...”. La musicalidad de los poemas de Bellessi, en los que conviven no siempre con facilidad lo grave y lo liviano, rinde homenajes a varias configuraciones poéticas del pasado y del presente (entre las que se incluye, no sin actitud risueña, su propia obra): la métrica del Siglo de Oro español, los enlazamientos del folklore popular argentino (“Después del sol qué lindo es el nublado”), las paradójicas enseñanzas de los maestros orientales, expresadas en epigramas inmejorables: “Lo pequeño no es menos que lo grande”, “... el compás del ojo sabe/ que todo movimiento/ a todos modifica” o “Despertar llorando no es despertar a la vida”.
Para modular con delicadeza modos nuevos de mirar una rama, una flor, a un faisán o a un ciempiés, a un jardinero hosco o a un visitante inesperado (“Distraído quizás por la luz de los altos ventanales/ el colibrí entró a mi casa y ahí se quedó solito/ unos segundos con su encantado vuelo en círculos y yo/ que nunca lo había visto tanto y tan de cerca rogaba/ que él hallara en la puerta su regreso al canal de aire”), Bellessi compone sus poemas como instantáneas imperecederas. A partir de las variaciones del ánimo y del ojo, su modesta magia verbal, en la que el yo navega como un camalote, hace fluir la belleza de lo grande y la de lo pequeño por igual. “En el principio fueron las variaciones de la luz”, dice Sifrim en cómica paráfrasis del Génesis bíblico. En un extenso poema de libro, compuesto por tercetos, se lee: “... sólo a veces y las más a solas/ sentimos ese amor por lo mirado”. Bellessi, consciente de que la mirada no alcanza para captar el alma de todas las cosas de este mundo, acerca el torrente de su lenguaje poético para amurallar “por un rato/ el sentido y la belleza”.

Un dolorido pez

En el embravecido océano
de tus ojos
un dolorido pez
por un instante
fue visto
buscando tierra firme.



ERNESTO AGUIRRE

jueves, 18 de septiembre de 2014

Tan despatarradas, tan obesas

POR QUÉ SEREMOS TAN HERMOSAS...



Por qué seremos tan perversas, tan mezquinas
(tan derramadas, tan abiertas)
y abriremos la puerta de calle
al monstruo que mora en las esquina,
o sea el cielo como una explosión de vaselina
como un chisporroteo,
como un tiro clavado en la nalguicie.
Por qué seremos tan sentadoras, tan bonitas
los llamaremos por sus nombres
cuando todos nos sienten
(o sea, cuando nadie nos escucha)
Por qué seremos tan pizpiretas, charlatanas
tan solteronas, tan dementes
Por qué estaremos en esa densa fronda
agitando la intimidad de las malezas
como una blandura escandalosa cuyos vellos
se agitan muellemente
al ritmo de una música tropical, brasilera.
Por qué seremos tan disparatadas y brillantes
abordaremos con tocado de plumas el latrocinio
desparramando gráciles sentencias
que no retrasarán la salva, no
pero que al menos permitirán guiñarle el ojo al fusilero
Por qué seremos tan despatarradas, tan obesas
sorbiendo en lentas aspiraciones
el zumo de las noches peligrosas
tan entregadas, tan masoquistas,
tan hedonísticamente hablando
Por qué seremos tan gozosas, tan gustosas
que no nos bastará el gesto airado del muchacho,
su curvada muñeca:
pretenderemos desollar su cuerpo
y extraer las secretas esponjas de la axila
tan denostadas, tan groseras
Por qué creeremos en la inmediatez,
en la proximidad de los milagros
circuidas de coros de vírgenes bebidas y asesinos dichosos
tan arriesgadas, tan audaces
pringando de dulces cremas los tocadores
cachando, curioseando.
Por qué seremos tan superficiales, tan ligeras
encantadas de ahogarnos en las pieles
que nos recuerdan animales pavorosos y extintos,
fogosos, gigantescos.
Por qué seremos tan sirenas, tan reinas
abroqueladas por los infinitos marasmos del romanticismo
tan lánguidas, tan magras
Por qué tan quebradizas las ojeras, tan pajiza la ojeada
tan de reaparecer en los estanques donde hubimos de hundirnos
salpicando, chorreando la felonía de la vida
tan nauseabunda, tan errática.



NESTOR PERLONGHER

Que te hagas un círculo de hogueras

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzarte el corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra
Se visten como culpas, como oportunidades,
como precios que hay que pagar
Te hurgan el alma;
meten el barreno de sus miradas o sus llantos,
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quien eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo,
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta,
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo,
rodealo de fosos profundos,
sin olvidar anchas puertas y ventanas.
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodeen y quieran, sepan lo que eres;
que te hagas un círculo de hogueras
y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente
donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con historias y árboles,
con recetas antiguas de cantos y encantamientos.
Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara.
Pero amparate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuidate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.


Gioconda Belli

domingo, 14 de septiembre de 2014

El animal que me acompaña siempre ahora duerme

MACKY CORBALÁN



POEMAS INÉDITOS

De “El acuerdo”



9

Apenas vino el primer calor, los frutales
antes secos, se rodearon de un halo
verde que ahora es flor
blanca. Sin preguntas
y cuando corresponde, cada árbol
hace lo que mejor sabe.





el animal que me acompaña siempre
ahora duerme, dormiré también
para acompañarlo yo por una vez





Suenan trompetas de tren en la distancia.
No las escucha mi padre.
No las escucha mi abuela.
No las escucho yo, almacenada
y oscura como el vino
en sitio fresco,
sin aire, ni vibraciones fuertes.




Poesía

8

Llega, viene,
....................La Musiquita.
La mu
...........si
............ qui
........................ta.

Sin organillero y sin
mono, la musiquita.

Sin afilador y sin
cuchillos, la musiquita.

Sin voceador de verduras
y frutas, sin pescado

y sin flores, la musiquita.





De “Breviario del día todavía”




la bestia roe el lenguaje del extravío, lejos
y cerca, la poesía se enternece




soy cavidad de palabra y placer. Hablo y gimo. Con la voz, confundo; con el gemido: articulo




cuando la planta seca, crepitó entre los dedos la palabra consuelo



trinar con esta boca intemperie



De “Conversaciones en la noche del amor"


Queda un coro solícito
de animales. Perros y grillos
reposan sobre la extinción
de lo humano. Ayuda que es cóncava
la noche y el sueño un testigo
feliz de urdir los hilos evanescentes de la ficción.
Un escenario parco son las bardas oscuras,
dan pie a la pregunta por los insectos, por
sus huellas minúsculas, sus túneles
sinuosos, la pulsión obcecada por el
alimento, la insaciabilidad del vivir.
Es ahora cuando preguntar. Ahora es ahora,
no un ahora de tiempo; de sincronía, de
frutos morados al alcance de la agitación, de
hierbas creciendo inadvertidamente, con
el secreto mandato de cubrirlo todo; estatuas
solas en su miedo nocturno, también objetos
que parecen personas.

Es ahora.

Las piedras, grandes y pequeñas, en su
elegida inmovilidad orgánica, consumiéndose
a oscuras, solas, accesibles a todo
pavor. Diríase que el mundo entero
teme. Las piedras no son flores, si lo fueran
permanecerían afables e impávidas, cerradas
al ojo negro de la hora, conscientes sólo
de lo húmedo, lo suave, lo dulce.

Es ahora. Una insistencia en el aire
parece asegurarlo.











De La Pasajera de Arena (Libros de Tierra Firme, 1992)


Acaricio su rostro con el pie.
Su piel es fresca,
aún cuando afuera
puede oírse el alarido del aire
incendiándose.
Ahora interpone su cuerpo
entre la lámpara
y esto que la mira,
entonces la luz es una forma,
una delicada ondulación de la carne,
un eclipse presentido
y esperado por siglos.



3er mundo



El aroma de la carne asada
socava el mediodía de
los míseros,
enloquece sus glándulas
y, como los animales de Pavlov,
se agitan por más
cuando nada ha habido.



Las moscas,
inevitables en el verano,
como el calor que sofoca
al envolvernos en su membrana
sudorosa y anodina,
los frutos henchidos y rojos,
descomponiéndose en la acera,
y -enlazados por el talle-
las parejas de enamorados
que habrán de odiarse
el próximo invierno.




Monet


La mosca sobrevuela, interesada,
la gota de sangre
que brilla sobre el piso mugroso.

Zumba, se posa,
huele
el infierno de la carne.





El ómnibus cruza el paisaje,
como una flecha incontrolable;

en su interior,
la pasajera de arena
culmina una nota de adiós

y abre la ventanilla.



De Inferno (Libros de Tierra Firme, 1999)

VIII

Humanos

Leo en ellos como en páginas escritas.
Atravieso sus órganos opacos, su piel,
el susceptible hilado de los nervios.
Es lo de siempre, lo de cada época:
rencillas, acuerdos y desánimo. Una cosa
no entiendo: esa oscura,
repentina agitación
cuando recuerdan.






Algo clama por la atención del gato
que, desde su somnolencia, se yergue
y husmea el aire; como en el resto
de las cosas esenciales,
no hay nada allí que nosotros
podamos ver.









Fuera de esta habitación,
los perros inician su inacabable
perorata nocturna, los gatos se hacen
uno con el muro y crece, en el mundo,
una jerga animal que no me es extraña:
sube por tus ojos antes
de tocar mi cuerpo.



Los lamentos, las sirenas,
los disparos,
son el sudor de esta
noche ardiente.
Los lamentos.
Las sirenas.
Los disparos.
Dios respira con dificultad
en la cama de mis padres.



¿Quién se acerca
desde el vibrante labio del horizonte,
protegido por una cegadora luz blanca?

Quisiera creer que todos lo ven,
y lo esperan. (Pero ¿por qué lo pienso
en masculino? ¿Acaso mi mente puede leer
lo que se acerca y cuando esto es poderoso
lo imagina hombre?)
Miro a los costados,
nadie parece compartir mi digresión,
esta ansiedad, el aire de temor.

Se mueve detenido por la lejanía.

Aquí, en este lugar de la espera,
todo sigue igual: casas y tumbas se
chupan a los seres con igual codicia;
la piel se enciende en los sueños,
los sueños se acaban cuando empieza el día,
el día termina apenas abiertos los ojos.

Pero, ¿cuándo? ¿y ese gesto de los perros,
ese dejo de terror? Parecieran tener cajas en
la lengua y un movimiento
continuo en la cabeza .

No hay nada: ni cámaras ni música
ambientando el final feliz. No hay final
feliz. No hay aliento, no hay
afuera, no hay siquiera un intento
por anonadarse
con éxito.

Y quien viene,
sin llegar.




De Como mil flores (Hipólita Ediciones, 2007)

MÍNIMA,
en el descanso de
la fe, tallé
un dios justo
a mi medida.


ESA MUJER


Quisiera ver la nueva casa
llenarse de colores y que ella,
la que jamás supo de soledad
de gente, se sintiera acompañada.
Ahora sabe de esa soledad, pero no
de aquella que supo pegársele de
niña: con sombra, con juegos, con
amargos vientos en las piernas, se creía
acompañada, pero era nada
más la rojiza caricia
del sol en la siesta de la chacra.
Da pena el solo pensarlo. Ahora
anda por esos cuartos nuevos y
pone cosas aquí y allá, como si
esas cosas no fueran ella. Como si
fuéramos algo más allá de los objetos:
ese sillón arañado de gatos, las ropas
colgando desoladas en el aire
del patio, el balde de plástico abandono.


Se le llena la cabeza de las voces
del miedo, por eso apela a los juegos
con animales que le saltan y ensucian, ríe
fuerte, alto, piensa en comidas
que hará, en llamar a la radio por quejas
de todos, hace y rehace la cama
que ocupa sola.



Mientras pela redondas papas sucias
de tierra, piensa en cómo, de pronto, todo
se volvió cercano, accesible, incluso
la finitud. Más tarde, come a solas
lo que a solas concibió.


¿Será así? ¿desde ahora todo hacia abajo si
abajo es resignación y vacío y muerte?


Las luces de patios vecinos se han apagado,
ahora ellos, esposos, amantes, niños, duermen
acunados, vigilados por el insomnio
intermitente de quien teme.


Toda quien es madre espera
no estar sola un día, esto no desmiente
las noches en vela, la vida entregada,
el aturullamiento de los sueños.



Ahora,
las plantas son hijos.





TRÍPTICO SINUOSO



1
En el centro de la plaza, los árboles
dan verde al muro que me asfixia,
extranjera, escucho las voces animales
que no entiendo, en un mundo que sigue
siendo ajeno. Los perros se entienden
con los perros, los pájaros con los
pájaros y las hormigas, bien, sólo
trabajan. Voz con voz, voz con silencio,
silencio con voz. Para mí, silencio
con silencio.


2
Ahora hay gentes, cruzan veloces
la grava solidaria, sin reparar en su
ofrenda ni en mí que, de algún modo,
me ofrezco. Otras, dan lecciones de morosidad
a las lenguas que entrecruzan, húmedas,
todos los datos del placer.
Por la noche, recuerdo sus rostros, los
barajo como a gastados naipes oleosos
por el uso. Quiero entender, quiero
entender. Debe haber manera de encontrar
el lenguaje que comparten, no soy perro
no soy pájaro ni hormiga. ¿O sí?


3
Tremola el aire
sonoro en las bocas, escenario
del más opaco dialecto.




REGALOS


1
Te di una piedra, fantástica
combinación de brisa, sol
marino, arena y tiempo.
Y creíste que te daba el corazón.


2
De apuro, con las ruedas de
la bicicleta apenas detenidas,
trajiste manzanas. Y seguiste,
rauda, el camino que no has
de cambiar. Pero, pequeña,
las manzanas eran rojas, brillantes,
abrían su corazón dulce al
mordisco, al ansia, a
la sed de mi urgencia.



LA LLAVE


La miro con detenimiento,
con fruición. Es diferente: brilla
con luz y oscuridad, su forma
quiso parecer un corazón
pero quedó a la mitad.

Sonríe y mira.

"La llave de mi corazón" decís al
ponerla sobre mi mano,
y vuelvo a mirarla por si fuera cierto,
como si sólo debiera elegir
el momento, el modo de la entrada.

Creer en las palabras, en el
latir que las empuja hasta la dicción,
que lo que dicen es cierto,
de alguna manera.
Creer en lo que se ve, en lo que el cuerpo
recibe, agradecido, y que el sudor deja
más que sal piel adentro.

Antes que la religión, el amor
es materia de fe.






Macky Corbalán
Nací en una ciudad patagónica muy particular: se llama Cutral Có (en mapuche, agua y fuego) y acaso esa misma etimología haya signado la vida de quienes tuvimos la dicha de nacer allí. De hecho, en este pueblo nació una de las formas de protesta social más vigentes: el piquete. Entonces, esta que soy: neuquina, geminiana, lesbiana, feminista, únicamente se define –sin dudarlo, sintiéndose contenida en totalidad- como “poeta”.
A lo largo de mi oficio como poeta (unos 25 años) he recorrido el país –en especial, Patagonia- participando de encuentros, festivales y todo tipo de invitaciones; dicté talleres literarios y organicé lecturas colectivas. Asimismo, participé de toda invitación cursada por organizaciones sociales como Madres de Plaza de Mayo, gremios, colectivos obreros (en especial, la lucha de los obreros de la ex Zanón), etc.
Entre los reconocimientos que he recibido elijo mencionar, entre otros, los que siguen:
En 1986, primer premio en el Tercer Concurso Nacional de Poesía "Raúl González Tuñón" con Jorge Boccanera, Hamlet Lima Quintana y Juano Villafañe como jurados. Buenos Aires – Argentina.
En 1987, poemas publicados en la antología Voces a Mano / Antología poética de Neuquén (Ediciones Culturales Neuquinas). Única antología que existe hasta la actualidad, de poesía neuquina contemporánea.
En 1989, invitación especial y participación en el Encuentro Nacional de Poesía, realizado en Capital Federal, organizado por las editoriales Tierra Firme, Ultimo Reino y Liberarte.
En 1992, edición del libro "La Pasajera de Arena". Editorial Tierra Firme.
En 1995, seleccionada para la antología Poesía en la Fisura, realizada por Daniel Freidemberg (Ediciones del Dock) que incluye a poetas de los ’90.
En 1998, invitación especial al prestigioso Festival Latinoamericano De Poesía, ciudad de Rosario (Santa Fe).
En 1999, invitación especial al Encuentro Nacional De Poetas, Tucumán. Organizado por la Universidad Nacional De Tucumán (por invitación del Dr. David Lagmanovich).
* Publicación del libro de poemas "Inferno". Editorial Tierra Firme.
En 2000-2002, participación activa en la fundación de la sede neuquina de la Casa Nacional de la Poesía, con auspicio de la subsecretaría de CULTURA de la Nación.
En 2006, participación en Antología de Poetas de la Patagonia, a cargo de la española Concha García. Centro de ediciones de la Diputación de Málaga.
En 2007, participación en CD Homenaje Madres de Plaza de Mayo de Neuquén.
En 2008, publicación de “Como mil flores”, Hipólita Ediciones (Editorial de mujeres escritoras).
* Seleccionada para participar “Poetas Argentinas (1961-1980)”, Ediciones del Dock.
En 2009, organización y participación en la lectura colectiva “La vida las hace y la poesía las junta”, con la participación de la poeta chilena Malú Urriola y las argentinas Diana Bellesi, Mirta Rosenberg, Alicia Genovese, entre otras.
*Participación con lectura de poemas y ponencia sobre “Mujeres y escritura” en la Feria del Libro de Río Grande (Tierra del Fuego) por invitación especial de la gran poeta Niní Bernardello.
En 2010, participación en el V Festival Internacional de Poesía que se enmarca en la Feria del Libro
*Participación en la “Antología. La poesía del Siglo XX en Argentina” - Casa de América en Madrid (Visor). 




Tomado de http://plebellacontemporanea.blogspot.com.ar/2010/08/macky-corbalan.html