lunes, 8 de mayo de 2023

Teníamos las manos dulces

Estela Zanlungo 



Teníamos las manos dulces

de saliva y de jugo,
pelábamos las últimas
ciruelas amarillas de la estación.
Lo que hasta ayer había sido
casa de pájaros
ahora era una sábana
tendida sobre la calle de los fresnos.
No había niño que no se detuviese
a hundir los pies
en esa especie de rayuela
que duraría, con suerte, hasta la lluvia.
Era raro pasar de lo que se iba terminando
a lo que no acababa de venir,
y no saber con qué quedarse.
A veces, me comía la fruta sin lavar y
furtivamente
guardaba los carozos,
los enterraba en una lata,
les pedía un deseo.





"Cerrar el círculo"
"Gerli", Lago editora, 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario