jueves, 4 de mayo de 2023

Y malhaya quien llamó a las mujeres mudables

¿Quién pensara que mi amor?

María de Zayas y Sotomayor

1¿Quién pensara que mi amor,
escarmentado en mis males,
cansado de mis desdichas,
no hubiera muerto cobarde?
5¿Quién le vio escapar huyendo
de ingratitudes tan grandes
que crea que en nuevas penas
vuelva de nuevo a enlazarme?
¡Malhayan de mis finezas
10tan descubiertas verdades,
y malhaya quien llamó
a las mujeres mudables!
Cuando de tus sinrazones
pudiera, Celio, quejarme
15quiere Amor que no te olvide,
quiere Amor que más te ame.
Desde que sale la aurora,
hasta que el sol va a bañarse
al mar de las playas Indias,
20lloro firme y siento amante;
vuelve a salir y me halla
repasando mis pesares,
sintiendo tus sinrazones,
llorando tus libertades.
25Bien conozco que me canso
sufriendo penas en balde,
que lágrimas en ausencia
cuestan mucho y poco valen.
Vine a estos montes huyendo
30de que ingrato me maltrates,
pero más firme te adoro,
que en mí es sustento el amarte.
De tu vista me libré,
pero no pude librarme
35de un pensamiento enemigo,
de una voluntad constante.
¿Quién vio cercado castillo?,
¿quién vio combatida nave?,
¿quién vio cautivo en Argel
40tal estoy y sin mudarme.
Mas, pues te elegí por dueño,
¡matadme, penas, matadme!,
pues por lo menos dirán:
"Murió, pero sin mudarse".
45¡Ay bien sentidos males!,
poderosos seréis para matarme,
mas no podréis hacer que amor se acabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario